Este domingo al regresar a casa, llamó mi atención una escena en la que dos niños discutÃan sobre cuál de los dos era más importante y poseer una pelota roja que se les resbalaba entre las manos. Esa situación me trajo a reflexión una historia que habla sobre el sol y el viento que discutÃan sobre cuál de dos era más fuerte.
La discusión fue larga, porque ninguno de los dos querÃa ceder.
Viendo que por el camino avanzaba un hombre, acordaron en probar sus fuerzas desarrollándolas contra él.
-Vas a ver- dijo el viento- como con sólo echarme sobre ese hombre, desgarro sus vestiduras.
Y comenzó a soplar cuanto podÃa. Pero cuanto más esfuerzos hacÃan, el hombre más oprimÃa su capa, gruñendo contra el viento, y seguÃa caminando.
El viento encolerizado descargó lluvia y nieve, pero el hombre no se detuvo y más cerraba su capa. Comprendió el viento que no era posible arrancarle la capa.
Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro.
-Ya ves- le dijo el Sol al Viento- como con la bondad se consigue más que con la violencia.
Querido lector, los seres humanos deberÃamos pensar profundamente acerca de nuestras acciones.
Utilizamos la violencia, la ironÃa, la agresividad y la burla para tratar de lograr nuestros objetivos.
Pero no nos damos cuenta de que, la mayorÃa de las veces, con esos métodos, son más difÃciles de alcanzarlos. Siempre una sonrisa puede lograr mucho más que el más fuerte de los gritos. Y basta con ponerse por un momento en el lugar de los demás para comprobarlo. ¿Preferimos una sonrisa o un insulto?… ¿Preferimos una caricia o una bofetada?… ¿Preferimos una palabra tierna o una sonrisa irónica?… Pensemos que los demás seguramente prefieren lo mismo que nosotros…
Entonces tratemos a nuestros semejantes de la misma manera en la que nos gustarÃa ser tratados… Asà veremos que todo será mejor… Que el mundo será mejor… Que la vida será mejor…