CUANDO LA BÁSCULA NOS TRAICIONA

La báscula (del francés bascule) es un aparato que sirve para pesar; esto es, para determinar el peso.

Normalmente una báscula tiene una plataforma horizontal sobre la que se coloca el objeto que se quiere pesar. Dado que, a diferencia de una romana, no es necesario colgar el objeto a medir de ganchos ni platos, resulta más fácil pesar cuerpos grandes y pesados encima de la plataforma, lo que hizo posible construir básculas con una capacidad de peso muy grande, como las utilizadas para pesar camiones de gran tonelaje.

Pero este aparato no siempre nos dice la verdad, ya que no distingue entre masa magra y grasa a la hora de pesarnos, en especial cuando nos sometemos a procesos de entrenamiento con pesas ya que este deporte agrega músculo y no grasa, lo cual no se puede medir por medio de una báscula normal o convencional, es por ello que hoy te animo a que no vivas con tus ojos puestos exclusivamente en la báscula no importando cuan profesional sea.

La medida de tu felicidad no puede estar basado en un aparato, debe de estar basado en la manera cómo la ropa nos talla, en la alegría que produce el saber que estamos escalando una montaña que a diario confrontamos, para mejores resultados el uso de la mencionada báscula es necesaria pero no de carácter obligatorio sino de carácter motivacional, en segundo lugar escribe las metas que deseas alcanzar con los porcentajes que anhelas tener tanto de grasa como de masa magra.

Cuando tengas claras tus metas será más fácil y menos dependiente de la báscula notar tu avance en tu proyecto de vida antes determinado, no olvides que la clave no está en el número de horas que pasas en al gimnasio, la clave está también en el tipo de alimentación que escoges a diario, el hecho de no poder gastar una parte de tu presupuesto o tiempo en ejercicios dejará de ser una limitante cuando comprendas que la mayoría del esfuerzo se hace en la cocina y no en el gimnasio.

Recuerda que la báscula no traiciona al hombre, es el hombre quien se traiciona a sí mismo, necesitas entender que el dinero te puede comprar buen equipo para lucir bien por fuera, pero por dentro solo la voluntad es la que te hará verte mejor y sentirte como un campeón, escribe hoy tus metas, pesa tu cuerpo para iniciar el proceso, busca el tiempo para cuidar tu cuerpo, la clave está en la voluntad y no en la báscula.

SI YO FUERA ÉL

No cabe duda que Dios es misericordioso, no cabe duda que en realidad me ama,  lo veo cada mañana como cada inicio de semana, sus maravillas son notorias y su presencia poderosa ya que por Él florece la tierra como por Él el hombre se goza.

Su autoridad nos da a los hombres notoriedad, su historia nos hace ver a los hombres como simple escoria, su amor transforma hasta deforma la idea verdadera de la entrega y la pasión, gracias Señor por no tratarme como del montón.

Tu entrega por la causa me hace sentir de mí hasta nausea, me veo y me conozco y digo cómo es posible que yo sea el reflejo de su rostro, cómo explicar lo que Él hace y lo que yo hago, es tan diferente como el día y la noche, tan distante como el plástico  y el diamante.

Tu entrega incondicional me hizo convertirme en un sentimental, no es posible ignorar tus obras y maravillas que hace que funcionen hasta mis rodillas, no hay manera de terminar de conocer tu poder, no hay forma de explicarlo ni en la misma Reforma.

Estás tan presente como mi sombra, eres tan Clemente que me trastornas, tus misericordias son nuevas cada mañana no importando el año, no importando la semana, tu amor no tiene comparación ni con la mayor novela llena de tajada pasión.

Si yo fuera como Él, la vida me daría fruto, si yo fuera como Él la gente me buscaría, si yo fuera Él lograría entender el porqué me amó primero siendo yo un salvaje, un cuatrero. Gracias Dios por tu amor, gracias Dios por tu perdón,  sin ti mi vida estaría vacía y mi corazón estaría paralítico en una silla.

BUENAS CALIFICACIONES

La Biblia nos enseña que no se puede estar en paz con Dios y con los hombres, esto nos dice que amaremos a uno y menospreciaremos a otro. Este pasado mes de enero se dio a conocer la calificación del trabajo del Presidente de la República de El Salvador, y en esta evaluación salió con distinguidos honores por su destacada labor como gobernante en compañía de la Primera Dama de la República quien es la mano derecha de su programa Ciudad Mujer.

