¿QUIÉN TE DIJO QUE SERÍA DIFERENTE?

No todo liderazgo es bíblico, el liderazgo bíblico tiene ciertas características inconfundibles e irrefutables; en primer lugar el liderazgo bíblico es un llamado de Dios y es de carácter irrevocable y eterno, todo aquel que abandona el llamado que recibió de Dios pone en tela de juicio el llamado genuino. El llamado de Dios está acompañado de señales y prodigios que trascienden  las fronteras del entendimiento humano o sea cosas que ojo jamás  vio y mente jamás imagino serán las que experimentarás en tu ministerio.

 

El liderazgo bíblico en segundo lugar tiene una gran connotación de humildad, ningún líder puesto y escogido por Dios es altanero ya que él reconoce que Dios fue quien le llamó al servicio de sus ovejas; estima todo lo que pude tener como basura al compararlo con aquello que Dios le ha entregado, sea grande, mediano o pequeño, lo ve como su tesoro mas preciado. El verdadero siervo de Dios  sirve a su prójimo y al necesitado antes de servir a su carne o a su vientre, estima a los demás como mayores no por miedo sino como  muestra de su sumisión a Dios y su llamado.

 

La sumisión a las autoridades es una muestra más de lo por Dios recibido o sea ese llamado irrevocable de parte de Dios, no se puede ser líder sin haber sido mentoriado, ese también  es parte del proceso a crecimiento en el liderazgo Cristiano. La sumisión por dura que  sea la carga impuesta; veo a Jesús  orando en Getsemaní y pienso cuán difícil fue someterse a la voluntad de Dios quien antes de la fundación del mundo le escogió para su gloria y victoria sobre la muerte. Fue Dios quien lo puso por propiciaron de nuestras faltas para tener nosotros los caídos paz para con Él.

 

Los resultados serán también  parte de la evidencia que todo ser llamado por Dios tendrá como señal del respaldo del Creador y Dios en su gestión  ministerial, no hablo de casas, edificios, albergues, hablo de personas cambiadas por la gracia de Dios para salvación y bendiciones de otros; los resultados  fueron la evidencia que acompañaron a Jesús  cuando inició  su ministerio terrenal, los milagros fueron su tarjeta de presentación ante una población  muy religiosa y llena de prejuicios espirituales. Cuando tienes o cuentas con el respaldo de Dios milagros sobrenaturales acompañan tus acciones, ya sea  provisión, sanidad, multiplicación, todas estas cosas aparecen en la vida del que cree.

 

¿Quién  dijo que sería diferente?

 

– EL LLAMADO ES IRREVOCABLE

– EL LLAMADO ES ETERNO

– EL LLAMADO SE EJERCE CON HUMILDAD

– EL LLAMADO DE EJERCE CON SUMISIÓN

– EL LLAMADO SE CONFIRMA EN LOS RESULTADOS TRASFORMADORES

 

¡Si es diferente, osaría decir que no es un llamado de Dios!

¡HUMILLACIÓN, EL CAMINO A LA BENDICIÓN!

Contamos con una variedad de líderes quienes voluntariamente pertenecen a la Familia de los Tabernáculos en el mundo, Líderes que se desempeñan con distinción en sus cargos y lugares de servicio; pero llegó el momento en el cual las comodidades que les ofrecen sus cargos les convirtieron en altaneros y soberbios agrandamos y prepotentes. Este tipo de liderazgo es curioso analizarlo, por la sencilla razón que se nota que carecen de educación y devoción por Dios al no reconocer que lo que tenemos es pasajero y algo que llegó como valor agregado por su esfuerzo y buen desempeño ministerial.

 

¿Qué sucedió en sus vidas? ¿Quien les maltrato en su carrera o juventud? ¿Qué sucedió en sus corazones? Pues lo más fácil es reconocer que nunca experimentamos una verdadera conversión al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, ese Evangelio que transforma el alma y corazón; ese Evangelio que se llama Jesucristo el hijo de Dios. El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, El autor y consumador de la fe el único camino a Dios y a la salvación de nuestras almas para la eternidad. Esta es la evidencia de un corazón endurecido a causa del pecado que encontró guarida en nuestros corazones por la poca comunión para con Dios.

 

¿Como podemos volver a ser quienes fuimos antes de llegar a ser lo que creemos que somos en la vid ministerial? Esa es la pregunta, será necesario analizar donde nos perdimos, en qué lugar dejamos a Dios esperando por nuestra devoción; será necesario arrepentirnos de nuestras erráticas decisiones tomadas en los últimos años y buscar a Dios de la manera más rápida para obtener perdón de Dios. Pero esto suena fácil, pero lo difícil es que para horas a Dios debemos someternos a los hombres que Dios nos puso como colegas, guías, superiores o líderes. Esta es la etapa más dura de todo el proceso de reconciliación ya que será tu orgullo lo que te impida resolver esta situación.

 

Sin humildad no hay bendición, eso jamás lo olvides ya que le precio de la altanería es la humillación; cuantas veces me ha sucedido, en lo personal me ha tocado humillarme ante la autoridad de mis jefes y mentores para poder así alcanzar de Dios misericordia, en lo personal no encontré otro camino para entender que ante mayor soberbia mayor dolor. Por ello hoy recomendaría que no dejes pasar esta oportunidad para reconciliarte para con Dios por medio de la humillación personal ante Dios, pero para probar que esto es verdad la única manera de hacer manifiesta nuestra conducta de arrepentimiento es el sometimiento a las autoridades que Dios puso en tu camino.

 

De no querer reconocer la autoridad de nuestros superiores, nos estamos negando a lo que Dios requiere de nosotros que son los frutos de un nuevo nacimiento; ¿dirás en tu corazón que tiene que ver el sometimiento a las autoridades superiores? Pues tu actitud ante la autoridad denota tu nivel de sometimiento a lo que tu optaste por aceptar como parte de la Iglesia donde Dios te llamo a servir. Si esto no te atrae tienes un mejor camino, renunciar con trasparencia al cargo que se te delego y permitir que un verdadero siervo cristiano ocupe el lugar que tú en tu soberbia y cara dura estas usurpando y lucrando para el beneficio propio o de tu familia. Te invito a reflexionar en estas palabras y a tomar una determinación como siervo o sierva de este lindo ministerio.