Archivo por meses: febrero 2014

Nuestro SI a Dios

Meditemos el Evangelio del domingo VI del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 5,17-37. ?

No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. ?Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. ?El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos. ?Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. ?Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. ?Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. 
?Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. ?Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.  Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. ?Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. ?Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. ?También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. 
?Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. ?Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. ?Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ?ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.  No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan ‘sí’, que sea sí, y cuando digan ‘no’, que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. 

Palabra del Señor, gloria a ti Señor Jesús.

Reflexión:

Jesús constantemente nos exhorta, nos llama a que seamos cada día mas sinceros en nuestro actuar y nuestro pensar. Nos invita a obedecer los mandatos de Dios. Es importante que cuando nos acerquemos a Él con nuestra ofrenda en manos, meditemos sobre nuestras relaciones con los demás, pues, si nos encontramos en discordia de nada serviría nuestra ofrenda. Como cristianos debemos predicar esto a los que desconocen el mandato de Dios, es nuestro deber evangelizar.
Por tanto, es necesario entregar nuestra vida a Cristo, ser honestos, sinceros y obedientes ante su palabra, pues solo así conseguiremos la vida eterna.
Mi bendición para ti y tu familia.

Pbro. Martín Avalos

El Señor nos invita a la penitencia

Jesús nos invita a la penitencia, que cuando veamos que suceden cosas malas a otros, no es porque sean más pecadores que nosotros y que a nosotros nos pasa cosas buenas, porque somos mejores que ellos. Lo que sucede a los demás nos debe servir para reflexionar, nos debe de servir como una advertencia para que mejoremos nuestro estilo de vida. Vestirnos de sayal y sentarnos en ceniza, como hicieron los ninivitas. Hagamos penitencia y oración, sin juzgar a los demás ni mucho menos condenandolos, diciendo: Se lo merecía, por malo.

Por eso, Jesús se dirige a los que le cuentan de los que había matado Pilato, y los que mató la torre de Siloé. Que se desplomó sobre ellos. Les aseguró: “Y SI NO OS CONVERTÍS, TODOS PERESERÁN DEL MISMO MODO”. Esa es la advertencia que les hace a ellos y ahora nos hace a nosotros. Lo mismo sucede con la parábola de la HIGUERA, nos dice a nosotros que Él nos planta en este mundo, para producir buenos frutos. No solo para ocupar un lugar.

Dios tiene un propósito para cada uno que muchas veces ignoramos. ¿Cuál es? El Señor es paciente y nos espera. Nos manda a ser abonados por medio de la bendita palabra. Nos riega con la gracia del Espíritu Santo. Lo triste del caso es que nos cerramos a esa gracia santificante, la rechazamos. Con insistencia nos están invitando a salir al encuentro de Jesús, muchas ocasiones decimos: “No tengo tiempo”. Pero cuando el Señor venga, como lo ha prometido nos pedirá cuentas de lo que hemos hecho, de nuestros frutos.

Pidamos a Dios con insistencia que nos de su sabiduría divina, para que produzcamos buenos frutos de santidad y amor.
Amén.