Más del setenta por ciento de la población aprueba en algún sentido el trabajo del actual Presidente, lo cual según el reporte después de los acuerdos de Paz es el Presidente más popular de la historia de El Salvador incluyendo al popular ex presidente Tony Saca. Esto despertó mi curiosidad en especial en el área espiritual ya que estar en paz con Dios es estar en guerra en contra de los hombres, no podemos pretender agradar a ambos.

Para estar en paz con los hombres los romanos acostumbraban a regalar dos ingredientes indispensables para la felicidad de todo el pueblo: Pan y Circo, con esto la población entera estaba motivada y lista para dar lo mejor de sí a pesar que todos seguían con los mismos problemas de siempre, falta de superación o falta de oportunidad, en este caso veo a un pueblo muy conforme con su mandatario pero también muy necesitado ¿cómo entonces se logra esta calificación?

En lo personal opino que siendo confrontativo con los que necesitan ser puestos en su lugar, siendo claro en temas oscuros, declarando la guerra a la tradición a todo lo que el pueblo estaba acostumbrado a soportar en silencio, el maltrato de los empresarios de transporte, el sobreprecio de los medicamentos, la falta de oportunidades para los de nula educación superior, los negocios oscuros de semilla mejorada y fertilizantes y muchas otras cosas más, es esto lo que le permitió al actual Presidente obtener tan buena calificación.

Entonces ¿cómo queda el tema de la paz para con Dios? Esa es una buena pregunta, sólo el propio Presidente sabrá como está su corazón, sólo él sabrá que calificación Dios le pone, y esto no es de mi incumbencia ya que la relación para con Dios es de carácter personal, pero en realidad debería de preocuparle la opinión que Dios tiene de él ya que es la opinión que más interesa al final del camino de la vida. Te invito a no tratar de agradar más a los hombres que a Dios, pon a Dios por delante y todos los hombres seguirán tus pasos.

LECCIONES DE UN CAMPEÓN

En las Olimpiadas de 1972, un joven lleno de vigor, y con un bigote pronunciado, llamado Mark Spitz rompió con todos los pronósticos de natación que el mundo tenía hasta la fecha. Este joven se mudó con sus padres a Hawai desde una temprana edad y a sus cortos nueve años se dio cuenta qué era lo que quería hacer para toda su vida, nadar como todo un profesional.

Al inicio de su infancia entraba en el mar como algo que dominaba, pero su padre le advertía que era de carácter peligroso la práctica que este joven tenía,  ignorando que su hijo pondría en alto el nombre de la familia algunos años más tarde. Como niño admiraba al nadador más famoso de la época con el cual compitió en las Olimpiadas de 1972  Doug Russell, derribando el récord que este sostenía.

La primer lección que Mark comparte en su artículo del Esquire Español es no temer a los grandes, en la vida todos tenemos oportunidad de ser exitosos si tan sólo desechamos el temor, enfrentarse a un campeón medallero no es cosa fácil si no se tiene la actitud necesaria para respaldar, Mark afirma que el tamaño no importa es el deseo de alcanzar lo anteriormente establecido.

La segunda lección que Mark comparte es que en la vida todo versa en la Pasión, es la clave según Spitz para alcanzar lo imposible, desarrollar pasión es la llave, enfocar nuestros esfuerzo es el primer paso, la pregunta sería ¿hacia adónde estoy caminando con mis proyectos? eso fue lo que ayudó al Spitz que todos conocemos, no debes vivir desmotivado.

La tercer  lección de Spitz  no tengas temor, el temor nos restringe, el temor nos priva, te puedes tú imaginar el sonido del silbato a la hora de inicio, la marcha en la competencia de mil metros en natación estando a tu lado el campeón del mundo con un récord inigualable, no está demás decir que sería impresionante tener dicho privilegio pero Spitz no lo tomó como privilegio lo tomó como una oportunidad para  mostrar al mundo de lo que está hecho.

La cuarta lección de Mark fue el reconocer que todos tenemos un don especial, ya sea para trabajar o para practicar algún deporte, pero nadie nació por casualidad todos tenemos una razón de ser, la clave es reconocer cuál es la tuya propia, Mark lo supo desde temprana edad, pero no todos maduramos al mismo tiempo y algo te puedo recomendar es a no temer a los nuevos retos a afrontar con valor que tienes algo especial en ti.

Aprendamos de los Campeones, aprendamos de la vida de Mark Spitz.