Publicado por La cultura del emprendimiento está en auge. Las nuevas tecnologías permiten más facilidades para iniciar una aventura empresarial en solitario, aunque para ello hay que ofrecer al mundo ideas ingeniosas y que causen atracción en los potenciales consumidores.
En esta ocasión, os mostramos cinco ejemplos de emprendedores que han llegado hasta el éxito con ideas que, a priori, parecían condenadas al fracaso. La constancia y el buen hacer les ha permitido convertirse en millonarios. ¿Quieres conocerlos?
Alex Tew, la Página del Millón de Dólares
Alex Tew era un joven británico que estudiaba Gestión de Empresas en Nottingham. Preocupado por el precio de su matrícula, decidió crear una web con un millón de píxeles y vender cada uno de ellos por un dólar.
La web, Million Dollar Homepage, tuvo un coste de 50 euros. En cada píxel, Alex podía incluir imágenes, anuncios, logotipos o links a sitios web. Pasados unos meses, Tew consiguió vender el último píxel y alcanzar la cifra de un millón de dólares, convirtiéndose en millonario.
Christie Rein, Diapees and Wipees
Christie Rein es una madre que, con 34 años, no soportaba llevar los pañales de su hijo en el bolso, así que su idea fue la de crear una bolsa para pañales. Pronto, sus bolsas alcanzaron el éxito, y Rein creó su compañía Diapees and Wipees.
Esta compañía ofrece en la actualidad unos 20 estilos diferentes de bolsas para pañales, con diferentes diseños y colores y los productos de Rein se pueden adquirir vía online o en más de cien establecimientos alrededor del mundo.
SantaMail y el espíritu de la Navidad
Byron Reese pensaba que los niños ya no creían en Santa Claus y la Navidad. Para hacer frente a ello, pensó en una idea algo disparatada: hacerse pasar por Santa Claus y mandar cartas desde el Polo Norte.
Entonces, consiguió una dirección postal allí y comenzó a vender cartas que costaban 10 dólares. Las cartas vienen acompañadas con postales y fotografías de la “residencia de Santa Claus”. Reese lleva vendidas hasta el día de hoy más de 300.000 cartas.
Ken Ahroni, los huesos de la suerte
Ken Ahroni, en un Día de Acción de Gracias, discutía con sus amigos por ver quién debía romper el hueso de la suerte, una tradición muy popular en Estados Unidos. De ahí llegó a la idea de que podría fundar un negocio y producir estos huesos en plástico.
En un principio, la idea de negocio no parecía muy lucrativa, pero su proyecto continuó hasta crear un primer prototipo. Surgió así Lucky Break Wishbone Co. Esta empresa vendió dos millones y medio de huesos de la suerte en el primer año. En la actualidad los ingresos superan los 700.000 dólares anuales.
Como vemos, la clave del emprendimiento está en perseguir los sueños, no decaer si se cree en una idea y sobre todo tener acceso a fuentes de información y de financiación, como ocurre aquí. Aunque la idea parezca estúpida, ¿quién nos dice que no acabará siendo un gran éxito?
Las bolas para antenas
La última idea aparentemente estúpida de negocio son las bolas para antenas. En la actualidad vemos cómo muchos coches decoran sus antenas con pequeñas bolas, y Jason Wall fue el emprendedor que creyó en esa idea.
Las bolas para antenas se asentaron en el mercado tras un anuncio de la compañía de comida rápida Jack in The Box, con el que se vendieron tres millones de hamburguesas acompañadas con el adorno de Wall.
Wall es en la actualidad multimillonario y dirige In-Concept Inc., una compañía que vende más de medio millón de bolas para antenas.
¿Y tú? ¿Has tenido alguna vez una idea de negocio que te ha parecido condenada al fracaso? ¿O que pusiste en marcha y hoy tiene éxito?
