

Desde el Escritorio del Pastor
Recientemente inicio el rality show más familiar de todos los tiempos, bailando por un sueño, el cual unió a multitudes en amor y entretenimiento, muchos lo disfrutamos a pesar de ser religiosos o conservadores; pero no faltó el amargado que criticó dicha producción por el dinero generado por dicha competencia a través de los mensajes telefónicos de una empresa de telefonía celular.
Ahora que este programa terminó, recién inicia el más nuevo, más reciente, más novedoso show y este es el de los políticos inmaduros del siglo XXI. Personas que sólo pretenden complicar la democracia que por tan poco tiempo hemos disfrutado en El Salvador, pues solo han pasado unos dieciocho años desde los acuerdos de Paz que terminaron con la lucha armada en nuestro país con ello, llegó la democracia a paso lento pero seguro a tal grado que la oposición dejando las armas poco a poco tomó el control, primero de muchas alcaldías y varios municipios, integrándose en la Policía Nacional Civil, llegando a tener una gran representación en nuestra asamblea Legislativa, logrando imponer un mejor balance en todas las propuestas hechas por el partido en el poder y sus satélites el PCN y el PDC, naciendo en el camino partidos como el FDR y algunos otros que no han corrido con la misma suerte.
A todo esto la derecha gobernó con buenos logros y programas pero con un pensamiento cerrado pues ninguno de los de clase media o baja pudimos participar en programas de desarrollo social sino contábamos con el conecte o contacto interno en gobernación, desayunos secretos, partidas secretas, pastores asalariados por los gobernantes; lo más difícil de todo surge ahora que la economía mundial está en tremendos aprietos por múltiples factores que se salen de nuestras manos como los fenómenos naturales, el precio del petróleo, la escasez de granos básicos y muchos otras más.
Ahora para reencaminar el país será necesario un cambio verdadero y concienzudo pues no será el candidato del FMLN ni de ARENA los que podrán cambiar el pensamiento de un pueblo que está cansado de manipulación a través de los medios de comunicación o vanas promesas; y para colmo el pleito de lavanderas (sin ofender a las señoras que lavan) que sostienen la alcaldesa y el candidato no nos llevará a ningún buen destino pues el uno se jacta de ser nacionalista por romper con el protocolo y faltarle el respeto a las autoridades electas, democrática y libremente por el pueblo en nuestro país, colocando una bandera de El Salvador; pero no para honrarla sino para mostrarla con inmadurez como trofeo de guerra, y por otro lado la alcaldesa tiene la responsabilidad territorial y social de haberla colocado desde el primer día de su mandato, olvidando su pasado y haciendo el odio y el rencor a un lado. Vemos pues que “lavandera†parecen los dos, citando corridos por la soberbia, consumidos que a todos nos tienen aburridos, cambien ya de son y demuestren lo que realmente son, políticos o lavanderas.
No hace mucho tiempo en las bellas playas de La Paz se celebró una fiesta electrónica caracterizada por el uso y consumo de drogas alucinógenas, anfetaminas y otras malas hiervas; en su momento la policía antinarcóticos con la ayuda de extranjeros lograron terminar con dicho evento arrestando a los participantes, como también a los máximos distribuidores de “Éxtasisâ€. Los periódicos se llenaron de fotografías y los padres de estos jóvenes de vergí¼enza y deseos de venganza; en las portadas de la mayoría de matutinos leíamos “TORMENTA TÓXICA EN EL SALVADORâ€. Pero la realidad es distinta ya que la TORMENTA TÓXICA†no ha terminado, basta con encender el televisor para ver en la pantalla las campañas de desprestigio que los principales partidos han iniciado anticipándose a la fecha de arranque por la presidencia de la República de El Salvador.
Duele ver como los medios pautan sin restricciones o corroboraciones lo que enlatado por las agencias de publicidad les sirven, no midiendo las consecuencias sino más bien apantallados por su seudo elocuencia.
Lo más triste de todo esto es que ya nos tienen hasta el pescuezo con su pauta, pero no hay alternativa pues si no pautan nadie de ellos se harta. Este tipo de publicidad complica nuestra existencia, llevándonos con vehemencia a los políticos odiar, cosa que no es correcta, pues serán ellos los padres de la Patria, pero con este tipo de actitudes mejor nos sería ir comprando nuestros ataúdes, para librarnos de la violencia, del dolor y de la impunidad que como producto de su maldad estaremos viviendo en un país que poco a poco estamos consumiendo por la envidia y el resentimiento que muchos llevan dentro.
Lo peor de todo esto es que muchos lo creen, jueces, pastores y sacerdotes nos rendimos con los primeros azotes. En un video de la Web encontramos el caso de un divorcio de una señora muy guapa que fue cambiada por una jovencita bien trajiniada, la señora subió el video de su caso y el juez no lo tomó como un juego, lo utilizó como testimonio aunque realmente estaba respaldado por el mismo demonio. Ese que nos lleva a la envidia, resentimiento y hasta la misma muerte de alma, cuerpo y espíritu.
Es por eso que hoy les digo que tormenta tóxica es la que los medios inescrupulosos están proyectando hacia los salvadoreños, secando hogares que en un tiempo rebosaban de gozo, de esperanza y de amor.
No permitamos que esto nos afecte a título personal ni mucho menos familiar, la única forma de detener esta tormenta es con la “Fortaleza Espiritual†que solamente conseguimos en Jesús quien es la Roca de nuestra Salvación. R recuerda no edifiques tu casa en superficialidades, edifica tu casa, mente y corazón en Cristo quien es la respuesta y la solución.