Nos tocó ver esta semana el caso de Alex Larín, regresando del fútbol mexicano al CD FAS luego de un breve paso por el extranjero.
Antes vimos caso similar en Rafael Burgos y antes, en otros tantos jugadores.
Quien sale de la regla es Darwin Cerén quien hasta hace poco se ha convertido en el foráneo más regular de nuestro fútbol.
Una pregunta revolotea en mi mente y por más que intento me cuesta encontrar una respuesta concreta, un argumento sustentable y valedero… ¿por qué nos cuesta a los salvadoreños tener presencia en el extranjero?
Salimos, un mes, seis meses, un año, dos, y luego de regreso para acá…
De verdad da envidia de la buena ver Honduras, Costa Rica, donde jugadores militan en lo mejor del viejo continente, si no, miren a Keylor… ¿Cuándo El Salvador?… ¿Cuándo en El Salvador?
No creo que haya una sola respuesta valedera… espero me ayuden a encontrarla.
Todo se resume a las bases, ahí es donde enseñan desde como parar una pelota, hasta como correr, se enseña el amor a un equipo. A jugar x el equipo y no querer ser la «estrella», aquí se cambian de equipo como cambiarse zapatos, no existe un compromiso ni consigo mismo ni con la afición ni con nadie x eso no se progresa y cuando van afuera no luchan x el equipo que les dio la oportunidad sino para q otro los vea y así sucesivamente.
No tienen espíritu de guerrero, piensan que con salir del país ya tocaron el cielo.
Porque allá afuera luego se nota la falta de fundamento de nuestros jugadores: reciben mal, pasan mal, tiran mal, driblan mal. No son realmente buenos y, para rematar, el físico no les ayuda.
Debes de recordar también a Nelson Bonilla, lleva en europa ya 2 temporadas en buen nivel.
Carlos, a mi me parece que es cuestión de actitud, a nuestros jugadores hay que lavarles el cerebro y meterles entre ceja y ceja que puedes destacar en otras latitudes. Los hondureños y ticos no tienen más que nuestros jugadores, pero tienen otra mentalidad, esa es dla gran diferencia.