No vivamos atados pensando en el fin del mundo, porque nos podemos olvidar de vivir.
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad
Pbro. Lic. Martín Enrique Àvalos
No vivamos atados pensando en el fin del mundo, porque nos podemos olvidar de vivir.
Padre Martín, siempre estoy muy atenta a su página, pero quiero que me ayude a esclarecer algo que desde niña he padecido y es que fuí catequizada con las Hijas de María desde 1972, pero hasta la fecha, cuando asisto a cualquier evento de la iglesia,y canto las alabanzas siempre lloro y mi garganta se cierra a tal grado que termino bañada en lágrimas más cuando veo la imagen de Jesús en la cruz. Mis dos hijos me preguntan Por qué lloras mami ? y les digo porque siento que JESUS está aquí. Padre, yo nunca le he hecho mal a nadie, ayúdeme a saber por qué siento esto en mi vida y guíeme por favor
Habran los ojos, Deuteronomio 5:8 No haras para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que esta arriba en los cielos, ni abajo en la tierra.
Entonces porque tienen esos palos en sus casas, acaso caminan, acaso respiran cuando han visto a un animal hincarse delante de un pedazo de palo o yeso.
Y quien de la tierra es justo para decirle nuestros pecado, los curas nada los hace santos, para empezar estan violando el segundo mandamiento de no hacer ninguna imangen.
Despierten no se hinquen como tontos delante de los palos o las piedras esas no tienen poder, SOLO MI JESUS TIENE UN GRAN PODER y al el le creo de corazon.
Despierten aun hay tiempo no sigan en medio de la bestia salgan de alli.
¿Quién dijo que los sacerdotes son santos? Son seres humanos, como cualquier persona, con defectos y virtudes. ¿Acaso son santos los pastores protestantes, o cualquier otro pastor de otra religión?
Sobre hombres imperfectos fundó Jesús su iglesia, porque nos conoce y porque sabe que podemos si así lo queremos, irradiar luz de nuestro interior a pesar de nuestras debilidades.
Si para Marlon el crucifijo es un palo, qué le podemos hacer. Para mí ese crucifijo me recuerda el sacrificio que Jesus hizo por mí. Gracias a ese crucifijo pude entender el amor de Dios hacia nosotros. Pude valorar mi vida cuando ya no me quedaba ninguna esperanza, porque supe que si Jesus había sacrificado su vida por mí es porque soy una persona valiosa para él y valía la pena continuar en este mundo luchando para ser mejor.
Lástima que para él sea solo un palo, lástima que su visión sea tan corta, lástima que solo vea con los ojos del cuerpo y no los del alma.
Adoro a Jesús y creo en El, porque vino a este mundo por todos nosotros y veo en ese crucifijo el hermoso sacrificio que hizo por ti y por mi.