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29 May 2009 Sobre la edición del 31 de mayo

Por primera vez el Ejecutivo estará a partir del 1 de junio en manos de un presidente de izquierda elegido de forma democrática. Se está pasando página a un período de la historia salvadoreña, y el detonante de este cambio hay que buscarlo en la noche del 15 de marzo, cuando el efemelenista Mauricio Funes derrotó en las urnas al arenero Rodrigo Ávila. La primera de las crónicas del próximop domingo es una reconstrucción de lo ocurrido aquella noche, desde el cierre de los centros de votación hasta que ARENA reconoció su derrota. Fueron, les anticipo, horas de llamadas, ansiedades y tensiones.

La segunda crónica explora otro tema que desata casi las mismas pasiones que la política partidaria, si no más: el fútbol. El 6 de junio, se sabe, viene México al Cuscatlán, la excusa perfecta para presentarles una crónica narrada desde las entrañas de Sol general, Vietnam. El título, Pasiones húmedas en Vietnam.

La entrega gráfica de la edición es un generoso anticipo de la exposición fotográfica que se inaugurará el próximo miércoles en el Centro Cultural de España en El Salvador. Se trata de imágenes extraídas de la cotidianidad en Catalunya, la nación que tiene a Barcelona por capital, y de la que rara vez se escuchan en El Salvador referencias al margen de lo futbolístico.

Son cinco los temas que les proponemos hoy. Los dos restantes son eso que me gusta llamar la ventana al mundo: por un lado, un reportaje sobre el boom que está teniendo de nuevo el Holocausto en el cine y en la literatura. Y por otro, una entrevista con el argentino universal Tomás Eloy Martínez, periodista ante todo, que reflexiona sobre la profesión.

Esperamos que la disfrute. Es para lectores como usted.

22 May 2009 Sobre la edición del 24 de mayo
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Hace unas semanas, cuando por la importancia que había cobrado en la agenda periodística parecía que una gripe iba a diezmar el mundo, leí estas declaraciones: ‘Esta gripe durará lo que dure en los informativos‘. La frase la pronunció Marc Siegel, un especialista en gripe porcina y profesor en la Universidad de Nueva York. No voy a ser yo quien quite o dé la razón a Siegel, pero hasta un ciego puede ver que la tan mentada gripe tiene ahora un perfil más bajo en los medios, justo cuando más muertes y más casos se confirman en todo el mundo. Desde Ciudad de México, el epicentro de este terremoto mediático-sanitario, César Castro Fagoaga nos regalará una crónica sobre cómo vivió él la vuelta a la normalidad en la ciudad que decidió paralizarse.

La segunda de las crónicas de la edición del próximo domingo trata sobre la Siguanaba, uno de los mitos más arraigados en la cultura popular salvadoreña. La periodista Rossy Tejada encontró y pudo platicar con una Siguanaba que a inicios de los ochenta mantuvo en vilo a grupos guerrilleros en Morazán.

Salarrué, uno de los escritores más destacados del panorama literario nacional, escribió a la Siguanaba; sin embargo, no es sobre sus escritos el tema que se dedica en esta edición al autor salvadoreño. Lo que les presentamos como tercer tema es una colección de fotografías que ilustran su vida.

El cuarto de los temas es una especie de reflexión en voz alta sobre el futuro de los medios impresos, que en estos tiempos de despidos parece más negro que nunca. Internet y la crisis económica han logrado poner en jaque a la industria periodística, ¿hay salida?

Esperamos que la disfrute. Es para lectores como usted.

20 Abr 2009 Violencia

í¢â‚¬Å“¿Y no creen que con esos reportajes hacen daño porque le dan una mala imagen al país?í¢â‚¬Â. Es la pregunta que hizo una doctora cuando supo que trabajábamos en una historia sobre violencia entre pandillas de Ilopango.

Mi respuesta fue que no se puede tapar el sol con un dedo. Y ella dijo que no hablaba de ocultar, sino de valorar si es necesario publicar cierta información. Mi respuesta fue que el periodista es solo un mensajero. ¿Se puede atribuir culpas a un periodista por publicar cómo se vive en el país más violento de América Latina, según la Organización de Estados Americanos (OEA)?

El debate está abierto.

