Archivo por meses: enero 2013

El primero en todo

Querido hermano/a, este día quiero compartir una interesante historia contigo, tal vez te ha pasado a ti o a alguien que conoces.

Fue una vez un muchacho, el primero en todo, mejor atleta, mejor estudiante, pero lo que nunca supo fue si era un buen hijo, un buen compañero o un buen amigo. En un día de depresión el muchacho se dejó morir. Cuando iba camino al cielo se encontró con un ángel y éste le preguntó: “¿Por qué lo hiciste, si sabías que te querían?…”, a lo que Él respondió: “Hay veces que vale más una sola palabra de consuelo que todo lo que se sienta… en tanto tiempo nunca escuché: Estoy orgulloso de ti… gracias por ser mi amigo… ni siquiera un te quiero mucho…”

Al quedar pensativo el ángel, el muchacho añadió: Sabes qué es lo que más me duele?”, el ángel triste le pregunta: ¿Qué?, a lo que él responde: “que todavía espero oírlo algún día…”.

Luego de esto, el ángel abrazó al muchacho y le dice que no se preocupe porque se acerca a la única persona que siempre le dijo al oído que lo amaba pero él nunca escuchó, pero lo espera con los brazos abiertos…
Así es queridos hermanos, muchas veces nos puede ocurrir como a este joven, ser los primeros en todo, en el estudio, trabajo, deporte, en fin en lo que sea y nunca escuchar una felicitación por parte de los que nos rodean. Sin embargo, como este ángel le dijo al joven, hoy yo te lo digo yo: El único que nunca te fallará y siempre estará ahí para recibirte con los brazos abiertos y decirte TE AMO, es JESÚS.
No busquemos la gloria de este mundo, más bien esforcémonos por escuchar la voz de Dios, que a cada momento nos dice que nos ama y somos sus hijos queridos.
Por otro lado, te invito a que medites si este día ya le dijiste un te quiero a tus hijos, ya le diste un abrazo a tus padres o si ya le dijiste cuanto lo amas a tu cónyuge, si no lo has hecho te animo a que lo hagas, para que ellos sepan que realmente los amas y no les suceda como a este joven que se fue sin saber si alguien lo amaba.
Que nuestro Señor Jesucristo les bendiga abundantemente.

Maestra, ¿qué es el amor?

Comparto esta historia que encontré en la web.

Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó:
Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:

Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:

Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:

– Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?

Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.

Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.

La maestra se dirigió a ella:

Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La criatura, tímidamente, respondió:

– Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté coger ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…

Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñaros lo que he traído?

La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón.

El amor es algo que se siente.

Hay que tener sensibilidad para vivirlo.

Amigo lector, el amor no se demuestra con regalos costosos. Pues como se dice por ahí: Obras son amores y no palabras.

Tú puedes

Comparto esta hermosa reflexión que sé te animará y dejará un mensaje en tu corazón.

En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas…”
En ese instante apareció un abuelo y, conuna sonrisa, dijo:
—Yo sé cómo lo hizo.
— ¿Cómo? —le preguntaron.
—No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.