El 9 de junio de 2003, en México, un grupo de personas de varios países de Latinoamérica hacían realidad uno de esos momentos que son, al mismo tiempo, culminación de un proceso y punto de partida para la siguiente etapa: se firmaba el documento legal conteniendo los estatutos para constituir formal y jurídicamente la Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzados, CLARA, como la organización que reunía en un grupo único a las redes académicas avanzadas de la región.
Previamente, en 2002, varias de las mismas personas habían firmado la Declaración de Toledo, donde se comprometían a echar a andar este grande e importante proyecto que incluía crear las redes académicas donde antes no existían (la mayor parte de los países de Latinoamérica) y coordinar con las redes avanzadas conde ya existían (México, Chile, Brasil y Argentina), para crear la red e infraestructura más completa de América Latina para el fomento de la investigación y la ciencia en el continente.
El apoyo de la Comisión Europea, a través del proyecto ALICE (América Latina Interconectada con Europa) y ALICE2, su sucesor, resultó una pieza fundamental en muchos sentidos, pero el deseo, la voluntad, la capacidad, la entrega, el compromiso y el entusiasmo de todas las personas, ciudadanos de todos los países de la región, que han participado en este inmenso desafío a lo largo de esta primera década, es lo que verdaderamente ha hecho llegar a RedCLARA a ser lo que es en el presente.
Una red de personas, comunidades y conexiones
En algunos países, como El Salvador, esta red ha venido adelantada a su tiempo, puesto que el desarrollo propio de la ciencia, la investigación y la tecnología aun se halla en una etapa temprana, tanto en la visión de las autoridades políticas como de algunos otros líderes nacionales.
En estos países aun falta propagar y asimilar la comprensión de la importancia que la ciencia, la investigación y la innovación por la vía científica tienen para el desarrollo económico y social de los pueblos. También falta superar la inmediatez política que significa aceptar que la colocación de fondos públicos en este tipo de proyectos es una inversión social a futuro que tendrá su retorno cuando un gobierno diferente al que lo realice estará dirigiendo la gestión pública.
RedCLARA conecta a las redes de 13 países de la región entre sí y con sus pares en Europa, Estados Unidos y el resto del mundo, con el objetivo de facilitar a sus científicos, investigadores y docentes el intercambio de información y la comunicación fluida, utilizando distintas y avanzadas herramientas tecnológicas.
La forma de hacer e-ciencia en la actualidad es por medio de la colaboración entre pares a nivel mundial. Aquéllos que siguen sin comprender esta realidad se quedarán cada vez más aislados y con una brecha mayor entre sus pueblos y el resto del mundo. Los fondos públicos concursables, y aun aquéllos fondos privados de universidades y centros de investigación deberían fomentar y favorecer los proyectos que se realizan en forma colaborativa, como mínimo dentro del país, pero sobretodo, en cooperación con homólogos de otras naciones y regiones.
De igual modo, estos fondos deben favorecer la publicación de los resultados en Acceso Abierto, pues ésta es la forma más directa para hacer avanzar la ciencia en nuestros países, apoyándose en los resultados de investigaciones previas, sin tener que repetir experiencias que ya le costaron a otras personas e instituciones.
Misión cumplida, pero aún falta mucho
Si partimos del primer comunicado de prensa que RedCLARA emitió, el mismo día de la firma de sus estatutos, podemos confirmar que la organización ha cumplido con los objetivos para los que fue creada.
No obstante, aún queda mucho camino por recorrer, y la pendiente es muy pronunciada cuando se va hacia arriba. Habrá que tomar aliento, hacer ejercicio, fortalecer los músculos del cuerpo y continuar nuestra caminata. Lo positivo es que cada vez más personas e instituciones se suman al esfuerzo que ha abierto la brecha en la región, estableciendo una serie de experiencias valiosas para tomar como referencia para las redes similares en África y el Caribe, que se hallan realizando su propia historia.
En una nota personal, hemos tenido el honor y privilegio de participar en esta provechosa aventura en nuestra región, desde la firma de la Declaración de Toledo, los estatutos de RedCLARA y la conformación de nuestra propia red académica avanzada, RAICES. La primera página de los estatutos de RedCLARA, firmados el 9 de junio de 2003, establece los objetivos de la red, que implícitamente invitaba a formar sus propias redes nacionales en los países en que aun no contábamos con la misma.
RAICES, la Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña, fue una de las redes que se crearon como resultado de este gran proyecto, siendo fundada el 29 de enero de 2004, unos meses después de RedCLARA. Al inicio de la red salvadoreña, al no contar con personería jurídica, fue la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas la que brindó el apoyo y los fondos iniciales para comenzar a escribir nuestra propia historia.
Confiamos en que el desarrollo de la ciencia, investigación y tecnología en nuestro país alcanzarán el nivel en donde herramientas como las redes avanzadas se vuelven imprescindibles para los mismos científicos, docentes e investigadores.
Sin lugar a dudas RedCLARA ha sido sumamente importante para elimpulso que ha tenido la tecnologia en los ultimos 10 años en America Latina. Y aun es solo el comienzo.
Hola. Desde hace tiempo busco a un amigo venezolano de mi juventud que estuvimos estudiando en Canadá, su nombre es Alberto Berrizbeitia Ponce. Agradezco su ayuda para poder encontrarlo, soy mexicano, de profesión médico internista. Mi nombre Sergio Flores Mena y actualmente vivo en la Ciudad de México.
Gracias