09 Abr 2009 Sobre la edición del 12 de abril

Dice el cronista peruano Daniel Titinger que hay que diferenciar entre el Nuevo periodismo viejo y el Nuevo periodismo nuevo. Aunque hay matices, el Nuevo periodismo es como se ha convenido en llamar al periodismo narrativo, y dentro del periodismo narrativo la crónica es su estandarte. Dice también el cronista argentino Martín Caparrós que los pioneros de la crónica en América hay que buscarlos entre los frailes y los soldados españoles que escribieron las llamadas Crónicas de Indias, es decir, aquellos í¢â‚¬Å“que intentaron hacer llegar a Europa una noción de lo que estaban viendo alucinados en el Nuevo Mundoí¢â‚¬Â.

Este párrafo-trabalenguas es para introducirles el texto titulado í¢â‚¬Å“Fotografía de un puebloí¢â‚¬Â, que forma parte de la Séptimo Sentido del próximo domingo. Se trata de un relato sobre los indígenas de Sonsonate que un sueco llamado Carl Hartman escribió hace más de un siglo. A mi juicio, y aunque se escribió con vocación científica y no periodística, conserva la esencia de la crónica, y por eso incluiremos un generoso extracto en la edición.

De hecho, es la única crónica que les presentaremos, ya que los otros tres textos largos son dos reportajes y una entrevista. El primero de los reportajes es un llamado a la nostalgia: se trata de una aproximación a la figura de Aniceto Porsisoca, un referente incuestionable para quienes tienen más de 30 años. El otro reportaje es sobre Fátima, una joven musulmana cuya historia pone rostro a uno de esos temas en apariencia masticadísimos, como lo es el terrorismo yidahista.

Para concluir, una entrevista con el periodista nicaragíƒÂ¼ense Carlos Fernando Chamorro. Hasta hace pocos años un militante sandinista con amplias responsabilidades en el partido, hoy se ha convertido en uno de los intelectuales más críticos con el orteguismo.

Esperamos que la disfrute. Es para lectores como usted.

(Quiero hacer en esta ocasión un pequeño inciso. Los lectores más fieles de la revista ya lo habrán notado. Este texto que subimos jueves o viernes de cada semana es prácticamente el mismo que aparece en la página 2 de la revista del siguiente domingo. Esa página nació y se sigue usando como un anticipo de temas, una manera de decirle al lector qué puede concontrar en la edición que acaba de abrir. Esta semana una lectora se quejó, y lo transcribo iteralmente, de que ‘siempre se presentan los trabajos de Séptimo Sentido como si fueran la gran cosa,  cuando muchos de sus artículos, aunque tienen mucha información, son súper aburridos’. Estoy de acuerdo en que muchos de los artículos son mediocres, muchos; lo que me inquietó fue la acusación de que en esa página 2 siempre se presentan los trabajos como si fueran la gran cosa, siempre. Es mi opinión, pero creo que no siempre se presentan los temas como si fueran la gran cosa.) 

03 Abr 2009 Sobre la edición del 5 de abril

Hay colegas periodistas que en su ignorancia creen que el buen periodismo solo es el que sale de los despachos ministeriales o de las comisiones legislativas. Un artículo lo miden en función de cuántos políticos, funcionarios, analistas o dizqueanalistas aparecen citados como fuentes. En sus celulares tienen los teléfonos de todos los diputados pero ni recuerdan la última vez que caminaron por el centro de San Salvador o que visitaron un cantón por iniciativa propia. Y además, se atreven a mirar por encima de hombro a quien se aleja de esta su limitada concepción de la profesión. En la revista Séptimo Sentido pensamos que el periodismo debe estar pendiente de los ministerios, obvio, pero también debe de estar pendiente de lo que se cuece en las calles. La crónica que el próximo domingo firma Rossy Tejada es un ejemplo meridiano. Aborda un tema que, si se mide con los parámetros del periodista-funcionario, resulta banal. A mis ojos, es un relato que aborda un pedazo de la realidad salvadoreña, como lo es la creencia en los brujos. Con sus virtudes y con sus defectos, que los tiene, esta crónica es un exponente de buen periodismo, aunque en ella no se cite a un solo político.

