¡CORAZONES ENFERMOS!

Todos creemos estar limpios de pecado o errores; pero cuando lo anormal es normal en nuestro diario vivir, estamos enfermos del corazón. La Biblia nos exhorta a guardar el corazón pues de él mana la vida. El cuidar tu corazón te garantiza  salud en todas las áreas de tu vida. Aprendamos de la sintomatología de un corazón enfermo:

¿Tiene intimidad sexual con cualquier persona? La Biblia declara que si nos llegamos íntimamente a una persona como una sola carne con ella, o sea que si tienes por costumbre pagar por servicios sexuales no importando con quien e irrespetando tu propio cuerpo y el de tu actual pareja tienes un corazón enfermo.

¿Tomas lo que no es tuyo siempre y cuando nadie lo note? (robas). Tienes un corazón enfermo, ya que crees que Dios es ciego, mudo y bobo, debes entender que el tomar lo que no es de tu propiedad o apropiarse indebidamente de algo que no te pertenece denota que tienes un corazón enfermo.

¿Mientes como un deporte en tu vida diaria? Tienes un corazón enfermo, la Biblia nos dice que Satanás es el padre de toda mentira y que los que son sus hijos practican la mentira, podemos decir entonces que los mentirosos viven en sus propias mentiras creyendo que están sanos ignoran el problema.

¿Criticas las buenas obras de otros? Tienes un corazón enfermo ya que la envidia reina en tus pensamientos, esa enfermedad es terminal nos empuja a la venganza y la codicia a la avaricia, la crítica es una enfermedad que afecta al corazón de manera directa a tal grado que Caín mató a Abel en el principio de la historia de la humanidad.

Entonces hablemos de la solución al problema, la Psicología no ha podido curar el corazón, la Psiquiatría se queda corta con sus medicamentos  y consejos, la medicina en general lo intenta y siempre fracasa, la única salida será un nuevo nacimiento; físicamente esto es imposible, pero espiritualmente Jesús te ofrece una salida, confesar tus pecados y por ello alcanzarás misericordia y vida eterna según sus promesas, las cuales encontramos en las Sagradas Escrituras.

¿Te gustaría sanar tu corazón? Oremos juntos: "Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, confieso que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste al tercer día, perdonarme soy pecador, sana mi corazón.  Gracias por salvar mi alma hoy de condenación, dame hoy un nuevo corazón, llena mi vida de paz y seguridad, en Cristo Jesús mi Salvador Amen”.

¡Felicidades ahora tienes un nuevo corazón, no por tus obras, lo tienes por gracia de Dios!

¿VALE LA PENA LA PENA DE MUERTE?

La ley en el Antiguo Testamento ordenaba la pena de muerte para varios actos: asesinato (Éxodo 21:12), secuestro (Éxodo 21:16); bestialidad (Éxodo 22:19); adulterio (Levítico 20:10); homosexualidad (Levítico 20:13); ser un falso profeta (Deuteronomio 13:5); prostitución y violación (Deuteronomio 22:4) y muchos otros crímenes. Sin embargo, con frecuencia Dios mostraba misericordia cuando la pena de muerte debía ejecutarse.

David cometió adulterio y asesinato, sin embargo Dios no le quitó la vida por ello (2 Samuel 11:1-5, 14-17; 2 Samuel 12:13). A última instancia, todos y cada uno de los pecados que cometemos merecen la pena de muerte (Romanos 6:23). Gracias a Dios, Él mostró Su amor por nosotros al no condenarnos (Romanos 5:8).

Cuando los fariseos llevaron a la mujer sorprendida en adulterio ante Jesús y le preguntaron si debía ser apedreada, Jesús respondió, “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” (Juan 8:7). Esto no debe ser utilizado para indicar que Jesús rechazaba la pena capital en todos los casos, Jesús simplemente estaba exponiendo la hipocresía de los fariseos.

Los fariseos planeaban sorprender a Jesús, rompiendo la ley del Antiguo Testamento… realmente a ellos no les importaba que la mujer fuera apedreada ¿Dónde estuvo el hombre que fue sorprendido en adulterio? Fue Dios el que instituyó la pena capital: “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre.” (Génesis 9:6) Jesús apoyaba la pena capital en algunos casos, pero también mostró su gracia cuando esta sentencia estaba por ejecutarse (Juan 8:1-11). El apóstol Pablo definitivamente reconoció el poder del gobierno para instituir la pena capital cuando era necesario (Romanos 13:1-5).

