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15 Ene 2010 Sobre la edición del 17 de enero

En esta edición les presentamos a  dos personajes que han grabado sus nombres en la historia gracias a su desempeño en la política. Desde Europa,  Margaret Thatcher ha quedado inscrita como  la única mujer, hasta el momento, que ha sido elegida como primera ministra británica. Y aquí, en El Salvador, Héctor Dada Hirezi se ha destacado como un político de firmes convicciones.

Tras la publicación de documentos que estaban clasificados, ha quedado al descubierto el carácter fuerte, elitista y abiertamente racista de Thatcher, quien  supo imponerse como funcionaria.

Héctor Dada Hirezi es un hombre con un currículo larguísimo que no se limita a la política. Puede hablar con conocimiento de causa de una amplia variedad de temas: desde la ingeniería hasta la literatura; desde la economía hasta la religión.

En una entrevista realizada por Gabriel Labrador, Dada Hirezi deja ver su pasión por lo socialdemócrata, su faceta de padre tolerante y su convicción cristiana. Este artículo dibuja tanto al político como al hombre.
¦lt;br /> Incluimos también un trabajo que se basa en la poca importancia que en el país se le da a los traumas psicológicos que quedan en los damnificados de los desastres naturales, como en el caso de las lluvias del 8 de noviembre.

Entre la urgencia de conseguir comida y techo, se pierde la necesidad de superar las heridas que no se ven. Y estas, igual o más que un golpe, pueden imposibilitar el regreso a las labores cotidianas.

Esperamos que la disfrute, es para lectores como usted.

07 Ene 2010 Sobre la edición del 10 de enero
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En esta edición pesan los niños. Desde los que crecen en una casa humilde, pero rodeados del amor y las atenciones de una familia que los protege; hasta los que jamás han recibido un abrazo de sus progenitores.

Hace 15 años, el hogar de la familia Del Cid Flores vivió una revolución. Esperaban la llegada de cuatro bebés y ya eso disparaba las alertas y las preocupaciones. Al final, sin embargo, recibieron a cinco pequeñitos hambrientos y gritones. Faltaron manos para atenderlos, pero sobró el cariño y la voluntad para criarlos bien.

Ahora los quintillizos son adolescentes y, aunque el dinero siempre ha faltado, les ha sobrado el coraje para aprovechar cada oportunidad que han encontrado. Van a la escuela, estudian inglés y ayudan en el hogar.

En el otro extremo, Moisés es un bebé a quien su madre abandonó en el Hospital de Maternidad. En sus cinco meses de vida, solo ha conocido de las atenciones que le brindan en el ISNA. No sabe de calor de hogar. Aquí mismo se encuentra también Jackelin, una niña que vive esperando con ansias la visita de su madre. Y están tantos más a quienes la Navidad les supo a nada, porque nadie los abrazó.
Como ellos, a cientos se les va la niñez en centros de atención en donde encuentran cubiertas sus necesidades básicas, y nada más. No habrá calor, ni consuelos, ni mimos, de los que los quintillizos  -en toda su pobreza- tanto gozaron.

Lo dicho, en esta edición pesan los niños.
Esperamos que la disfrute, es para lectores como usted.

30 Oct 2009 El camino

Este es el recuento de lo que el fotoperiodista íƒâ€œscar Leiva encontró mientras realizaba un extenso fotorreportaje acerca de la generación de energía eléctrica.

El reportaje ‘En busca de la chispa adecuada’  fue un esfuerzo  fotográfico que arrancó hace unos meses en la oficina de mi editor. Ahí se planteó el reto de tocar a profundidad el tema de la energía en El Salvador. Desde el inicio sabíamos que uno de los temas importantes era constatar si en el país existían esfuerzos reales por encontrar nuevas fuentes de energía renovables y alternativas para satisfacer futuras demandas y apelar a la conciencia del lector sobre la necesidad de que cada quien, desde su hogar, debe convertirse en un luchador contra el  derroche de los preciados y limitados recursos que tiene El Salvador.   

