25 años del Eclipse Total Solar
Escrito por: Jorge Colorado Publicado: 11-07-16 Comentarios: 0
Hoy se cumplen 25 años de aquel soleado jueves 11 de julio de 1991 cuando la Luna se interpuso entre el Sol y la Tierra, ocultando a nuestra estrella por más de 6 minutos.
La máxima duración del eclipse fue de 6 minutos y 53 segundos, el cono de sombra lunar se movió a través del continente americano generando un eclipse total de Sol que fue visible en ocho países, desde México hasta Colombia, pudo ser visto por millones de personas en todas las capitales de Centroamérica (excepto Tegucigalpa).
Para entonces El Salvador todavía se encontraba en la guerra civil, esa mañana se dieron enfrentamientos entre el FMLN y la Fuerza Armada cerca de la ciudad de Aguilares, donde falleció una combatiente guerrillera, quien en su tiempo libre escribía poesía en los campamentos; sin embargo, a pesar del ataque y de la alarma al norte de San Salvador, la mayoría de personas estaban a la expectativa del eclipse solar.
Todo el día los medios de comunicación transmitieron programas especiales sobre el eclipse, la canción más sonada en las radios fue Total Eclipse of the Heart por Bonnie Tyler. Asimismo los canales de televisión hicieron sus programas especiales, yo estuve en el Aeropuerto Internacional de El Salvador como miembro de la recién fundada Asociación Salvadoreña de Astronomía que junto con el Canal 10 fue protagonista de uno de las mejores coberturas del eclipse en el país. El programa duró varias horas y fue conducido por el Ing. Fernando García Ramentol y por el Ing. René Arturo Núñez, ambos compañeros de ASTRO y amigos míos por muchos años.
Utilicé un telescopio newtoniano tasco de 4.5” protegido por un filtro solar mylar, otros socios de ASTRO usaron mejores equipos. Víctor Hugo Hurtarte quien fotografió todo el evento usó un Celestron Schmidt–Cassegrain de 8” y el Dr. Salvador Camposvalle un refractor de 4”.
La gente decía muchas cosas sobre el eclipse, a pesar de todo el esfuerzo de promoción del eclipse muchas personas tenían miedo. Un día antes escuché a dos señoras que se negaban a creer que iba a ocurrir un eclipse solar. Otros tenían miedo, decían que era una señal del cielo porque pronto vendría el fin del mundo. Algunos se negaron ver la totalidad por temor a quedar ciegos y se encerraron en sus casas (o encerraron a sus hijos), hay que aclarar que el eclipse en sí mismo no es peligroso, el peligro es ver el Sol directamente (con o sin eclipse), el problema es que cuando el eclipse está muy avanzado y la luz solar es muy débil la gente cree que el Sol no “está pegando fuerte” y entonces confiados observan y se dañan la vista de forma permanente. Lo contradictorio es que el mejor momento para ver el eclipse sin filtro solar es durante la totalidad cuando el Sol está totalmente cubierto. Es decir que aquella canción de Soda Stereo “Te para tres” está totalmente equivocada cuando Cerati dice “el eclipse no fue parcial y cegó nuestras miradas”.
Si usted se perdió el eclipse lamento decirle que la siguiente oportunidad de ver un eclipse total solar desde El Salvador será el 13 de junio de 2132. Aunque si tiene la oportunidad el próximo año, el 21 de agosto de 2017 se observará un eclipse solar en los Estados Unidos.
Yo disfruté del eclipse, lo observé todo desde el primer contacto hasta el último, me maravillé con la totalidad, el momento cuando es visible la corona solar. Esta corona se vio como si fueran plumas de un cisne cósmico que se extendía por lo menos dos o tres grados del borde solar.
El día se convirtió en noche, sopló el viento y bajó la temperatura, los pájaros engañados que la noche llegaba se fueron a sus nidos. A la 1:51pm se pudo observar a Mercurio, Júpiter, Marte y Venus brillando en el cielo, así también las constelaciones de Géminis (donde ocurrió el eclipse), recuerdo ver al cuadrado del Orión y sus cinturón, a Sirio (en el Can Mayor) y el sureño Canopus (en Carina).
A la 1:56pm terminó la totalidad, pero la Luna tardó más de una hora descubrir completamente al Sol, el eclipse terminó a las 3:10pm y todos los que lo observamos quedamos con insolación y rojos de la piel por varios días.
Entonces yo no llegaba a los 20 años, era un entusiasta e ingenuo muchacho que se maravilló tanto del eclipse que este me definió el resto de mi vida. Gracias al eclipse y a pertenecer a la Asociación Salvadoreña de Astronomía me he dedicado todos estos años al trabajo en ciencia y a su promoción, una actividad que continuaré haciendo los años que me restan de vida, no importa si me encuentro lejos del país.