 

Me extendí demasiado presentando uno solo de los temas, y toca pasar nomás de puntillas sobre los otros tres.  La edición incluye una larga entrevista con Gervasio Sánchez, uno de los más reputados fotoperiodistas españoles, que mantiene una estrecha relación con El Salvador desde que visitó el país en 1984 (leer aperitivo pulsando acá). Además, un reportaje gráfico sobre el inicio de la temporada de la matanza de focas arpa en Canadá, y un fragmento de la novela í¢â‚¬Å“El perro en la nieblaí¢â‚¬Â, del periodista y escritor salvadoreño Róger Lindo.

 

Esperamos que la disfrute. Es para lectores como usted.

02 Abr 2009 Entrevista con Gervasio Sánchez

Gervasio Sánchez es un periodista español que lleva un cuarto de siglo fotografiando y contando conflictos armados y víctimas de los conflictos armados. Su particular odisea, nos dijo, la comenzó con la guerra de El Salvador, allá por octubre de 1984. Hace unas semanas estuvo de nuevo por acá y aprovechamos para hacerle una entrevista que podrán leer en la edición de Séptimo Sentido del próximo domingo.

 

Fue una larga plática la que mantuvimos con Gervasio y lo que acá les dejo, como aperitivo, son algunas de las respuestas que quedaron fuera de la versión que saldrá impresa.

 

Sobre si guarda algún recuerdo especial de la guerra salvadoreña…

Sí, varios. Recuerdo, por ejemplo, que un niño de un campo de desplazados, en San Francisco Gotera, cuando le conté que era de España me preguntó: í¢â‚¬Å“Y su país, ¿con qué país está en guerra?í¢â‚¬Â.  Tenía 11 o 12 años, la edad que tiene ahora mi hijo, pero hablaba con gran madurez. Le respondí que España había estado guerras tremendas, que Europa inventó todo lo peor que ha hecho el ser humano, pero que en aquel momento España estaba en paz. Y en niño me replicó: í¢â‚¬Å“¿Y cómo es un país en paz?í¢â‚¬Â Yo era muy joven y aquello me marcó mucho.

 

Sobre el porqué de su simpatía hacia El Salvadorí¢â‚¬Â¦.

Hay un momento importante en mi vida, que es cuando en 1983 entre a formar parte de Amnistía Internacional en Barcelona, una ONG que en aquel entonces en España era marginal. Pero, nada más llegar, me pidieron que me encargara de Centroamérica y me pusieron sobre la mesa unos grandes fólder sobre El Salvador y Guatemala. Esos informes me impresionaron tanto que me propuse venir para ver con mis propios ojos si eran o no ciertos.

 

Sobre los héroes nacionales de casi todos los países, que suelen ser asesinos…

Sí, sorprende. La lista de héroes históricos está formada por violadores, asesinos, criminales, ladrones que ejercieron el poder en tiempos en los que no había ni periodistas ni ONG ni organismos internacionales.

 

Sobre la ética es lo que diferencia a los buenos y a los malos periodistasí¢â‚¬Â¦

El apego a la ética profesional debe marcar todas las profesiones, no solo a los periodistas. Lo que siempre digo a la gente joven, que tiene muchas ansias de correr, es que primero hay que saber circular por las carreteras secundarias del periodismo, e ir a una velocidad moderada. Las autopistas, querer ganar premios y publicar libros, pueden generar muchos problemas a los jóvenes.

 

Estas respuestas, reitero, fueron los descartes. Espero que les guste la entrevista que saldrá el domingo.

 

Fotografía de Gervasio Sánchez

 

Esta fotografía es de Gervasio Sánchez, de su interminable proyecto í¢â‚¬Å“Vidas minadasí¢â‚¬Â. La Agencia Efe lo acaba de galardonar con el Premio Rey de España por esta imagen.

28 Mar 2009 Los descartes necesarios

Si un reportero ha realizado bien su trabajo, deberá tener muchísima más información que la que quepa en su historia. Y esto es también válido para las crónicas y los reportajes de largo aliento, esos que intentamos escribir en la revista Séptimo Sentido. Acá, bien saben los lectores habituales u ocasionales, raro es que un artículo tenga menos de 2,500 palabras.

Esa labor de decidir qué entra y qué se queda fuera es una de las tareas que a mí me resultan más complejas. Uno tiene que eliminar personajes, simplificar escenas, sacrificar contextoí¢â‚¬Â¦ Y muchas veces no es hasta que el texto está impreso cuando uno se da cuenta de que sus decisiones no fueron las más acertadas.