Así que, básicamente, regresamos donde empezamos. Sí, Dios permite el castigo de la pena capital. Pero al mismo tiempo, Dios no siempre demanda la pena de muerte cuando es merecida. Entonces, ¿Cuál debe ser la posición de los cristianos sobre la pena de muerte? Primeramente, debemos recordar que Dios instituyó la pena capital en Su Palabra; por lo tanto, sería presuntuoso pensar que nosotros podemos instituir un estándar más alto que el de Dios o ser más compasivos que Él.

Dios tiene un estándar infinitamente más alto que cualquier ser, puesto que Él es perfecto. Este estándar no sólo se aplica a nosotros, sino a Él Mismo. Por lo tanto, Él ama hasta un grado infinito, y Él tiene misericordia hasta un grado infinito. Nosotros también vemos que Él tiene una ira santa en grado infinito, y que todo es mantenido dentro de un perfecto balance.

En segundo lugar, debemos reconocer que Dios le ha concedido al gobierno, la autoridad para determinar cuándo es meritoria la pena capital (Génesis 9:6; Romanos 13:1-7). Es antibíblico clamar que Dios se opone a la pena de muerte en todas las instancias.

Los cristianos nunca deben alegrarse cuando la pena de muerte es ejercida, pero al mismo tiempo no deben pelear contra el derecho del gobierno de ejecutarla sobre los perpetradores de los crímenes más viles.

Fuente Got Cuestions.
Toby.jr

¿ISRAEL O PALESTINA? Por Honor A La Verdad

El nombre Palestina, abarca la antigua Tierra Santa y la nación de Israel, pero no es el nombre original de ese país.

Los romanos asignaron ese nombre como en el segundo siglo D.C. Hasta el período de la ocupación romana este territorio fue subdividido en provincias independientes y reinos pero nunca unida bajo una designación colectiva. La extensión del nombre Palestina más allá de los límites de Filistea apropiadamente nos es más vieja que el Periodo Bizantino. Así que el término Palestina llego a la existencia mucho después que las escrituras habían sido canonizadas.  La tierra Santa nunca es llamada Palestina en las Sagradas Escrituras, la Palabra Palestina no aparece en el Hebreo original o en la traducción Griega de la Biblia.

El término Hebreo “Peledesh”, la cual se refiere a la tierra antigua de los Filisteos Filistea- aparece en la traducción Versión King James como Palestina en algunos textos como Éxodo 15:14 en Isaías 14:29 y 31 y también como Palestina en Joel 3:4. La versión King James traduce “Philistia” la tierra de los filisteos al igual que el español que dice correctamente Filistea en la Reina Valera en todos los versículos anotados arriba.

La Biblia no usa el término “Palestina” o “Palestinos” para designar alguna locación geográfica o a personas, tampoco el historiador Josephus usa esos términos en sus obras principales, Antiques of the Jews Wars of the Jews (Antigüedades de los Judíos y Guerreas de los Judíos).

Entonces concluimos que los recientes términos relativamente no pueden cambiar la historia y mucho menos las Escrituras.

¡Por honor a la verdad!

MI LISTA NAVIDEÑA Y PROMESAS 2015

Para ésta Navidad pido:

1- Que a los Troles les lleguen los virus.

2- Que tengamos un buen Alcalde.

3- Que pueda yo entender el voto cruzado.

4- Que los Diputados sean buenos legisladores.

5- Que encontremos los saquitos con dinerito de Taiwán.

6- Que alguien me explique el fenómeno Chaparral.

7- Que revelen qué pasó con el Masferrari.

8- Que el SITRAMS sea gratis siempre.

9- Que no seamos otra Venezuela.

10- Que vuelva la PH (Policía de Hacienda)

11- Que la Universidad Nacional abra mayor número de espacios para nuevos estudiantes.

12- Que mi mujer ya no me moleste. 

 

Para el 2015 prometo:

1- Prometo No meterme en lo que no me importa (Tu vida).

2- Prometo No molestar al gobierno de turno en mis predicas (Presidente).

3- Prometo No promover violencia.

4- Prometo No jugar con los políticos.

5- Prometo No ser religioso (Puritano).

6- Prometo cuidar mis ojos de toda lujuria.

7- Prometo sembrar palabras de vida.

8- Prometo compartir más tiempo con Dios.

9- Prometo no rumorar de nadie (Cero Chambre).

10- Prometo visitar al proctólogo (Miedo).

11- Prometo ser un mejor expositor de la palabra de Dios (Estudiar).

12- No comer churritos con Coca todos los días (Gorrrrdo).

¿Y tú qué pides, qué prometes? Una meta clara siempre te ayudará a ser mejor persona.