Fe y servicio

 

Evangelio según San Lucas 17,5-10. ?Los Apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. ?El respondió: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, ella les obedecería. ?Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: ‘Ven pronto y siéntate a la mesa’? ?¿No le dirá más bien: ‘Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después’? ?¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? ?Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: ‘Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'”.

Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.

Realmente tenemos dos fuertes enseñanzas en este día. La primera un recordatorio del poder de la fe. Me detengo en aclarar que fe no es sugestión. La fe es la certeza de lo que no se ve. Sabemos que Dios existe y que está ahí para consolarnos y ayudarnos en nuestras necesidades. Solo tenemos que creer. No obstante, decirlo y llevarlo a la práctica son cosas muy distintas. Muchas veces pedimos con una fe a medias. Rezamos pero con la duda latente de que posiblemente no se va a cumplir nuestra petición. Tan grande es el poder de la fe que puede mover montañass, por increible que te parezca. A lo largo de mis casi 25 años de sacerdocio, he visto muchos milagros recibidos gracias a la fe en un Dios que es fiel y que está presto a atendernos. Pero, ¿cómo aumentar la fe? La respuesta es sencilla. A cocinar se aprende cocinando, a jugar se aprende y perfecciona con la práctica. Así que con la fe no es distinto, hay que creer y fortalecer la fe, creyendo cada día más y depositando la confianza en Dios, por pequeño que parezca nuestro esfuerzo. Si saldremos de casa vayamos sin preocupación puesto que confiamos en nuestro Padre Celestial que la cuidará.

Por otra parte, el texto bíblico nos recuerda algo que se nos olvida y que es necesario guardarlo en el corazón, para hacer nuestra vida más sencilla. Muchas veces en el trabajo nos sentimos mal porque no recibimos el reconocimiento de los jefes, o simplemente porque ellos no se dan cuenta de todos los esfuerzos que realizamos; para llevar a cabo las tareas encomendadas. Sepamos que nosotros trabajamos por Dios y que Él sí mira nuestro cansancio y ganas de superación. Más allá de buscar un halago, sepamos que solo estamos cumpliendo las labores para la que nos han contratado y estamos felices porque hacemos lo que nos gusta. Que nuestra felicidad no dependa del reconocimiento de los demás. Dios es el único por el que tenemos que preocuparnos de agradar.

Un pensamiento en “Fe y servicio

  1. rivera

    padre pero que dificil es poder tener ” la fé es la certeza de lo que no se ve”
    digame como hago que eso se me hace muy complicado

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