La única manera de amar al que te destruye, es entendiendo de dónde esta persona viene y comprendiendo la limitante que tiene en el corazón para relacionarse con otros, sin dañar con sus comentarios por la baja autoestima que posee a todos los que le rodean; no te frustres ante este tipo de adversario, comprende y saldrás victorioso de esa batalla de constante crítica que tu conocido tiene contra tu persona.
Amar es una herramienta para inteligentes, el bobo prefiere el orgullo acompañado de la soberbia que es su hermana mayor, es por ello las cosas insignificantes se elevan de tono y llegan a ser batallas campales, curiosamente es una guerra fría, ya que no se dice ni una palabra, pero cada palabra puede activar un campo minado por los insultos acompañados de la indiferencia que caracteriza a los inmaduros.
Amar es la mejor alternativa ante la critica, la Biblia dice que el amor todo lo supera, todo lo soporta, todo lo puede, es por ello que hoy te recuerdo el mejor consejo de Jesús para su creación, ama hasta que duela, ama hasta que tu enemigo no tenga más alternativa que amarte recíprocamente, no temas creer en las promesas y mandatos que Jesús nos dejó como legado.
Amar es recordar lo que Dios hizo por nosotros en la cruz del calvario, es una decisión personal que nos eleva por encima de toda mala situación que estemos pasando, amar es el aceite que todo hombre necesita para seguir viviendo, nadie en este mundo puede vivir sin amar o sin ser amado, inténtalo tú y si tu mente te dice que es imposible, solo recuerda lo que Dios hizo por ti al entregarse a muerte por amor.
Amar es un proceso que llega a nuestra vida dependiendo de las experiencias que cada uno de nosotros experimentamos en el camino que recorremos, es por ello que no podemos esperar que todos amen con la misma intensidad que otros, pero si puedes esperar ser vituperado o criticado por todos, en especial por aquellos que no conocen de Dios.
Amar al que te destruye es fácil cuando comprendemos de dónde estos detractores provienen, toma las cosas de donde vienen, no esperes que el olmo dé peras, ya que la semilla sembrada da fruto según su género, y si peras sembró peras cosechará, pero si odio sembró odio segará; aprende a amar al que más te critica poniendo los ojos en Jesús y no en la persona que nos daña, con Jesús de tu lado todo es posible.