Es difícil imaginarse la vida  en un mundo sin energía eléctrica. Damos por hecho que la luz siempre estará  ahí. Pensamos que ese  foco encenderá siempre que se nos antoje activar un switch en la pared. Casi nunca meditamos sobre nuestro consumo  y hábitos de ahorro hasta que tenemos en frente el siempre puntual recibo del pago de la  luz.
Cambiar el panorama energético implicaría  empezar a  desintoxicarnos de la enorme dependencia de la sociedad al  uso de combustibles fósiles tanto para movernos en nuestros autos, como para generar energía en las múltiples plantas térmicas que producen entre 40% y 50% de la electricidad en nuestro país. Este es un mal necesario mientras no encontremos soluciones energéticas diferentes, a pesar que contamos con recursos hidroeléctricos y geotérmicos.

Durante el trabajo de campo llegué  casi por accidente a  las puertas del hogar de María Elena Nájera,  una humilde mujer residente en el asentamiento humano Guayaltepeque, en Nahuizalco. Ella en su hogar cuenta  solo con un foco de luz el cual enciende con una batería de auto. Esa escena contrasta con el desperdicio de recursos que se vive en el centro de San Salvador. Cientos de ventas callejeras   mantienen sus luces encendidas a media noche a pesar de que los clientes duermen. Ahí nadie piensa en ahorro energético. No existe esa cultura.
 Conocí personas que tienen ideas radicales para el futuro, gente que ve cercana la posibilidad de ‘desenchufarse’ del sistema y de los recibos de luz al considerar la energía solar  como una solución viable. Después de todo, somos un país donde lo que menos hace falta es sol. Muchos solo esperan que esta tecnología registre una baja de precios, porque, por el momento, requiere una fuerte inversión y mantenimiento.

Tuve la oportunidad de conocer proyectos humanitarios que han llevado  energía solar a lugares remotos como el cantón El Mojón, en Tepecoyo, o en la Antigua Barra de GíƒÂ¼ija, una comunidad  de 18 familias que permanece aislada por las aguas del lago metapaneco durante todo el invierno y parte del verano. Así, los ojos de los niños que viven en el cantón El Tablón, en Berlín Usultután, brillan mientras hacen cola para utilizar una computadora de bajo costo que les ha permitido saltar í¢â‚¬Å“años luzí¢â‚¬Â en calidad educativa gracias a una donación de paneles solares de la ONG Intervida.

 También fortalece saber que en este país se realizan investigaciones pioneras en pequeños laboratorios que están permitiendo  logros motivadores en esta búsqueda de nuevas chispas que muevan nuestro mundo.

¿Cuándo encontraremos el remplazo del petróleo y otros combustibles fósiles que contribuyen al cambio climático? ¿Cómo sería un mundo sin derroche de recursos y conectado a energías no contaminantes y renovables?  No es necesario que usted encuentre las respuestas ni que haga el descubrimiento energético del siglo. Basta con que apague el foco que no ocupa. No abra la refrigeradora sin saber antes qué va a sacar. Se cambie a focos ahorradores. Y, sobre todo, hable del tema’.

29 Oct 2009 Seres conscientes

¿Cuántas veces ha olvidado apagar un foco, desconectar aparatos o apagar el televisor? ¿Ha pensado en cuánto dinero cuesta esta indiferencia, o lo que es peor, cuántos recursos naturales se desperdician? Hasta ese grado de concientización nos hace llegar el fotorreportaje que presentamos en esta edición.

íƒâ€œscar Leiva es un fotógrafo dedicado, joven y muy entregado a buscar que sus trabajos tengan un alto grado de profundidad e investigación. Así fue como, en mes y medio, visitó más de una docena de lugares para registrar con su cámara el proceso de generación eléctrica. Esa faena se traduce en un entrega de 16 páginas que, además de instruirnos, nos hace pensar en cuán importante es ahorrar energía y apoyar los esfuerzos encaminados a buscar fuentes de electricidad más limpias y renovables.

