Es sorprendente la cantidad de personas que a diario cruzan la frontera de Estados Unidos, en busca del tal llamado sueño americano. Platicando con Carlos Wilfredo Alegría, un Salvadoreño radicado en Lufkin Texas, quien funge como vice-presidente de una organización religiosa que alberga a más de 600 iglesias, latinos en Estados Unidos de Norte América, llegamos a una conclusión y esta es que el conocimiento es poder; por ello muchos buscamos sin encontrar, cuando otros encuentran sin buscar por el simple hecho de estudiar.
No hay duda que la educación es responsable de generar conocimiento; pero en nuestro país El Salvador, a diferencia de otros como Chile, se invierte un promedio de cien dólares por persona en educación y el anteriormente mencionado, invierte un promedio de un mil cien dólares por persona en educación marcando una diferencia notoria en el nivel de vida de sus habitantes.
Es de hacer notar que del presupuesto de la universidad Nacional de El Salvador se invierte un 0.69% para investigación, lo cual es mínimo comparado con el rubro de salarios de docentes que llega al 68.19% y un 23.14% de salarios administrativos, lo cual esta drenando el futuro que ya es incierto para muchos estudiantes de dicha institución, limitado el acceso a nuevos conocimientos científicos que tan necesarios son, en un mundo cambiante y globalizado. Muchos consideran esta un problema de equidad social, ya que según datos de CEPAL el 60% de la población en edad universitaria pertenece a los sectores más pudientes de la Población en general (Téllez Rodríguez, 2003); pero la Biblia expresa y nos enseña “Venid a mí todos los que estáis cargados y cansados y Yo os haré descansar, porque gastáis vuestro dinero en lo que no sacia ni alimenta? Inclinad vuestro oído, escuchad mi voz y vivirá vuestra alma y se deleitara con grosura….Isaías 55:1-3.
Dios ofrece misericordia gratuita para todos, sin acepción de personas, logrando llenar nuestros corazones y mentes de conocimiento de Dios, lo cual nos encamina a tener una vida llena de abundancia; si Brasil que cuenta con más de dos millones de estudiantes de pre-grado (UNESCO), entendiera los beneficios de conocer a Dios; su economía de país seria totalmente beneficiada. En El Salvador con los cincuenta y ocho mil estudiante universitarios, podríamos cambiar nuestra realidad en un lapso de cinco cortos años, lo cual me dice que si El Salvador, por medio de sus estudiantes de pre-grado, conoce a Dios y camina en sus mandamientos, para el 2013 tendremos una realidad transformada, tendríamos menos fuga de talento, contaríamos con mejores profesionales y políticos, con religiosos más preparados y honestos, como también con familias más sólidas y felices.
El conocimiento es Poder; pero el reconocer a Dios en nuestros caminos, será nuestra única garantía para seguir viviendo en un El Salvador libre y feliz.
“Todo lo bueno que las personas logran, es más por gracia de Dios, que por su propia capacidadâ€
(C.E.CH.)