El apóstol San Juan en su evangelio nos narra en una forma muy vivencial los últimos minutos de la vida de Nuestro Señor Jesús -y quien si no él, quien estaba al pie de la cruz junto con la SantÃsima Madre MarÃa- y señala un detalle que me parece oportuno abordar, ya que estamos cada vez más cerca de celebrar la Pascua del Señor.
En Jn. 19, 25 señala el evangelista que “Junto a la cruz de Jesús se encontraba su madre….”. Ella estaba de pie junto a la cruz, en el latÃn se ocupa la palabra “stábat”, que significa “estar de pie”. Con la profundidad del pensamiento de San Juan, el stábat de MarÃa en el calvario es el de la madre que sufre, pero que lo hace con entrega, con amor, sin odios, sino con la conciencia de que su dolor servirÃa para algo, para que la salvación del mundo fuera posible.
La Madre MarÃa no quiso en ningún momento subirse a la cruz a desenclavar a su hijo, tampoco dijo “clávenme a mà en su lugar”, aunque sabemos que tal era su amor que bien podrÃa hacerlo, pero la Virgen estaba plenamente consciente de que la muerte de Jesús era precisamente para vencer a la muerte eterna, ella tenÃa puesta su visión en la resurrección.
Un detalle interesante es el que nos presenta el evangelio de San Mateo cuando dice que al momento en que Jesús muere en la cruz se produjo un terremoto, muchos muertos quedaron fuera de sus tumbas y el “velo del templo se rasgó de arriba hacia abajo” (Mt. 27, 51).
Pero a pesar del terremoto, la cruz de Jesús no se cayó, ¿sabes por qué?, porque Jesús estaba en ella y al pie de esa cruz sangrienta se encontraba MarÃa, bien agarrada de ella.
MarÃa no se resquebrajó ante el horror del deicidio, simple y sencillamente porque se agarró de la cruz con la fuerza de su amor por Jesús, por su fe en la resurrección gloriosa y de seguro porque el mismo Señor la habrÃa preparado en sus muchas conversaciones que juntos tenÃan de sobremesa o cuando juntos realizaban alguna tarea cotidiana en el hogar.
Tú que estás atravesando penas y dolor, crisis de todo tipo: en la salud, en los negocios, en la fe, en el amor, en fin, en cualquier área de tu vida, imita a la Madre de Jesús y no te sueltes de la cruz y en cualquier situación por la que atravieses, no te caerás si en tu cruz se encuentra Jesús.
Ãnimo, te fe…de cualquier problema podrás salir si tan sólo le permites a Jesús estar en tu cruz, desde ella sacrificarse por ti, recordarte que todo dolor, todo sufrimiento Él ya lo sufrió primero. Mi consejo esta semana es: ¡¡¡agárrate fuerte de la cruz!! y verás que el temblor no te hará caer, porque la de Jesús, como ya lo he dicho, no cayó.
¿Qué piensas?