2012 La ciencia contra el fin del mundo

Dinosauria: Pterodáctilos

Escrito por: Jorge Colorado      Publicado: 06-05-14      Comentarios: 0

Dibujo de Pterodáctilo, imagen de Some Interesting Facts.

Dibujo de Pterodáctilo, imagen de Some Interesting Facts.

Y cuando despertaba, el Pterodáctilo seguía ahí.

Y digo seguía porque hace un par de años, ya varios, descolgué de mi cuarto un modelo de plástico de “dinosaurio” volador que mi madre me había comprado en el Museo de Historia Natural de Nueva York.

Los Pterodáctilos era una especie del género de los pterosaurios, este género dio animales voladores tan fantásticos y maravillosos que hoy nos sorprenderían. Algunos de ellos eran tan grandes – Quetzalcoatlus por ejemplo- que al abrir sus alas podían extenderlas hasta alcanzar la longitud de un bus interdepartamental.

Seamos claros, los pterosaurios no son a raja tabla dinosaurios, eran un orden biológico diferente a los dinosaurios, pero compartían el mismo tiempo prehistórico y  los vinculamos generalmente con ellos.

El cine nos ha dado escenas donde aparecen pterosaurios, recordemos Parque Jurásico III donde un grupo de paleontólogos son atacados por unos enormes animales dentro de jaulas. Aunque si me dan a escoger, prefiero la escena de Valle de Gwangi donde uno de ellos agrede a unos vaqueros.

Escena de la película "The Valley of Gwangi" (1969) efectos especiales por Ray Harryhausen, película de Morningside Productions, Warner Bros.-Seven Arts.

Escena de la película “The Valley of Gwangi” (1969) efectos especiales por Ray Harryhausen, película de Morningside Productions, Warner Bros.-Seven Arts.

Pero regresemos a los Pterodáctilos, que como otros pterosaurios la misma selección natural les proveyó de alas, su característica más interesante eran los dedos que sobresalían en sus alas, por ello el nombre, pues pterodáctilo significa “tipo de dedos en las alas”.

Y lo otro eran sus huesos relativamente huecos con pectorales fuertes lo que les permitía levantar vuelo, la especie Pterodáctilo no eran animales enormes como otros pterosaurios, estos podían alcanzar el tamaño de un pavo moderno; Eso sí, tenían un pico bastante largo, que me recuerda un pelícano actual, con la diferencia que poseían dientes y una cresta que probablemente les ayudaba a mantener el equilibrio durante el vuelo.

Esqueleto de Pterodáctilo, imagen de  Phases of Animal Life por R Lydekker (1892)

Esqueleto de Pterodáctilo, imagen de Phases of Animal Life por R Lydekker (1892)

Como los murciélagos actuales, los Pterodáctilos poseían alas de piel y probablemente su cuerpo estaba cubierto con alguna vellosidad, esto para mantener el calor. Sus alas eran dobles, es decir, tenemos unas alas delanteras de los “brazos” que llegaban hasta sus patas traseras, desde donde aparecía otra ala que alcanzaba hasta su cola, que por cierto era muy corta.

Muchas reconstrucciones modernas de pterodáctilos los vinculan con paredes rocosas frente a océanos prehistóricos, saltando desde farallones para planear sobre el mar para capturar algún pez.