Un sequedal es la huella que deja el agua por el camino por donde algún tiempo fluyó. Así iniciamos la reflexión de hoy, como duele convivir con personas que ya no motivan tu amor, cómo duele el estar atado a una vida que no disfrutas, cómo duele saber que dando todo no estés correspondido de igual manera, cómo duele el hecho de ver a otros que han sido bendecidos con el amor.
Muchos vivimos en estas condiciones y hemos decidido ignorar nuestros sentimientos, para ello vivimos con desplazamientos personales, estos desplazamientos son los deportes, los bienes materiales, los amigos del trabajo y aún el trabajo mismo, ya que llega a ocupar el lugar que le corresponde a tu familia, toma todo tu tiempo y drena toda tu energía .
Para entender este fenómeno necesitamos analizar el origen del problema ¿qué fue lo que secó tu corazón? ¿Quién tiró la primera piedra en esta guerra del amor? ¿Cómo se fue desfigurando todo aquello que tanto amábamos? Estas y muchas otras preguntas vienen a mi mente cuando veo la manera cómo muchos de nosotros estamos viviendo.
Debo de recordarte que las relaciones para que funcionen deben ser de dos y no sólo el compromiso de una persona, deben de ser motivadas por el amor y no por el interés de bienes materiales o los beneficios de un buen apellido, las relaciones para que funcionen necesitan de comunicación fluida en todas las áreas: sexual, financiera, amistad, y muchas más.
Las responsabilidad dentro de la relación es de ambos, hablo de pagos, compromisos familiares o financieros, nuestros padres y hermanos ya son parte de este proceso o familia por lo cual te recomiendo evitar hacer comentarios que dañen la imagen que cada uno tenemos de nuestra familia inmediata.
Ahora que hemos visto estos tres puntos tan sencillos, entenderás cómo tu amor se convirtió en un sequedal, entenderás el origen del problema que ahora vivimos, comprenderás que lo que estamos viviendo es la consecuencia de haber decidido no prestar atención a estos detalles en el pasado y ahora el vuelto es la indiferencia del presente.
Convierte tu sequedal en una fuente de agua fresca que bendiga a todos los que te rodean, busca la salida a tu problema con un cambio de actitud, dedicación y una buena respuesta para cada situación, no me digas que no se puede ya que la Biblia dice "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Toma hoy la determinación y en poco tiempo Dios te dará un nuevo corazón.