El amor cristiano

Jesús sigue dejándoles recomendaciones a sus discípulos y los trata con mucho cariño. Les dice: “HIJITOS, TODAVÍA ESTARÉ UN POCO CON USTEDES”. Les ha dado ejemplo de amor para que lo imiten. Jesús habla con autoridad y les dice: “LES DOY UN MANDAMIENTO NUEVO. QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO”. La diferencia que hace Jesús es el cómo nos ama Él. Al estilo de Él es como un mandato, una orden que nosotros tenemos que cumplir, es decir, un mandamiento propio de los tiempos nuevos que empiezan. La Sagrada Biblia, hablaba de fidelidad interior a Dios y de amor al prójimo. Este mensaje; sin embargo, quedaba oculto por la maraña de los formulismos. Además son muchas las maneras de amar. El fanatismo religioso puede encubrirse tras el amor a Dios. Aquí en cambio el amor es la única ley y para saber cómo se aplica, debemos siempre referirnos a los ejemplos que Jesús nos dio en su vida.
Nuestro amor se va identificando con el mismo amor eterno de Dios, que al fin deberá actuar solo por medio de nosotros. El amor autentico viene de Dios y hará que todos volvamos a la unidad en Dios. El amor, según Dios es el que libera al prójimo y lo inicia a desarrollar plenamente los dones que el Señor le entregó. El amor se inspira en el de Cristo, respeta el misterio del otro y lo ayuda a ser lo que Dios quiso que fuera pasando por muerte y resurrección. Para amar al prójimo tenemos que morir a muchas cosas que nos impiden amar de corazón. Tenemos que olvidarnos de nosotros mismos, olvidar las ofensas que recibimos y que nos dañan mucho. Que se nos hace difícil de perdonar cuando lo hacemos con nuestras capacidades, pero si amamos unidos a Cristo todo es posible. Ese es el amor del cristiano. Realmente pidamos a Dios con fe, que nos bendiga regalándonos su gracia para amar como Él y con nuestra madre María Santísima que nos acompaña siempre.
Amén.

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