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30 Abr 2009 Sobre la edición del 3 de mayo

Tapachula, en Chiapas, es paso casi obligado para los migrantes centroamericanos -y para los sudamericanos, aunque suenen menos- que emprenden su camino hacia el Norte. Ahí es donde el Gobierno mexicano decidió construir la estación migratoria más grande de cuantas hay en América Latina. Opera desde hace tres años. La filosofía es la misma que en Estados Unidos se aplica para los migrantes indocumentados que allí detienen. Permanecen retenidos en estos centros hasta que se aprueba la deportación. Uno de nuestros reporteros logró entrar en la estación de Tapachula, y en su crónica del próximo domingo nos presenta el crisol de acentos y de dramas que caracterizan a sus inquilinos.

Cambiando radicalmente de tema, Carlos Chávez nos regala una crónica exprimida de la cotidianidad. Quizá ya hayan oído algo. Resulta que en el pequeño municipio de San Lorenzo, en San Vicente, muchos de sus vecinos alcanzan los 90 y los 100 años. En sus calles se respira ancianidad, condición que, el relato lo demuestra, no es tan deseada como cabría suponer. Incluimos también en la edición una entrevista con Violeta Menjívar, cuyo período al frente de la alcaldía de la capital finaliza el 1 de mayo. Curtida en mil batallas, aprovechamos para hablar con ella sobre el legado de su gestión, obvio, pero también sobre qué tipo de política se realiza en el país, sobre el clientelismo político y sobre varios temas más.

Completa la edición un reportaje ligero sobre el actor Hugh Jackman, que esta semana está en las carteleras de cine de todo el mundo con su papel de Wolverine en la tercera secuela de X-Men.

Esperamos que la disfrute. Es para lectores como usted.

28 Abr 2009 La carta de los cubanos

Lo que Gabriel García Márquez llamó el oficio más bello del mundo nos permite a los periodistas poder mirar la realidad directamente a los ojos. A veces, el reportero se convierte en coprotagonista involuntario de la historia que está relatando. Eso le pasó a Víctor Núñez Jaime, un periodista mexicano que desde enero está colaborándonos con temas exclusivos para la revista. Ya ha publicado con nosotros ‘Dos granada para El Mañana‘ y ‘Mi vida con Octavio’. El próximo domingo nos trae un relato sobre lo que ocurre al interior de la estación migratoria que el Gobierno mexicano inauguró en 2006 en la ciudad de Tapachula, Chiapas, albergue obligado para cientos de salvadoreños que ven truncado su camino sin papeles hacia Estados Unidos.

Muro en la frontera entre México y Estados Unidos.

La crónica entera, el domingo. Pero ahora lo que quiero compatirles es la carta que un grupo de 30 cubanos retenidos allí entregó a Víctor cuando logró infiltrarse adentro de la estación. Aunque es larga, les invito a leerla en su totalidad. No tiene desperdicio.

A quien pueda interesar:

Somos 30 cubanos que estamos presos en la Estación Migratoria de Tapachula, estado de Chiapas, México, siendo privados de todos los derechos que pueda tener el ser humano. Es por eso y por mucho más que a continuación queremos dar a conocer a la opinión pública todas las violaciones que se cometen en nuestras personas.

Denuncia de las violaciones:

1. Privación de la libertad

2. Represión

3. Intimidación

4. Falta de atención médica (no hay medicamentos)

5. Maltratos sicológicos

6. Mala alimentación

7. Escasos aseos personales

8. Ninguna información sobre nuestro proceso migratorio

9. Escaso tiempo de horario de visita (personas ajenas)

10. No existe avituallamiento (toallas, sabanas, colchones, mantas)

11. Fregolarida en horarios alimenticios

12. Alteración de precios en tienda de la estación migratoria.

Basados en todo esto, queremos dar a conocer que uno de los cubanos no resistió la presión y se encuentra en estos momentos en Tuxtla Gutiérrez donde está siendo atendido por un psiquiatra, sin que nosotros sepamos el estado del paciente. Tenemos conocimiento de que el Instituto Nacional de Migración le pidió dinero a la familia para pagar el pasaje a Cuba de dos de sus oficiales y del propio paciente.

Toda ayuda que podamos recibir será bienvenida. Todo sea por el bien de esclarecer todas las violaciones de las que somos víctimas, para tener libertad y democracia.

