FALSAS PROMESAS

No hay nada más molesto que vivir de falsas promesas, esto ya es una costumbre para muchos de nosotros por el tipo de sociedad donde vivimos hoy día; pero esto no es normal ni justo, vivir prometiendo cosas que no se cumplen nos llevará a perder la confianza en el amigo o hermano en todo caso.

Todos tenemos recuerdos de alguna falsa promesa que nuestros padres hicieron en nuestra infancia, por ejemplo la de no abandonar a mamá hasta que la muerte los separe quizá esa es la primera de muchas en algunos casos, pero las peores son las promesas hechas en público y hasta de carácter legal cuando sacamos algún crédito bancario o préstamo personal con algún amigo o entidad.

Las falsas promesas fracturan la confianza de todo hombre, niño o anciano y con ello los sueños de muchos de nosotros, las falsas promesas de fidelidad de los novios en sus primeros meses, las falsas promesas de confidencialidad entre amigos, las falsas promesas de los religiosos para con sus fieles o seguidores y muchas más.

Por causa de las falsas promesas muchos hasta se quitaron la vida inmolando sus cuerpos por causas no reales, para tener vida eterna, para llegar al paraíso y tener vírgenes a su servicio, para  en la misma gloria de Dios en algún momento de su martirio terrenal. Es duro pero es real, somos muchos los que prometemos y no cumplimos lo prometido, pero déjame recordarte que existe alguien que cumple todo lo que te promete.

Antes que tu mente se anticipe a sacar conjetura alguna mejor te lo menciono, su nombre es Jesús, desde la antigüedad su Padre Dios nos dijo que no viviríamos en tinieblas para siempre, nos dijo que veríamos gran luz, nos dijo que tendríamos buenas nuevas de gran gozo y cada una de estas cosas se fueron cumpliendo delante de nuestros propios ojos hasta el día de hoy. Pero el mayor problema ha sido el que los Religiosos de hoy prometen en su nombre cosas que Él desconoce.

Prometen riqueza si ofrendas o diezmas en sus Iglesias, prometen sanidad si colaboras financieramente con sus caprichos espirituales, prometen libertad por medio de rudimentos y tradiciones cuando en verdad nos llevan a esclavitud a través de la religiosidad del siglo XXI. Es una pena que muchos están corriendo de Jesús en lugar de correr a Él, esto como fruto de las falsas promesas que no se cumplieron como las dijo el Padre, el Pastor, el Líder de la congregación, por ello hoy te invito a que si escuchas una promesa de un religioso, político o timador, la compares con el contenido de la Biblia para saber y conocer cuál es el fundamento.

Y antes de correr de la fe y la nueva vida en Cristo compruebes que lo que a ti te sucedió no fue culpa de Dios ni de su hijo Jesús sino culpa de la ignorancia sobre el conocimiento de las verdaderas promesas de Dios para tu vida. Cuida tu corazón de las falsas promesas.

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