Archivo por meses: octubre 2012

Respetar

Queridos hermanos, hoy he decidido reflexionar sobre un tema en el que muchas veces no cavilamos. Y es sobre el respeto. Vivimos en una cultura en la que se nos premia por ser irrespetuosos y que busca hacer de ello el común denominador del salvadoreño promedio.
Para introducirnos aun más en este tema del cual hablo, le invito a que reflexione sobre algo muy cotidiano. Cuando un niño o niña sufre de abusos físicos o verbales por alguno de sus compañeros en la institución donde éste estudia, ¿cuál es la actitud más común entre los padres de familia?
La respuesta a ello es aconsejarle que “no se deje”. Decirle al niño que si alguien le pega, que él le tiene que pegar más fuerte. Esta es la actitud del adulto, padre o cuidador promedio en nuestro país.
Entonces, si desde pequeños nos hemos hecho a la idea que yo puedo resolver mis problemas por la vía de la violencia, ¿cómo puedo hacer para romper un paradigma al que he estado sometido desde pequeño?
La respuesta a lo anterior es el respeto. Jesús fue un hombre que predicó muchos valores claves para llevar una vida plena y feliz. El respeto está estrictamente ligado al amor. Y esto no quiere decir que yo voy a respetar únicamente a las personas que amo. Sino que también estoy llamado a respetar a la humanidad.
Te invito a que juntos cambiemos esta situación. Hagamos un ejercicio: Por un día no insultemos o irrespetemos a ninguna persona, aunque ella nos trate mal. Por un solo día. Verás como todo cambia.
Bendiciones.

Lo que importa es el cómo

Muchas veces nos encontramos ante mil dificultades en la vida y nos preguntamos qué hacer o qué estamos haciendo mal porque nuestra situación no mejora. En esta corta pero sustanciosa historia podemos darnos cuenta que más allá de qué estemos haciendo, la chispa que cambia las cosas es está en el cómo lo hacemos.

Dicen que una vez, había un ciego sentado en un parque, con una gorra a sus pies y un cartel en el que, escrito con tiza blanca, decía: “POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO”. Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue. Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Ahora su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconociendo sus pasos le preguntó si había sido él quien re-escribió su cartel y sobre todo, qué que era lo que había escrito allí. El publicista le contestó: -“Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”.

Sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:
“ESTAMOS EN PRIMAVERA, Y… YO NO PUEDO VERLA”
Cambiemos de TÁCTICA cuando algo no nos sale, y verás que puede que resulte mejor de esa manera.

Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND)

Querido lector, hay una verdad a la que ninguno de nosotros podemos negarnos y es que estamos llamados a ser testigos del amor de Jesús y a llevar su Palabra a todo pueblo y nación. Este domingo celebramos el Domingo Mundial de las Misiones conocido como DOMUND. Te comparto esta acertada reflexión que encontré acá en la web. No está de más volver a invitarte a que desde tu lugar de trabajo, habitación o servicio puedas volverte un misionero en esta viña que nos necesita hoy.

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES(DOMUND)se celebra el penúltimo domingo de octubre

“ Id por todo el mundo a predicad el Evangelio ”

En todos los países del mundo hoy se hace oración por las misiones y por los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a los que no lo conocen o a los que lo han olvidado.

¿Por qué se dedica este día a las misiones?

Se tiene un domingo dedicado a las misiones porque todas las personas necesitamos de Dios para poder llegar al cielo. Los misioneros tienen como tarea enseñarnos el Evangelio para poder alcanzar la vida eterna. Su labor es de capital importancia.

Un poco de historia

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús, para enseñarles a rezar, para decirles que todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para anunciarles la buena nueva: que Dios nos ama y quiere que todos los hombres se salven.
En el mundo existen actualmente 983 “territorios de misión” y en ellos trabajan casi 50 mil sacerdotes y 370 mil catequistas, casados o solteros, que trabajan a tiempo completo o parcial.
Todos estos misioneros se han comprometido a anunciar el Evangelio a los 3,500 millones de hombres que todavía no lo conocen y que representan las dos terceras partes de la humanidad.

¿Cuál es su labor?

Atienden leprosarios, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos, dispensarios, colegios, universidades. Su labor no es fácil, se les presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr transmitir la palabra de Dios a los demás.
Necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús llevándoles el Evangelio.
Existen misioneros por todo el mundo que necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
La labor de un misionero es muy valiosa.

Oración

María, ayúdanos a anunciar y dar testimonio de Cristo y del Evangelio en el lugar donde nos encontremos.

Papá , ¿cuánto ganas?

El objetivo no es atacar, es crear conciencia en ti padre de familia que te afanas tanto en trabajar y trabajar…

Papá , ¿Cuánto ganas?

La noche había caído ya. Sin embargo, un pequeño hacía grandes esfuerzos por no quedarse dormido; el motivo bien valía la pena: estaba esperando a su papá.

Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente, cuando se abrió la puerta; el niño se

incorporó como impulsado por un resorte, y soltó la pregunta que lo tenía tan inquieto:

-Papi, ¿cuánto ganas por hora? –dijo con ojos muy abiertos.

El padre, molesto y cansado, fue tajante en su respuesta:

-Mira hijo, eso ni siquiera tu madre lo sabe, no me molestes y vuelve a dormir, que ya es muy tarde.

-Si papi, sólo dime, ¿cuánto te pagan por una hora de trabajo? –reiteró suplicante el niño.

Contrariado, el padre apenas abrió la boca para decir:

-Ochocientos pesos.

-Papi, ¿me podrías prestar cuatrocientos pesos? –preguntó el pequeño.

El padre se enfureció, tomó al pequeño del brazo y en tono brusco le dijo:

-Así es que para eso querías saber cuánto gano, ¿no?. Vete a dormir y no sigas fastidiando, muchacho….

El niño se alejó tímidamente y el padre, al meditar lo sucedido, comenzó a sentirse culpable: “Tal vez necesita algo”, pensó, y queriendo descargar su conciencia se asomó al cuarto de su hijo y con voz suave le preguntó:

-¿Duermes hijo?

-Dime papi, respondió él entre sueños.

-Aquí tienes el dinero que me pediste.

-Gracias papi –susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada, de donde sacó unos billetes arrugados-. ¡Ya completé! –gritó jubiloso-.

Tengo, ochocientos pesos…, ahora papá:

¿ME PODRÍAS VENDER UNA HORA DE TU TIEMPO?