Hace 88 días salimos de forma clandestina de nuestro país en dos embarcaciones turísticas que, dadas sus pésimas condiciones, se rompieron al segundo día de nuestra partida. Gracias a Dios fuimos rescatados por un yate de recreo que nos transportó hacia Cancún, lugar donde fuimos capturados por la Marina mexicana. Nos dijeron que habíamos llegado a un país de libertad que ayudaba a los cubanos que buscan prosperidad en Estados Unidos.

Gracias al Señor estamos vivos ya que, por desgracia, otros compatriotas perdieron la vida. Pero qué desilusión sufrimos con el paso de los días. Nos dimos cuenta de que el gobierno de México se presta al juego del gobierno de Cuba. Nos piensan deportar a nuestro país donde nos espera la persecución de la policía política y la prisión. Lo decimos porque en estos 88 días hemos visto deportar a otros 62 cubanos. Sólo ha ocho les dieron el permiso de continuar hacia Estados Unidos.

Las autoridades migratorias aplican una política totalmente violatoria de los derechos humanos. Da pena que un país como este, con millones de migrantes en Estados Unidos, tenga semejante actitud con los cubanos.

Desde que llegamos a esta Estación Migratoria estamos encerrados en celdas con puertas de metal cerradas con candados y vigilados por policías que están en el pasillo. Durante toda la noche permanece encendido un foco de 500 wats y no podemos descansar.

Todo el tiempo nos intimidan con el tema de la deportación hacia Cuba. Para los agentes es como si fuera un juego.

Hay una deficiente atención médica. Hay veces que no hay medicamentos y también a veces nos obligan a pagar la atención recibida en otras instituciones de salud. Una persona que tiene que tomar medicamentos diarios por ser hipertensa, ha tenido que mandarlos a comprar

Como burla, nos obligan a firmar un documento tres veces al día para tener derecho a desayuno, comida y cena. Los horarios de alimentación se alteran al criterio del oficial de guardia. Esto ha traído como consecuencia algunos problemas digestivos, sobre todo en niños y personas mayores.

No nos han dado ninguna información sobre cómo marcha nuestro proceso migratorio. Es muy difícil entrevistarse con los responsables de la estación. Cuando los vemos nunca saben nada o nos dicen que todo tiene que ver con decisiones que toman en el Distrito Federal.

Nos sentimos maltratados psicológicamente por no saber por no saber cuál será nuestro destino al día siguiente. Uno se acuesta pensando si vendrán a buscarte a las cuatro de la mañana para deportarte a Cuba. A esa hora suelen hacerlo. Si te van a entregar un documento, lo hacen después de las 12 de la noche. Cuando uno siente que se abren las pesadas puertas de hierro, piensa que vienen a deportarlo. Todo esto lo hace el jurídico y parece que lo disfruta.

La alimentación es poca y de baja calidad. Además, se repite lo mismo todos los días. Sería bueno que alguien revisara lo que se paga por nuestra alimentación, porque a nuestro criterio parece que hay funcionarios que se están enriqueciendo con nuestra hambre.

Cuando llegamos, sólo nos entregaron un tubo pequeño de pasta dental y un desodorante. 88 días después no nos han dado algo más. Nosotros hemos tenido que comprar los artículos de aseo personal en la tienda a precios exorbitantes.

Algunos mandos intermedios de la estación les han cobrado 500 pesos a algunos cubanos a cambio de darles el pase de salida para continuar hacia Estados Unidos. Pero, como una burla, luego los deportan a Cuba.

Los horarios de visita son constantemente violados a criterio de los jefes de turno. Cuando recibes la visita de tu abogado, es en presencia de un funcionario, violándose así la privacidad a la que uno tiene derecho con su representante legal. A los que tienen sus esposas, no se les permite un momento de intimidad por capricho de las autoridades de la estación.

No se nos entrega alguna toalla o sábana o colcha… Y pasamos frío durante la noche. Los colchones están en pésimas condiciones. No podemos descansar e incluso hay quien ha contraído alguna enfermedad de la piel.

En la tienda nos venden productos a precios muy elevados. Nos dicen que es porque la tienda pertenece a una organización que dona las ganancias para la compra de prótesis para los minusválidos. No sabemos. Quizá son otros que se enriquecen con nuestra necesidad.

Los niños llevaban ya dos meses sin recibir clase.

Estas y otras violaciones estamos sufriendo los cubanos que huimos de una tiranía con el objetivo de darle más dignidad y libertad a nuestra vida. Nosotros sólo queremos continuar nuestro viaje a Estados Unidos para encontrar libertad y democracia.

