«EL INFIERNO, MI JEFE Y YO»

trabajoinfierno.jpgEn este cierre de año muchos terminamos mal en nuestra vida laboral por la mala relación en nuestro medio de trabajo, claro esto cuando lo vemos bajo nuestra propia óptica mezquina y megalómana, sin pensar que el ambiente es producto de nuestras actitudes aquellas que con el tiempo tomamos para con los que nos rodean, no te quejes; todo lo que el hombre siembra eso cosecha. Amor, cariño, mentiras y rumores. Si en algo estamos de acuerdo es que todo pasa y Dios queda, no te sofoques todo estará bien si hoy buscas el entendimiento, el perdón, el borrón y cuenta nueva; pero no esperes que todos crean que tus errores son culpa de los demás, pues si analizas tus actitudes encontrarás los cambios que han surgido en los últimos meses de tu vida, producto de tus decisiones personales, fue allí­ donde tus debilidades surgieron con mayor intensidad ya que en meses anteriores por el cariño y confianza que mostrabas nadie notaba esos vací­os; pero hoy con la ayuda de tu cambio de carácter y prioridades todo lo malo afloró y es esto lo que hoy a causado malestar en tu persona y ni lo dudes también en todos los que te rodean en tu lugar de trabajo.
El infierno estará donde tu estés, hasta que realices que necesitas un cambio de corazón en tu carrera personal; vuelve a tus prioridades y no solo apeles a tus emociones personales, que nada tienen que ver con tu trabajo, ya no dañes mas personas con tus comentarios acomodados a tu versión de los hechos suscitados en tu vida. Realiza que tras tu persona caminan literalmente miles de amigos y familiares que con el mal testimonio, dejaran el camino correcto creyendo que te apoyan cuando en realidad sin saberlo son ví­ctimas de manipulaciones emocionales, producto de tus motivaciones personales, al no reconocer que estas caminando diferente a como solí­as hacerlo; no juegues con tu vida, ni con la vida de aquellos que te aman y respetan aunque lo demuestren de manera equivocada en estos momentos. Nuestros jefes no son lo que nosotros decimos que son, ellos llegaron más lejos que nosotros en menos tiempo y es por ello que son ahora nuestros encargados, nuestros mentores, nuestros guí­as para la labor encomendada por la empresa en que laboramos.
Mi deber será entonces reconocer que he cambiado y no necesariamente para bien, recordar que el ambiente es producto de los ingredientes que todos aportamos en nuestro medio de trabajo, que mi jefe es mi mentor, mi supervisor y que llego antes a dicha posición por su esfuerzo personal y dedicación; por lo tanto no culpemos a los demás de nuestros errores personales, démosle al tiempo una oportunidad para sanar nuestro corazón y entonces veremos quien tiene la razón la gente y yo. NO desperdicies este año 2009, reviviendo los mismos problemas del año anterior, necesitas un cambio de actitud, un cambio de corazón, un cambio de ambiente de trabajo; pero para ello no culpes a nadie, no te comportes como un niño, reconoce tus errores personales y perdona las faltas. Será entonces que verás la Gloria de Dios en tu vida.
Dedicado a todos los que perdieron la visión, la fidelidad en el 2008.

4 respuestas a ««EL INFIERNO, MI JEFE Y YO»»

  1. Excelente reflexion, ya que a veces pensamos que tenemos la razon, y no queremos admitir que no siempre es asi, pienso que cuando tenemos diferencia con los demas lo que debemos hacer es disculpar los malos entendidos y asi poder llevar una buena relacion de trabajo no solo con el jefe, sino tambien con los compañeros.

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