El Ciberbullying no es un juego I Parte

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He decidido iniciar con este tema, pues como padre de tres hijas considero que es importante prepararlas para enfrentar con valentía este fenómeno.

¿Qué es el bullying y el ciberbullying?

El término bullying proviene del vocablo Holandés “boel” que significa acoso, se define como una conducta de persecución física y/o o psicológica contra otra persona, a la que se elige como víctima de repetidos ataques llevados a cabo entre estudiantes.

Los estudios sobre este término comenzaron en 1973 por el psicólogo Noruego Dan Olwes. En estos años tuvo poco impacto hasta que en el año 1982 comenzó a tener un auge mayor debido al suicidio de tres jóvenes noruegos a causa del acoso escolar.

Por otro lado, el ciberbullying se define como una conducta agresiva e intencional que se repite de forma frecuente en el tiempo mediante el uso de dispositivos electrónicos como el correo electrónico, mensajería instantánea, chats, móviles, y van dirigidos a una víctima que no puede defenderse por sí misma fácilmente.

Tanto en el bullying como el ciberbullying se distinguen tres actores principales: el acosador, la víctima y los espectadores, que en su mayoría son testigos silenciosos de los abusos.

No todas las bromas que ocurren en el colegio o en las redes sociales, chats o correos electrónicos son ciberbullying.

Algunas características del ciberbullying

  • Intencionalidad: El agresor debe tener la intención de dañar a la víctima para que se produzca un auténtico fenómeno de acoso.
  • Repetición: La agresión se repite de manera sistemática por diferentes medios digitales o de manera física
  • Desequilibrio de poder: En cyberbullying este desequilibrio de poder puede venir dado porque la victima está indefensa ante las agresiones o por el anonimato.
  • Anonimato: En su mayoría los ataques se dan en el anonimato que facilitan las redes sociales, los chats, los correos electrónicos
  • Público o privado: El cyberbullying se puede establecer en dos dimensiones, la privada y la pública.
  • Canal siempre abierto: Por la naturaleza de los medios digitales y todas sus plataformas, la agresión puede darse en cualquier momento.

Pero también es importante que como padres de familia distingamos los distintos tipos de ataques de los que pueden ser objeto nuestros hijos en cualquier medio digital.

Suelo decir en las conferencias que imparto a padres de familia sobre este tema, que debemos estar conscientes que aunque nuestros hijos estén en la sala de la casa junto a nosotros, si se encuentran usando su celular, en realidad están en otro lado y nosotros no estamos ahí con ellos. Es importante saber dónde andan nuestros hijos, aunque los tengamos a la par.

Según un estudio realizado en EEUU en el año 2014, el 52% de los jóvenes que sufren bullying o ciberbullying no se lo comentan a los padres de familia ni tampoco a sus maestros.

Tipos de ciberbullying

  • Provocación incendiaria (Flaming): discusión que se inicia generalmente en Internet y que se expande en descalificativos y agresividad como un incendio.
  • Hostigamiento (Harassment): Envío repetido de mensajes desagradables.
  • Denigración (Denigration): Enviar o poner en la red rumores sobre otra persona para dañar su reputación o sus amistades.
  • Suplantación de la personalidad (Impersonation): Hacerse pasar por otra persona en el ciberespacio o usar su móvil para increpar a los amigos de la víctima.
  • Violación de la intimidad (Outing): Compartir con terceras personas los secretos, informaciones o imágenes embarazosas de alguien en la red.
  • Artimañas (Trickery): Hablar con alguien sobre secretos o información embarazosa para después compartirla en Internet con otras personas.
  • Exclusión (Exclusion): Excluir a alguien de un grupo online de forma deliberada y cruel.
  • Cyberacoso (Cyberstalking): Acoso intenso repetitivo, así como denigraciones que incluyan amenazas o creen miedo a la víctima.
  • Paliza feliz (happy slapping): se realiza una agresión física a una persona a la que se graba en vídeo con el móvil y luego se cuelga en la red para que lo vean miles de personas.

Visto en perspectiva, para los niños y adolescentes que van desde los 10 a los 16 años, este tipo de acoso puede parecer un juego y para los que ejercen el rol del abusador, no es tan grave molestar constantemente a una persona; sin embargo los efectos pueden ser devastadores e incluso llevar a los jóvenes hasta el suicidio.

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