Obviamente, esta sentida carta se menciona en la crónica de Víctor Núñez pero, por su extensión, solo podemos publicarla entera acá, en el blog. Así están las cosas en los países libres.

12 Mar 2009 Sobre la edición del 15 de marzo

El Salvador decidirá el domingo su futuro  cercano en unas elecciones presidenciales que, al menos antes de que inicie el recuento de votos, se presentan como las más disputadas de cuantas ha habido en la historia democrática del país. De las pocas cosas claras que hay mientras se escriben estas líneas es que habrá un candidato ganador y otro, obvio, perdedor. Precisamente este aspecto es el que nos propusimos abordar cuando planificamos la entrevista que presentamos en la próxima edición: ¿cómo se digiere una derrota? Para ello, hablamos con Fidel Chávez Mena, el candidato pedecista que en 1989 perdió los comicios ante Alfredo Cristiani, el primero de los cuatro correligionarios que ARENA ha sentado de forma consecutiva en la silla presidencial.

La edición incluirá también una extensa crónica que aborda el estado en el que se encuentra la Biblioteca Nacional. Con 140 años ya a sus espaldas, la institución que tiene por misión preservar la memoria impresa nacional navega a la deriva, absorbida por la necesidad de dedicar buena parte de sus exiguos recursos humanos y financieros a cuestiones como tratar de evitar la mutilación de libros y archivos, a solventar tareas de estudiantes o a compensar las carencias del obsoleto sistema informático.

El tercero de los temas nacionales es una mirada gráfica al fenómeno de la migración, la opción obligada para miles de salvadoreños que solo ven un futuro mejor fuera de nuestras fronteras. Y se siguen yendo a Estados Unidos sin importar los riesgos de la travesía por México, un país maniatado por el narcotráfico. En el cuarto de los temas, de hecho, es una crónica ambientada en Ciudad Juárez que aborda con nuevos ojos el viejo problema de la violencia ligada al narco.

Esperamos que la disfrute. Es para lectores como usted.

07 Ene 2009 La migra y yo

El domingo próximo saldrá publicada una crónica sobre la migración. Más que eso es la historia de uno de los tantos deportados que semanalmente vienen a El Salvador en un avión fletado por Estados Unidos. Hablé con él el día en el que aterrizamos -porque vine en el mismo vuelo desde Texas- y lo fui a buscar días después a su casa. No lo encontré. Me contaron que Carlos se encuentra en Jocoro, en el departamento de Morazán, pasando unos días junto a su madre. Aún no tiene trabajo y me pidió que lo ayudara en ese aspecto. En realidad no sé si haya algo que yo pueda hacer por él.

La crónica también relatará brevemente cómo es la labor de patrullaje que desarrollan diariamente los agentes de la Border Patrol de Estados Unidos. Muchos de ellos son latinos o tienen raíces latinas, y me pareció interesante preguntarles si alguna vez han experimentado algún dilema ético-cultural por la labor que ellos desempeñan.

Algo chistoso: durante el reporteo de este  tema, a mediados de diciembre, participé en algunos recorridos con la Border Patrol. Uno de ellos fue en la estación de trenes de Falfurrias, 130 kilómetros al norte de la frontera mexicana-estadounidense. Ahí serví de voluntario para que un perro patrullero me olfateara y encontrara escondido entre los vagones de un tren estacionado. Traté de esconderme lo mejor que pude, sobre un vagón de unos 15 metros de alto, a una distancia de unos 150 metros de donde el perro estaba. A los pocos segundos, Dino me halló, justo cuando comenzaba a creer que era el escondite perfecto. Aquí les dejo el link. http://www.laprensagrafica.com/departamento-15/noticias/6656.html

Lo menos bueno es que durante los recorridos, hechos por y a la medida de los intereses estadounidenses, los agentes no dejaron que entrevistáramos a ningún inmigrante. Eso sin duda habría puesto el elemento drama, tran presente en esta temática de la migración.

También les adjunto los links de las notas que envié para La Prensa Gráfica durante mi estadía allá.

Inmigración ilegal baja un 13% http://www.laprensagrafica.com/departamento-15/noticias/6657.html

Bajan las muertes en la frontera de México y Estados Unidos http://www.laprensagrafica.com/departamento-15/noticias/6754.html

EUA: pandilleros trasiegan armas en frontera http://216.75.53.124/index.php/departamento-15/noticias/7296.html