Advertimos que la revista que ponemos este día en sus manos está llena de material para reflexionar. Es el caso de la entrevista de perfil que Roberto Valencia hizo a Douglas Omar García Funes, jefe del Centro Antipandillas Transnacional.
García Funes es un policía con experiencia que ha ocupado cargos importantes. Y en esta ocasión, con conocimiento de causa, habla de los errores cometidos en la lucha contra las pandillas. Se refiere a los planes Mano Dura como teorías que, en la práctica, se torcieron. Y reconoce que se cometió una terrible falta al no impulsar medidas preventivas hace un par de décadas, cuando las pandillas eran grupos de jóvenes que pintaban paredes.

Esperamos que la disfrute, es para lectores como usted.

27 Oct 2009 El poder de las palabras

 

í¢â‚¬Å“A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»

El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe.í¢â‚¬Â

Así empezó Gabriel García Márquez, afamado escritor colombiano, su discurso í¢â‚¬Å“Botella al mar para el dios de las palabrasí¢â‚¬Â. En la coyuntura de este país, estos párrafos caen como profecías. Y no para salvarnos, sino que para condenarnos. Porque jamás ese poder de las palabras se ha precipitado con tanta furia como aquel día en que ellas se cargaron de amenaza y esparcieron miedo en una población demasiado sensible ya a las historias de terror.

Calles casi desiertas, supermercados cerrados, clases suspendidas y ansiedad enfermiza por llegar a casa fue lo que se vivió. Lo de citar a García Márquez no obedece solo a su magistral discurso. Las escenas que se registraron ese día a causa de un correo electrónico tienen todos los ingredientes del realismo mágico, moviento literario del que el colombiano es uno de los máximos exponentes.

Es tan así, que si ese correo hubiera dicho que podemos volar envueltos en sábanas, al mejor estilo de Amaranta en Cien años de soledad, ¿lo habríamos creído? Quien sabe, en estos tiempos en los que  grupos delincuenciales como las pandillas pueden publicar un comunicado en un periódico que se dice serio, cualquier cosa es posible. Cualquier cosa.

 Y como dicen, éramos muchos y parió la abuela. No bien acababa de ingresar a mi cuenta de correo el lunes, cuando me encuentro con que la Sombra Negra, asesinos autoproclamados héroes, se han arrogado el derecho de usar las palabras para decirnos a los salvadoreños que van implementar una especie de saneamiento, un exterminio de delincuentes. Como si no hubiéramos sacado tanto ojo, que no quedan más para cumplir con la ley del Talión.

 Y así iba yo por la semana, entre sorprendida y aterrada con el poder de las palabras. Agobiada porque resulta que esas mismas de las que García Márquez habló tan bien, han caído como plomos en esta sociedad que exuda horrores. Así iba, hasta que un día, a punto de dejar de mi casa, escuché algo que me hizo explotar el corazón:  í¢â‚¬Å“mmmaaa, mmmaaaí¢â‚¬Â, dijo mi hijo en medio de balbuceos motivados por algo tan básico como el hambre.

 Pasado mi alboroto, mi celebración y mi orgullo, reflexioné. Y entonces no pude dejar de pensar en la pregunta del cura: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?». Yo le respondería que sí. Una sola, a medio decir, ha sido capaz de inyectarme esperanza, aun cuando mil más me hayan hablado de muerte.

23 Jun 2009 La imagen
 |  Categoría: Autobombo  | Tags: , ,  | 1 comentario

Tiene cara de ausente. Se ve ajena por completo al cateter, a la silla de ruedas y al muñón que le quedó tras sufrir la amputación de su pierna derecha. Joseline Salguero, de siete años, fue víctima de la explosión de una granada. En julio de 2008, su imagen ocupó la portada de esta revista.

 Matilde Elena López está sentada en un trapecio con la mirada en quien sabe qué. Es un retrato de la vejez de alguien que fue la primera ensayista salvadoreña. Fue una portada de diciembre de 2008.

Una hilera de libros que como mínimo tiene 100 años. Se ven rotos, apolillados, remendados. Es un triste ícono del estado de la Biblioteca Nacional de El Salvador. La imagen estuvo en portada en marzo de este año.

