Muchos son los correos que por gracia de Dios recibo a diario, por el blog o por mi trabajo como consejero, pero nunca falta el comentario bajero de aquel que no pone a Dios primero, para los cuales hoy hablaremos a las cabales.
La Iglesia Evangélica en El Salvador por más de cien años de acción social nos ha dado cátedra de cómo administras nuestra vida financiera, iglesia que sin ayuda oficial del Estado a cada salvadoreño que se acerca le ha beneficiado, comenzando con un cambio interior que a todo hombre le baja el calor, apoyando a toda mujer hasta dándoles algo que comer, desarrollando cada hijo que por los malos tatas que a veces son tataratas, olvidaron afirmando con ello sus errores. De esto hoy me siento parte, aunque muchas veces otros me harten con sus comentarios y cuestionamientos no me preocupe pues el Señor es mi sustento, vayan aprendiendo señores que para gustos hay colores; pero el mejor que he descubierto es el color que todos llevamos dentro, el rojo; común denominador de todos los hombres no importando raza, sabor latino o albino, todos en Jesús alcanzamos un mejor destino.
No te sigas consumiendo criticando una obra que se sigue moviendo, sembrando paz y esperanza como también llenando cada panza no sólo de alimento sino de un mejor espíritu que nos da aliento para seguir con una vida en ese laberinto que parece no tener salida.
Toma hoy tu mejor decisión a Cristo permite entrar en tu corazón, poco a poco llenará los rincones, echando fuera bajas emociones, con su poder cambiará por completo los corazones de aquel que le reconozca, aunque sea a empujones, que vida más hermosa es la que en Cristo hoy se goza, sin dinero y sin amigos; pero gozando de nuestros cinco sentidos.
Gatos y pechicatos son aquellos que teniendo algo que dar, prefieren a los cristianos criticar, creyendo que son simpáticos, se vuelven apáticos apartando sus caminos de Dios cuando realmente Él ya se apartó de vos, no porque sea un Dios malo, sino por tus comentarios que son tan duros como un palo, estos a nadie benefician pues mucho menos al Dios creador acarician.
Gatos y pechicatos seguirán siendo señores aunque este escrito hoy ignores, cambia tu mente, cambia tu corazón que con alegría tu dirás este pastorcito tenía razón.