Quien llegue a la silla presidencial tendrá que ser muy hábil para gobernar entre tanta oposición, esto significa que deberá separar el hígado del cerebro, tendrá que desarrollar inteligencia emocional en su máxima expresión; para ello necesitará ayuda de calidad, asesores no necesariamente extranjeros, ya que ellos hablan de la realidad nacional pero no la viven como nosotros.
Ser oposición es tan fácil que todos lo son aun sin saber que lo somos, sonará algo raro pero es probatorio, criticar lo construido por otros es mucho más fácil que construir algo propio; las redes sociales están llenas de estos parásitos, que si bien gozan de libertad de expresión, no gozan de sentido humano. Todo lo que hacen lo realizan no midiendo el impacto en otros, sino sólo en los colores de su partido o beneficios personales.
Sentido humano tiene todo aquel que proyecta o traza un plan estratégico para avanzar en la carretera de la vida, no así aquel que sólo señala obstáculos encontrados en la ruta, sentido humano es pensar en el futuro de todos y sólo en nuestro propio vientre o beneficio personal, sentido humano es poner a otros antes que a nosotros mismos; podemos decir entonces que si llegamos a ser oposición, tendremos que desarrollar sentido humano para con todos los planes de gobierno que el nuevo mandatario presente.
¿Cómo encontrar sentido humano en un mundo deshumanizado? Volviendo a nuestros principios, volviendo a nuestras raíces, volviendo a nuestro primer amor para con nuestro País, para con nuestros hermanos y amigos. Para ello debemos volvernos como niños, como lo expresa la Biblia nos será necesario nacer de nuevo a un cambio de vida; una vida llena de nuevos proyectos y metas, una vida con visión de País, una vida proyectada al servicio a los demás.
Aprendamos a ser oposición con sentido humano, no sólo por ser mera oposición, debemos aceptar los buenos proyectos de vida para toda una nación, sabedores que no es sólo por nosotros, sino por todos los que compartimos este terruño llamado El Salvador de quien orgullosamente formamos parte; seamos oposición con sentido humano.
