¿Quieres sentirte firme cuando estés en las alturas de un problema?

Posiblemente sientas como si apenas pudieras dar el siguiente paso en este viaje cuesta arriba, cuando tengas un problema. Al mirar hacia delante, ves los riscos que parecen imposibles de escalar. Con todo, Dios siempre esta contigo, tomándote de la mano derecha. El te guía según su consuelo, ayudándote a encontrar la mejor manera de escalar esas alturas. ‘El Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar’ –Habacuc 3.19 Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. Salmos 73. 23-24

Aunque te encuentres en un viaje difícil –a veces extenuante- con Dios, es mucho más que una prueba de resistencia. El hecho que yo este contigo puede infundirte gozo en el ascenso mas empinado! Busca todas las gracias que te he preparado y toma tiempo para disfrutar de tu compañero.

Posiblemente pienses que ‘tus alturas’ se refiere a la cima de la montaña que estas escalando. Pero si te detienes y miras cuan lejos has llegado, te darás cuenta de que ya estas en un lugar alto. Por tanto, relájate un poco y mírame con amor. ¡La gloria de mi presencia esta a tu alrededor!

Te recomiendo que cuando estés iniciando la cima de la montaña antes de llegar a las alturas, es decir, cuando empieces a sentirte incomodo, y que tu cuerpo manifieste un malestar, hagas una pausa, y pregúntate: ¿Qué tengo que cambiar? ¿Qué es lo que tengo que aceptar? ¿Qué es lo que tengo que mejorar?, luego respira profundo y sumérgete en la presencia de Dios con la oración y encontrarás las respuestas a tus preguntas, y luego: ¡OBEDECE y ACTÚA!

 

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