Señor candidato, reconozco como religioso y cristiano que Usted no es ningún gato, pues en las próximas elecciones si Dios quiere romperá los patrones de continuismo, cosa que a nosotros nos da lo mismo ya que dependemos de Dios a pesar del comunismo; pero hoy en mi ignorancia personal me atrevo a recomendar que cuide sus amistades, pues en nombre de la Patria han cometido grandes atrocidades, desde matanzas hasta secuestros, estos supuestos capitanes y generales en medio de cañales mataron, violaron y burlaron a millares. Creyéndose dioses olvidaron que nuestras voces recordarían hoy al mundo las atrocidades de guerra, que por más de una década sangraron nuestros corazones, empujándonos por montones por no decir a borbollones hacia el Norte de donde hoy deportan como a quienes no les importa, cerrando las puertas del cielo inmediato que es sueño de todo ingrato quienes dejando a su familia por la compra de una casa o de un carro barato.
Señor candidato no deje que en esta oportunidad será la impunidad la que reine, agarre a estos militares y páseles el peine le garantizo que serán hallados faltos de amor y fidelidad ya que por pura vanidad siempre atropellaban y avasallaban a toda la sociedad salvadoreña, olvidando también que eran nuestros hermanos.
Señor candidato lo que están ellos es afligidos que cunado Usted se siente en la silla presidencial les saque a cada uno la harina de su costal, dejándolos despojados y desamparados de sus logros y dinero, ya que ellos nos los robaron primero durante doce años, tomando el privilegio como reyes, olvidando al verdadero Rey de Reyes que es Dios, quien tarda pero no olvida; ahora como Cristiano y Religioso me atrevo a decir lo que Jesús siempre nos recuerda que el que este libre de pecado, tire la primera piedra.
No pretendo con esta carta cambiar su pensamiento sino traer a colación una humilde reflexión que no contamine su corazón con ese tipo de problemas, ya que Usted trae un nuevo despertar y no será necesario el acudir a un confesionario para realizar que los militares y escuadroneros son los causantes de muchas muertes en nuestro bello país; por ello le pido de corazón que corte de raíz la mala hierba que nos ahorca, no se confunda son los mismos lobos cubriéndose como globos. No nos hagamos los bobos quienes pretenden ahora gobernar con su equipo cuando cuentas pendientes hay por pagar, ya que los crímenes de guerra no fenecen aunque sus pecados ellos confiesen.
Gracias señor candidato por leer la carta de este gato.