Séptimo Sentido fue publicada por primera vez el 29 de junio de 2008. En 52 ediciones, hemos intentado construirnos una identidad, un rasgo con el que ustedes, nuestros lectores, puedan reconocernos en el campo fotográfico. No ha sido fácil. A veces hemos acertado y otras, quizá no.

Ahora los invitamos a que nos digan cuál o cuáles han sido las imágenes de portada que mejor recuerdan, las que más los impactado. Con su ayuda veremos mejor el camino a seguir.

Gracias por acompañarnos en este primer año.

13 May 2009 Maternidad
 |  Categoría: Aperitivo  | Tags: , , ,  | 1 comentario

í¢â‚¬Å“Y ya que están en cuestiones de cama, se pasan a los otros usos que se le da a ese mueble. En tono de queja, como quien tantea a las que le rodean, una de ellas habla de su compañero de vida, de los deseos que él no siente saciados, de la fatiga que ella siente en cantidad y de que por eso ella prefiere no pensar en cómo ese su marido estará drenando el exceso de energía. Ella, que no es una adolescente, dice que mejor ya va a dejar de chabacanear y ríe. Y yo pienso que en este estado de inseguridad física y descargas hormonales, quizá ría para no llorar.í¢â‚¬Â

 

Este es uno de los párrafos que se descartaron durante la edición de un texto acerca de la maternidad que se va a publicar este domingo. Cuando escuchaba a la interlocutora expresarse del sexo durante el embarazo como si fuera una obligación, no pude hacer otra cosa más que sorprenderme de cuánto trabajo por hacer queda en materia de educación integral de las mujeres salvadoreñas.

 

La preñez, como sé ahora a mis casi ocho meses de gestación, es una etapa de susceptibilidades, ansiedades y debilidades. En este período, si se tiene un compañero con quien compartir la experiencia, se espera que sea alguien que ayude, no que agregue más estrés. Pero se tiene conciencia de esto, si también se es consciente de que una se une a alguien no para servir, sino para compartir.

 

Da tristeza saber que en este país que se precia de contar con centros comerciales modernos y estar entre los de renta media, aún no hayamos podido acabar con la discriminación y los estereotipos dañinos para empezar a dignificar a las mujeres.

20 Abr 2009 Violencia

í¢â‚¬Å“¿Y no creen que con esos reportajes hacen daño porque le dan una mala imagen al país?í¢â‚¬Â. Es la pregunta que hizo una doctora cuando supo que trabajábamos en una historia sobre violencia entre pandillas de Ilopango.

Mi respuesta fue que no se puede tapar el sol con un dedo. Y ella dijo que no hablaba de ocultar, sino de valorar si es necesario publicar cierta información. Mi respuesta fue que el periodista es solo un mensajero. ¿Se puede atribuir culpas a un periodista por publicar cómo se vive en el país más violento de América Latina, según la Organización de Estados Americanos (OEA)?

El debate está abierto.

03 Mar 2009 El favorito

Una persona suele tener claras ciertas preferencias como el sabor favorito en postres, el color favorito, la comida favorita o incluso el programa de televisión favorito.

Pero cuando se trata de libros, la respuesta no siempre es tan sencilla. Algunos enumeran la lista casi completa de los que han caído en sus manos. Otros hacen coincidir al último que leyeron con su favorito. Y hay unos í¢â‚¬â€œlos más- que se remontan a su paso por el bachillerato para sacar de ahí alguno del que recuerden título, autor, argumento o lo que sea.

La lectura en El Salvador es pobre. Eso han dicho ya los pocos estudios que al respecto se han hecho. En la última encuesta de hábitos de lectura de alumnos de bachillerato, realizada por la Universidad José Matías Delgado, aparece que los libros más leídos por iniciativa propia son ‘La Ilíada’ y el ‘Popol-Vuh’, en ese orden de preferencia. Y lo que los estudiantes responden a la pregunta de í¢â‚¬Å“¿qué libros ha leído por obligación?í¢â‚¬Â es no menos que sospechoso: el ‘Popol-Vuh’ se queda con el primer lugar y ‘La Ilíada’ con el segundo.

