Publicado por A la hora de comprar un colchón surgen muchas dudas. Sin importar si compras tus colchones en Lleida, Barranquilla, Bogotá, Cali o en algún otro lugar, las similitudes de apariencia entre uno y otro son bastantes. Por ello, tal confusión no es para nada de extrañar.
Aunque por fuera pueden tener un parecido bastante notable, sus cualidades internas son totalmente distintas. Basándose en ellas, se pueden establecer claras diferencias entre un buen colchón y uno no tan bueno. Para garantizar el mejor descanso se deben considerar las cualidades a continuación.
Firmeza
Contrario a lo que se suele pensar, un colchón muy suave no es sinónimo de un buen colchón. Aunque a la hora de acostarse pueda ser sumamente cómodo y moldeable, en la realidad no es una característica favorecedora para el cuerpo.
Aún así, tampoco significa recurrir a un colchón duro como el cemento. Basta con elegir uno no extremadamente blando, pero tampoco extremadamente duro.
Debe poder moldearse al cuerpo sin hundirlo a profundidad. De lo contrario, los constantes dolores de espalda y cuello podrían pasar a ser insoportables.
Transpirabilidad
Un buen colchón debe contar con un adecuado sistema de transpiración, especialmente para quienes tienen problemas de sudoración por la noche. Incluso, para quienes no tienen esa clase de inconvenientes, también les debe ser igual de importante adquirir un colchón con esta cualidad.
En la mayoría de países existen temporadas calurosas. Aunque al comprar el colchón sea invierno u otoño y el clima esté frío o fresco, seguramente no sea igual en verano. Para quienes no acostumbran a sudar el verano les puede hacer una mala jugada al dormir.
Para evitar este tipo de momentos incómodos en verano, es mejor prevenir y adquirir un colchón con buena circulación de aire y transpirabilidad. Ayudan a mantener el cuerpo más fresco.
Durabilidad
Por supuesto, la gente busca la mayor durabilidad posible en el tiempo con cualquier tipo de adquisición y los colchones no parecen ser la excepción.
La durabilidad de un colchón varía de acuerdo a la calidad y composición del mismo. Así, siempre es importante preguntarle al proveedor o distribuidor cuál es el tiempo promedio de duración de la marca. Si es muy pocos años, es mucho mejor optar por un colchón más caro.
Aunque comprar los colchones más caros pueda parecer un gasto innecesario, son en realidad un ahorro a largo plazo. Un colchón duradero es sinónimo de no necesitar comprar otro en poco tiempo.
Garantía
Este punto va muy de la mano con el anterior. Probablemente, un colchón con una alta durabilidad también ofrezca una buena garantía. A diferencia de otro tipo de objetos, los colchones ofrecen garantías bastante altas.
Pueden ofrecer garantías por hasta 10 o 15 años, dependiendo del fabricante. Si es el caso contrario y el colchón tiene apenas unos pocos años de garantía, es un signo de alarma bastante preocupante. Podría significar una calidad muy baja del mismo.
