No cabe dude que la felicidad es mayor en una vida balanceada, a estas alturas en nuestro país sería bueno que tengamos balance no solo en la campaña política sino también en nuestra manera de ver la realidad, las elecciones presidenciales serán la muestra del desbalance que la sociedad en general está viviendo ya sea por sus costumbres como por sus tradiciones, es tiempo que la democracia verdaderamente reine en nuestros corazones y familias basta ya del abuso de los políticos y superiores dejen al pueblo elegir sus gobernantes con libertad sin terrorismo mediático sin calentarles la cabeza con sus frustraciones personales, permitan que las nuevas generaciones puedan desarrollar criterio propio y no seguir con los modelos obsoletos de gobiernos como el comunismo y el capitalismo; se que juntos podríamos tener mayor éxito en un nuevo tipo de gobierno inclusivo de tal forma que hasta los más necesitados puedan ser escuchados y atendidos.
No basta con las promesas de cambio si realmente están pensando hablar de mejoría a nivel nacional, tenemos que tomar en cuenta la realidad de nuestro pueblo, el deseo de venganza, el resentimiento como todas las memorias de guerra que habitan en muchos de nuestros corazones, las indemnizaciones no serán suficientes para tapar el vacío que dejaron nuestros seres queridos en nosotros, es por ello que no podemos agitar al pueblo con estas vanas promesas de cambio cuando nuestro corazón sigue igual de inquieto con los temas antes mencionados, los nuevos políticos se constituyen todólogos pues creen tener solución a cada tema a tratar, no aceptan consejo de los viejos, no toman en cuenta al mismo pueblo para gobernar; que tus promesas sean más que eso, promesas y como dijo el Presidente Saca las promesas que valen son las que se cumplen. No es la firma de simples compromisos y papeles las que darán la solución a los problemas de los salvadoreños, el mayor problema es la polarización que existe entre nosotros mismos; esta semana me sorprendió el ver en una revista de economía las fotografías de dos grandes magnates de nuestro país, quienes unen esfuerzos para terminar de asentar los pies sobre nuestra economía nacional, pues son ellos los dueños del salario de muchos de nosotros, pues manejan la mayoría de almacenes y servicios de educación a nivel nacional e internacional en el área de América Central, es por ello que más de lo mismo no será la solución al problema que hoy afrontamos como lo es la economía, es tiempo de firmar compromisos con nosotros mismos pensando siempre como la Biblia nos enseña amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos, firmemos la paz para con Dios primero y todas las demás cosas nos serán añadidas. Balance, es todo lo que necesitamos en la casa, en el gobierno, en nuestra vida íntima, para poder tener la bendición de Dios y la solvencia que todos necesitamos en nuestro diario vivir, démosle lugar a Dios en nuestros planes de vida que los votos de los ciudadanos realmente sean tomados en cuenta en los resultados electorales, no impongamos leyes injustas sobre el pueblo y sus hijos quienes ya están cansados de tanto abuso e históricamente artos de dictadores, manipuladores y mentirosos; cambiemos la historia con el balance perfecto entre para lograrlo será necesario el nacer de nuevo como país, como político, como salvadoreño y especialmente como hijos del Dios Todopoderoso que tenemos a nuestro alcance a través de Jesús quien murió en la cruz del calvario para darnos salvación y vida eterna, balanceando el estado del hombre pecaminoso ante el Creador y Dios.
Dedicado a todos los que nos equivocamos en la vida.