Archivo para enero 20th, 2009

20 Ene 2009 Todo es relativo
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Este es el centro de Vitoria-Gasteiz, la ciudad que me vio nacer allá por 1976 y que me ha vuelto a acoger durante unos días. Siempre lo repito, pero lo haré otra vez. Esta es la ciudad que presta su nombre al polideportivo situado en Nejapa, el complejo en el que juega el equipo de fútbol del pueblo.

Plaza de la Virgen Blanca

Plaza de la Virgen Blanca

Hoy estuve dando el que seguramente sea mi último paseo matutino por sus calles. El cielo estaba azul intenso y brillaba un atípico sol, condiciones bastante anómalas para estar en pleno invierno. La temperatura, eso sí, gélida. Rondaba los 4º C.

Caminando con mi esposa Iris, comentamos que este año no había habido ni un solo homicidio en las casi tres semanas que llevamos acá. La ciudad tiene unos 240,000 habitantes. En las vacaciones de hace un par de años ocurrió uno, y los medios de comunicación locales estuvieron hablando del suceso varios días. ¿Con qué llenan las páginas de los periódicos? Como se puede apreciar en la imagen de la céntrica plaza de la Virgen Blanca, acá no hay ventas informales ni basura acumulada en las calles ni ruidos estridentes. En el tiempo que llevo, las principales noticias locales han sido la inauguración de un tranvía, la gran nevada del 7 de enero, la crisis primermundista que se vive acá, las victorias del equipo de baloncesto y las derrotas del equipo de fútbol. Suena a poco. Esta es la capital del País Vasco, y habrá elecciones al Parlamento en menos de mes y medio. Pero no hay pinta ni pega. La campaña política se ciñe acá a las dos semanas previas al día de la votación. Tampoco he visto ningún accidente de transito en la ciudad, ni siquiera uno pequeño. Nada de tuberías rotas ni de peleas entre bandas de jóvenes en las calles.

Demasiado tranquilo todo, demasiado cuadriculado. No es que uno esté deseando que la gente se mate, pero la verdad es que esto es demasiado aburrido. Acá no lo saben, porque no conocen otra cosa. Pero, al margen de las consideraciones personales, El Salvador es un país infinitamente más atractivo para un periodista; al menos para el periodista que firma estas letras. Muchas veces me han preguntado por qué me vine de un país ordenado a otro desordenado, cuando miles quieren hacer el camino contrario. El periodismo es el responsable. Pero esa atracción por el desorden tiene sus riesgos. Uno es terminar convirtiéndose en un ‘cronista miseria’, aunque de eso les hablaré en el próximo comentario.

Buenas tardes, buenos días.