Archivo por meses: diciembre 2012

Al servicio de los demás

Queridos lectores, cada vez estamos más cerca de la celebración del nacimiento de Cristo Jesús. La lectura del santo Evangelio de este domingo está tomada de san Lucas (1, 39-45)
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Quiero que nos centremos en un punto específico en esta lectura: El servicio de María. Cuántas veces cuando nos dan una noticia importante esperamos que los demás vengan a felicitarnos, que hagan algo por nosotros, pero pocas veces pensamos en lo contrario, servir a los demás.
María nos da un gran ejemplo de servicialidad. Al saber que ella sería la madre del Mesías, del Hijo de Dios, podría haber actuado de otra manera, esperando ser servida, atendida y puesta en un trono. Sin embargo, al saber la noticia, corrió apresurada a servir a su prima Isabel.
Este día te invito a que a ejemplo de María, seas el primero en servir, en ser atento y amable con tu prójimo, no solo con las personas que amas. Para ti que ya tienes años perseverando en el camino del Señor, debes ser testigo fiel del amor de Cristo en tu corazón. Quien ya ha tenido un encuentro personal con Dios no puede quedarse callado, ni cruzado de brazos, debe ir y proclamar el amor y como María ser ejemplo de vida.
Para ti que estás un poco alejado de los caminos del Señor, te invito para que en este tiempo tan especial, en que estamos tan cerca de celebrar el nacimiento de Jesús puedas dejar que Él nazca en tu corazón. También, a que María sea un ejemplo en tu vida y puedas imitar sus virtudes, como la que hemos reflexionado este día, la servicialidad.

El buen proceder

Queridos hermanos y hermanas, en este domingo la Palabra de Dios está tomada del Evangelio según san Lucas (3, 10-18), en el cual el Señor nos habla directamente al corazón y nos orienta en nuestro proceder.
En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?” El contestó: “Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo”. También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?” El les decía: “No cobren más de lo establecido”. Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” El les dijo: “No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario”. Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”. Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena nueva.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús
Muchas veces nos preguntamos cómo debe ser nuestro proceder ante ciertas situaciones, en nuestros trabajos, familias o lugar donde nos desenvolvemos. Juan el bautista, como antecesor de Jesús, les daba indicaciones en su proceder a la gente de ese tiempo. Más tarde Jesús vino para reafirmar lo que Juan decía, pero con más autoridad, pues él venía como el Mesías.
Sin embargo, esas palabras no eran solo para las personas de ese tiempo. La Palabra de Dios es eterna y hoy te quiero cuestionar sobre el proceder en tu vida, no para juzgarte, sino para que medites en los aspectos que puedes mejorar.
Nunca se tiene tan poco, como para no poder compartir de nuestra pobreza. Ya lo dice el evangelio “Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo”. Este tiempo de adviento, tiempo de espera, debe servirnos para compartir con nuestro prójimo, dar desde el fondo de nuestro corazón y por amor, no por obligación.
Como ya lo decía anteriormente, este tiempo debe servirnos para preparar nuestro corazón, al igual que narra el evangelio, esperar al verdadero Mesías, Cristo Jesús. Por eso, te exhorto a que te esfuerces y des lo mejor de ti, compartiendo con tu prójimo para preparar bien tu corazón y así saber que has tenido un buen proceder.

Padre Martín.

Lo tortuoso será recto

Querido lector, para este domingo 9 de diciembre encontramos en la lectura del santo Evangelio según san Lucas (3, 1-6) una clave para nuestras vidas. Un mensaje listo para que lo interioricemos y recibamos la gracia santificadora de Dios.
En el año décimo quinto del reinado de César Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Filipo, tetrarca de las regiones de Iturea y Traconítide; y Lisanias, tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías. Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías: Ha resonado una voz en el desierto: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Acá encontramos una respuesta a las muchas preguntas que ante las dificultades de nuestra vida hacemos a Dios. En manera concreta, podemos decir que Dios es la solución a todas nuestras desventuras, que es la paz en nuestra tormenta y nuestra agua en el desierto. Si buscamos decirlo de otra manera nos referimos al texto bíblico que acabamos de leer: Todo valle será rellenado, montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios.
Todo vacío y rencor que hay en tu corazón por un maltrato físico o psicológico será rellenado. Cualquier montaña de divorcio, deudas económicas o depresión serán rebajados. Los hijos o cónyuges que andan en caminos de vicios adicciones volverán al camino recto. Todo lo que te quita la paz no existirá más. Como hemos escuchado y leído: Jesús es el camino, la verdad y la vida. Solo necesitamos abandonarnos a Él para que obre en nuestra vida.
En este tiempo de adviento, en realidad preparemos nuestro corazón para que el Niño Dios nazca en Él. Pongamos de nuestra parte para que cualquier rencor sane. Elimina el odio y deja espacio para que entre el amor salvífico de Jesús.

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