En el lado derecho, las primeras casas de Marlinda. No hay calles para llegar a esta comunidad y la playa sirve como autopista.

En la edición de mañana domingo incluimos una crónica sobre una paupérrima comunidad de pescadores ubicada en las afueras de Cartagena, Colombia. El propósito de la crónica es jugar con la idea de que la miseria más descarada está en el Caribe, esa región que en el imaginario colectivo í¢â‚¬â€œsobre todo en Europa y Norteaméricaí¢â‚¬â€œ es casi un sinónimo del paraíso. El texto tiene casi 2,800 palabras, pero fuera de esa cantidad se quedaron ideas y personajes.

Un ejemplo:

í¢â‚¬Å“CARIBE GANGA. Comunidad Marlinda. Alquilo rancho privado  a 100 metros de playa. 8 m.², 1 alcoba, 2 hamacas, patio, tranquilidad. $11 mes.í¢â‚¬Â

Durante algunos días estuve convencido de que este anuncio debía integrar la crónica. Lo escribí basándome en los que aparecen en las páginas de Clasificados de los diarios, y pretendía jugar con el precio ínfimo por el que se puede rentar un rancho junto a la playa. Al principio incluso fue una opción fuerte para convertirse en apertura de la crónica (la parte más importante), y al final lo descarté por completo. Aún no sé si me equivoqué.

Otro ejemplo:

í¢â‚¬Å“Alfredo De Ávila, 49 años. Tengo foto de él. Parece más joven, calvo, bigote, se parece a La Muñeca, pulsera y anillos dorados, cachucha roja, gesticula con las manos cuando habla, pantalón con el mío (militar), camisa amarilla, sin pelo. Vive en La Boquilla. Trabaja desde hace 5 años en Ecotours Boquilla. Dan paseos al turista por la ciénaga, y cobran 20,000 pesos por cabeza, 15,000 si van en grupo. Algunas frases suyas: í¢â‚¬Å“Irse a Marlinda no fue invasión, sino que es tierra de los nativosí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“Cuando llegamos el mar no era tanta amenaza y la ciénaga era más profundaí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“Aquí hay pobreza, pero en los pueblos tenemos un don; podemos tener hambre, pero no salimos a robar, mejor a pescarí¢â‚¬Â.

Rebautizado en mis apuntes como personaje #11, Alfredo no terminó siendo parte de mi crónica sobre la comunidad en la que él trabaja. En este caso, la exclusión tiene más lógica: se debe a que tenía a tantos personajes que haberlos incluido a todos habría ensuciado el ritmo. Muchos nombres seguidos no abonan a la comprensión.

La crónica de mañana se titula í¢â‚¬Å“El paraíso feoí¢â‚¬Â, y desde ya les adelanto que tiene algunas falencias. No por ello quise dejar la oportunidad de platicar con ustedes algunas interioridades de este oficio, el oficio más bello del mundo, palabra de Gabo.

22 Mar 2009 Tírennos un pedrazo
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Se agradecen las felicitaciones, pero se echan en falta las críticas constructivas. Lean.

 

Este correo llegó el viernes 13 de marzo, y lo firma René Mauricio Morán.

í¢â‚¬Å“Soy un estudiante de quinto año de Comunicaciones, y estoy muy agradecido con ustedes por tener una revista tan completa, con artículos y crónicas muy ricos en contenido y con una redacción tan especial que lo transporta a uno hasta el lugar que describen. Como estudiante estoy aprendiendo mucho, y tengo muchas preguntas sobre cómo…í¢â‚¬Â

 

Este otro llegó ayer, sábado, y lo firma Arturo Alvarado.

í¢â‚¬Å“Quiero darles las gracias. Una revista como la de ustedes es de lo más objetivo que he visto y vale la pena leerla. Muy pocos medios se han dedicado a hacer periodismo de manera real, objetiva y de calidad. Les doy las gracias por ser como son, y los animo a seguir siendoí¢â‚¬Â¦í¢â‚¬Â

 

Sinceras gracias, René y Arturo.

