LOS SANTOS ESTÁN EN EL CIELO

Todo mundo pretende encontrar santos por los pasillos de las iglesias de hoy. Qué sorpresa que cuando leemos en la Biblia que Jesús a los santos no les dio mayor importancia sino a los enfermos y pecadores; el pecado original marcó a toda la creación de Dios de manera definitiva hasta la llegada de Jesús a nosotros, es pues el pecado el causante de todos los males que ahora nosotros padecemos, el pecado es el inicio de la perdición, es la causa de todo dolor que hoy experimentamos en nuestro diario vivir y cada uno de nosotros tiene su propia historia; no me critiques por ser tu manera de pecar diferente a la mía.

Los santos (latín (sanctus); griego αγίος (hagios), hebreo (kadosh) [‘elegido por Dios’ o bien ‘diferenciado’, ‘distinguido’ según el pensamiento contemporáneo hebreo]) son hombres o mujeres destacados en las diversas tradiciones religiosas por sus atribuidas relaciones especiales con las divinidades o por una particular elevación ética; este segundo sentido se preserva en tradiciones espirituales no necesariamente teístas.

La Biblia enseña que por cuantos todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios, entonces partamos que en la tierra no existen santos, que el se cree santo se engaña a sí mismo y a todos sus seguidores por igual. En nuestro país es casi normal ver a los rectos torcidos y a los torcidos rectos, este fenómeno lo produce la fe, los pecadores en busca de perdón se acercan a las iglesias de diferentes denominaciones y los santos se alejan de las mismas creyendo tener ya un espacio ganado en el cielo.

Es entonces que se produce la confusión, como hijo de pastor y después de 45 años de vida puedo dar testimonio que nos es necesario morir a diario a nuestras pasiones y deseos carnales; no podemos seguir pretendiendo que todo está bien cuando sabemos que en el interior estamos hechos pedazos por la dureza del corazón o por el simple hecho de no dar a Dios la razón, no podemos ignorar la consecuencia de estar lejos de Dios lo cual causa incertidumbre y cansancio espiritual como desgaste emocional.

Si estás en este proceso de reivindicarte para con Dios, no te sorprendas de encontrar a gente mala buscando hacer lo bueno en la Iglesia de tu preferencia, no te sorprendas ver a grandes narcotraficantes construyendo grandes templos para la comunidad, o ver a las mujeres de la vida fácil orando de rodillas para olvidar sus pesadillas en la iglesia cada domingo, somos nosotros los que necesitamos de perdón, somos nosotros los que necesitamos de nuestro estilo de vida salvación, no te molestes por el que quiere enmendar sus pasos, que te moleste la actitud de los que pudiendo enmendar sus faltas no lo hacen por soberbia u orgullo. 

De todos los pecadores yo soy el primero dijo el Apóstol Pablo, y yo digo que yo soy el segundo, ya que después de toda la maldad que reinó en mi corazón, por medio de la confesión de mis faltas Cristo limpió mi corazón, y ahora mi responsabilidad es mantener limpio y tranquila mi corazón y conciencia ya que con la ayuda de Dios por medio de su espíritu Santo todo es posible.

¿Y tú qué esperas para entender que los santos están en el cielo? No pongas como excusa que encontraste un pecador en la iglesia que visitas, no inventes historias donde Dios borró ya el pasado de estas personas de fe.

De algo estoy seguro, que la Biblia se cumple cuando nos dice “El que esté limpio de pecado que lance la primera piedra contra el pecador” ni tu ni yo estamos aptos para ni siquiera asumir tal posición, será mejor que juntos limpiemos nuestro corazón de pecado y dejemos de criticar al que se sentó en misa a nuestro lado, enfoca tu mente en tus problemas y no en las faltas de otros, ya que al cielo no se entra en grupos o pandillas, al cielo se entra exclusivamente por reconocer que Jesús es Dios, por confesar mis pecados a Dios y no a ningún hombre que cree ser santo en estos tiempos, amigo jamás olvides los santos están en el cielo.

Sé feliz.

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