Sábado 11 de noviembre de 1989. La guerrilla lanzaba la ofensiva ‘hasta el tope’, acción militar que buscaba la toma del poder y obligar a una negociación para el fin de la guerra civil. La población, atrapada en aquellas trincheras, sufrió de cerca el estruendo de las balas y el temor a salir de sus casas. El resultado: un país desangrado, asesinato de intelectuales y centenares de muertos y heridos. Demasiados.  

Veinte años hace desde aquello. Este domingo 15 de noviembre, en Séptimo Sentido encontrará una cita con el pasado, una reconstrucción histórica de ese capítulo violento que marcó al país.

‘Pasábamos durante semanas encerrados en la casa. Un día mi mamá y hermano salieron con su banderita blanca porque escucharon disparos en la vivienda de una tía. No lograron llegar muy lejos. Yo solo escuché un estallido y el tiroteo. Una granada los mató.’

El testimonio es de José Melara, un empleado de maquila con quien hablé a propósito de este reportaje. José tiene 34 años, y era un adolescente para aquellos días de noviembre dos décadas atrás. ‘No importa el bando, perdimos a alguien’, dice. Es cierto. Más allá de los motivos que originaron la ofensiva, muchos como José quedaron en medio de las balas, perdieron a un padre, una madre, un hermano, un hijo. Muchos como él ruegan hoy, en tiempos de paz, no tener que vivir de nuevo algo parecido.

¿Y cuál es la trascendencia de recordar un hecho como este 20 años después? Pues, como dicen por ahí: vale la pena recordar para no olvidar aquello que no debemos repetir. En lo personal, aún no olvido esas columnas de gente huyendo con sus banderitas blancas de los edificios de la Zacamil, donde vivía con mi familia. Recuerdo haber pensado: ¿será que esta señal de paz evitará que nos maten? Pero en esos momentos, no había más por hacer. Muchos, como la mamá y hermano de José, no salieron vivos. Sin duda cada vida apagada fue y sigue siendo un precio demasiado alto a cambio de los ideales de algunos personajes de la esfera política.

Y usted, ¿qué recuerda usted de la ofensiva de 1989? ¿Dónde estaba? ¿Cómo ve al país dos décadas después de ese suceso? Le invitamos a compartir su experiencia.

Esta mañana í¢â‚¬â€œcomienzo a escribir esto a las 10:44 p.m. del domingoí¢â‚¬â€œ estuve en Catedral Metropolitana. Hoy, 16 de noviembre, se cumplen 19 años desde la masacre de seis jesuitas y dos civiles en la UCA. Casi dos décadas ya, y frente al regio mausoleo de Monseñor Romero se reunieron cientos de personas para la eucaristía.

Se puede decir que yo asistí por trabajo. Para una crónica que espero publicar en diciembre debía hablar con alguno de los jesuitas presentesí¢â‚¬Â¦ pero ahora eso es lo de menos.

Lo que les quiero compartir son algunas de las cuestiones que anoté en mi libreta, en la insustituible libreta. Anoté que estaba Beatrice de Carrillo, que el padre Tojeira es alto como franciscano (comparación que se la he robado a Fernando Lugo), que Fernando Sáenz Lacalle hoy cumplía 76 años, que el mausoleo de Romero lo hizo un italiano llamado Paolo Borghi, que el suelo tiene baldosas jaspeadas, que hay 20 gruesas columnas blancas en la cripta, que la música de un violín inundaba la sala, que había tanta gente que hubo que pedir un refuerzo de hostias, queí¢â‚¬Â¦

Muy pocos de estos y de otros muchos detalles que un periodista anota en su libreta terminan siendo publicados. Estoy convencido de que una buena libreta es más útil que una fotografía.

¿Y por qué les cuento todo esto? Pues porque esta es una de las finalidades de este blog que hoy nace: que ustedes sepan un poco más sobre el trabajo previo a la lectura de una crónica, un reportaje o una entrevista. Los domingos sale a la calle Séptimo Sentido, pero cada tema tiene todo un proceso detrás, un reporteo que nunca cabe dentro de la nota. De todo ello les queremos hacer partícipes.

Es, como digo, una de las finalidades del blog. Pero acá cabe casi de todo. De hecho, ustedes y sus gustos irán moldeando este espacio que no tiene una hoja de ruta definida. Y aunque suene a perogrullada, prefiero explicitar que sin ustedes esto no tiene razón de ser. Así que no se guarde inquietudes ni preguntas ni consejos ni críticas ni sugerencias nií¢â‚¬Â¦ No se guarde lo que para nosotros es tan valioso: su opinión.

Espero que lo disfrute. Este blog es para internautas como usted.