 

Ahora bien, uno ya lleva lo suficiente en esto del periodismo como para saber que esos correos -motivadores, sin duda- no son más que dos gotas entres un mar de lectores. O un lago. ¿O un charquito?  De hecho, hemos notado acá un bajón en el número de correos que han caído al e-mail en las últimas semanas, y algo parecido está sucediendo con los comentarios en este blog. Es cierto que el bajón coincide con el final de una campaña política extenuante en la que la revista se mantuvo al margen, pero no sé si habrá algo más detrás.

 

 

Soy de la opinión de que el periodismo ha sido uno de los grandes perdedores de la contienda electoral. Los medios dominantes se alinearon descaradamente con ARENA, y los pocos medios de izquierda hicieron lo propio con Mauricio Funes. Desde el punto de visto de la ética periodística, unos no son menos pecadores que otros. En medio quedó un diminuto grupito de medios y periodistas que intentaron capear el temporal lo mejor que pudieron o supieron. Y la revista, aunque repito que apenas publica temas de corte político-partidario, intuyo que también salió manchada. Así lo creo yo, opinión personal, mía.

 

Así las cosas, los invito, en especial a los críticos, a que nos señalen cuáles son los errores que cometemos en Séptimo Sentido, pero exclusivamente en la revista, no nos carguen cruces ajenas. Me refiero a qué falta, qué sobra, qué huele mal, qué necesita retoques, qué gusta, secciones, temáticasí¢â‚¬Â¦ Parafraseando a René Pérez, el vocalista del grupo puertorriqueño Calle 13, les invito a que levanten los brazos, agarren una piedra y nos tiren un pedrazo. Bajo el título del post hay un enlace para dejar comentarios.

 

La retroalimentación con los lectores, estoy convencido, es uno de los pilares de la sanidad periodística.

06 Mar 2009 Esto espera a los malos periodistas
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Unas gotitas de humor para contrarrestar esta campaña polítca tan eterna, hueca de argumentos y violenta, en la que ni los periodistas nos hemos librado de recibir golpes. Les invito a ver este video promocional de un diario uruguayo llamado íƒÅ¡ltimas Noticias, aunque la invitación a que lo vean nada tiene que ver con esa cabecera en concreto.

Casi les puedo garantizar que les va a gustar.

Ahora les invito a que comenten lo que acaban de ver. Les doy pie: ¿vieron algún parecido con nosotros, con la prensa salvadoreña?  Por favor, les ruego que los comentarios sean dentro de los márgenes del respeto.

01 Mar 2009 El temor inexplicable
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Dicen que los periodistas, cuando se reúnen entre ellos, solo saben hablar de periodismo. Estoy convencido de que, como toda generalización, la afirmación está plagada de excepciones. Pero en mi caso particular, así ocurre. La mayoría de mis amigos y conocidos salvadoreños son periodistas, y casi siempre en nuestras pláticas se cumple la máxima con la que arranca este párrafo.

 

El pasado viernes no fue la excepción. Un colega y amigo llamado Carlos Martínez (que trabaja en el periódico digital El Faro) y yo tuvimos que soportarnos durante buena parte de la noche. El grueso de lo discutido, obvio, el periodismo. Y de todo lo que hablamos hay un punto que me gustaría compartir con ustedes: el temor que se siente a veces en esta profesión. No me refiero a amenazas o maltratos de parte de las fuentes, que por fortuna no son tan habituales en El Salvador ocmo en otros países. Ambos hablábamos de un temor más subjetivo, menos evidente, un temor que uno puede incluso evitar porque es el periodista quien lo busca, un temor que rara vez se comparte en una plática, un temor difícil de explicar con palabras.

 

Por contar una buena historia uno es capaz de afrontar riesgos que van más allá de lo que le exigen su contrato o su jefe. Dar ese paso cuesta, a veces: es irse solo a la colonia más recóndita y mísera de una ciudad desconocida, o subirse en marcha al último tren lleno de migrantes, o hacer esa pregunta que sabemos que enojará al entrevistado de turno, o citarse con un marero.

 

En lo que ambos coincidimos es en la dulzura de la sensación que se tiene cuando uno vences las dudas. Hablemos de la situación que hablemos, pocas sensaciones son más amargas que quedarse con las ganas de preguntar o de conocer… cuando a uno se desvive por esta profesión que Gabriel García Márquez definió como el oficio más bello del mundo.