Los síntomas de nuestra tan arraigada falta de ganas de leer son variados. A esta revista han llegado mensajes en los que se advierte como un problema la extensión de los textos. El escritor nacional se mete al negocio con completo conocimiento de que no se hará rico. Y en las librerías y bibliotecas saben que el lleno total es una utopía o, en el mejor de los casos, algo que se da en muy raras ocasiones.

El tema es rico en aristas, personajes y escenarios. Pronto, en Séptimo Sentido será publicado un trabajo periodístico que es el resultado de varias semanas de reporteo. Pero antes, quise responder a eso del libro favorito. Confieso que la etapa en la que más leí fue cuando estuve en la universidad. De ahí en adelante, el tiempo para esta actividad se me ha ido reduciendo hasta casi no existir. De todos modos, después de un buen rato de meditación, decidí que mi favorito es ‘La Tregua’. Me gusta la crudeza de la cotidianidad que crea Mario Benedetti.

Si usted ya decidió cuál es su favorito, lo invito a que nos lo recomiende.

 

 

15 Dic 2008 Los callos
 |  Categoría: Viajes  | Tags: ,  | 3 comentarios

Vengo tarde. Este blog lleva varias semanas de existencia y esta es la primera vez que voy a escribir. No tengo excusas, así que dirijo a los lectores las disculpas del caso por la tardanza.

De lo que quiero reflexionar es de los callos. Ese pellejo duro que sale en cualquier parte de los pies o de las manos. Yo, por principio estético, los odio. Y los odio porque los he tenido. Me salía uno en el dedo mayor de la mano derecha cuando en el colegio tenía que escribir páginas y páginas de teorías que ni recuerdo y que creo que no necesito. Me salieron en  los pies cuando me embutí en esos tacones de aguja destalonados y de punta estrechísima. Y me salen ahora en la parte de atrás de la muñeca derecha por deslizar el ratón de la computadora. Los callos son eso, protección, defensa ante algo que con constancia lastima.

Lo que pasó fue que los tres meseros me decían al mismo tiempo y en un leguaje que entendía a medias que me fuera del restaurante. Pocas veces me he sentido tan vulnerable, tan sola, y tan profundamente dañada en mi integridad. Yo quería agua, y al parecer uno no puede sentarse en un restaurante de los Campos Elíseos, en París, solo para pedir agua.

No sé por qué los meseros hicieron eso. No les pregunté. Y la verdad, a estas alturas, el hecho mismo no es lo que me llama la atención.

Cuando conté mi episodio a otros franceses. La explicación que más escuché fue esa que tiene que ver con mi color de piel. í¢â‚¬Å“Es que eres negritaí¢â‚¬Â, fue la que con más gracia y diplomacia me dijeron. Eso es lo que me llama la atención. A estas alturas del siglo, ¿cómo es posible que la explicación más frecuente para un hecho como el descrito tenga que ver con la piel?

Yo sé que soy negrita, solo que no pienso en eso como algo que pueda traer problemas. No suelo pensar ni en eso, ni en mi acento, ni en mi nacionalidad como cosas por las que alguien me pueda lastimar. Nunca había tenido que pensar en tener callos en esas áreas.

Y por eso no disimulé mi asombro al oír toda clase de historias de lo que otros í¢â‚¬Å“negritosí¢â‚¬Â latinos o marroquíes o árabes probablemente han tenido que pasar por esos lados.

París fue la semana pasada sede de la conmemoración del 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por eso, y no por otra cosa, anduve por ahí. En la ceremonia, los discursos de personalidades de la talla de Mary Robinson y Jimmy Carter fueron fuertes. Pero al margen de todas las palabras y las imágenes acerca de la lucha de muchos por reivindicar la dignidad humana, nada me conmovió más que el pensar que, al parecer, en esos lados, la gente como nosotros todavía necesita armarse de callos para protegerse. Porque lo más seguro es que ante cualquier cosa fea que les suceda, la explicación más frecuente que van a escuchar va a tener que ver con su acento, su nacionalidad o su piel.