Resolver tus problemas

Un cordial saludo de paz.

Comparto contigo una bella reflexión sobre cómo resolver nuestros problemas.

Antes, leamos juntos el evangelio de este domingo 18 de abril, tomado de San Juan 21, 1-19, donde encontraremos esas respuestas.

Después de esto, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así:
estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.
Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “Vamos también nosotros”. Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.
Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él.
Jesús les dijo: “Muchachos, ¿tienen algo para comer?”. Ellos respondieron: “No”.
El les dijo: “Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán”. Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla.
El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: “¡Es el Señor!”. Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua.
Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla.
Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan.
Jesús les dijo: “Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar”.
Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió.
Jesús les dijo: “Vengan a comer”. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: “¿Quién eres”, porque sabían que era el Señor.
Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.

Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. El le respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”.

Le volvió a decir por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. El le respondió: “Sí, Señor, sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”.
Le preguntó por tercera vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”. Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: “Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas.

Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras”.
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: “Sígueme”.

Hoy, quiero detenerme sobre la frase “tiren las redes a la derecha”. En muchas ocasiones, nos encontramos en situaciones difíciles de diferente índole. Sabemos que Jesús puede ayudarnos y le buscamos. Sin embargo, a veces actuamos como esos apóstoles que decidieron qué hacer, bajo sus propios medios y no encontraron nada.

A nosotros nos puede pasar eso en nuestra vida. Queremos salir de una situación crítica y buscamos hacerlo; pero lo realizamos a nuestra manera, olvidándonos que la salida a nuestros problemas la tiene Cristo.

La invitación es para que escuches las palabras de Jesús que te está indicando el camino que debes seguir. No esperes a que el cielo se abra y escuches una voz profunda dándote las indicaciones para resolver tu problema. Recuerda que Dios se manifiesta en cada hermano o hermana que te rodea. Las palabras que necesitas oír las puedes obtener de quien menos te esperas, solo tienes que aprender a escuchar.

3 pensamientos en “Resolver tus problemas

  1. Emperatriz

    Amén Padre Martín, realmente usted dice algo bien cierto, tenemos que dejar actuar a nuestro señor sobre nuestras vidas. En estos momentos, tengo una preocupacion muy grande, no tengo trabajo, y desde que supe que me quedaria sin trabajo le dije al señor, tu sabes lo mejor para mi y se que no me abandonaras, y esa es mi fé y esperanza. Gracias Padre Martín que Dios y nuestra madre maria lo bendigan siempre

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  2. aldi

    Me impactó l pregunta de Jesús a Pedro “Simon hijo de Juan, me amas?”.Sentí la pregunta que era dirigida a mi, de forma tan personal que así como Pedro se entristeció asi también me sentí yo.

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  3. Gustavo

    padre yo tengo un problema bien grande la verdad yo estoi en oklahoma y pues aki no soi felis kiero ir en buska de un futoro mejor para mi y mis padres no me dejan y pues la verdad an komensado los problemas y solaamente kiero una repuesta y pues kreo ke estoi perdiendo fe en dio digame komo le ago para ke me escuche si reso todos los dias

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