¿Qué hacemos con tanta información y tecnología?

Con frecuencia podemos pensar que la cantidad de información que recibimos a diario es abrumante. Estamos empalagados de información, lo que algunos llaman “infoxicados”, haciendo referencia a la sensación que algunas personas pueden experimentar, angustiándose si pierden la conexión del celular o del equipo móvil, aun en fines de semana y en horas no laborables.

Algo similar puede decirse del mercado de dispositivos que tiene que ver con el manejo, procesamiento, almacenamiento y despliegue de la información en todos sus formatos. Las empresas que están en este campo no dejan de competir, lanzando al mercado nuevo y mejores artefactos, buscando hacer más fácil nuestra administración de esas inmensas cantidades de datos e información.

Algunos autores, a partir de esta explosión de formas tecnológicas que tienen en común el uso de los datos en forma digital, han preferido hablar del “hipersector” de las TIC (tecnologías de información y comunicaciones), haciendo patente de esta forma la amplia variedad de áreas, tecnologías y rubros que contribuyen a acercarnos a la comunicación y el procesamiento de información.

Fábricas de información

El fenómeno sociológico conocido como Web 2.0, aunado con la acelerada difusión de teléfonos celulares y dispositivos móviles, abrió las puertas a millones de personas en el mundo para que, desde donde se encuentren, puedan “subir” o “colgar” en la Red sus opiniones, sus fotografías, videos, esquemas, poemas, o cualquier fragmento de información propia.

La cantidad millonaria de bits y bytes que circulan por Internet en este concepto a diario es impresionante. Por supuesto, al no existir filtros, editores o algún tipo de control de calidad, es posible encontrar de todo en la web, lo que obliga al cibernauta a discriminar lo que le interesa o considera útil y veraz, de lo que no llena estas características.

Visto desde la otra perspectiva, la del productor, esta posibilidad se vuelve una gran ventaja, puesto que le permite a cualquier emprendedor, profesional o no, tener presencia en Internet, con la posibilidad real de hacer negocios a nivel global. Hay muchas historias de éxito que transitan por este patrón.

Muchas personas se han hecho famosas a través de uso de las redes sociales, o de alguna de las tecnologías asociadas a la web 2.0. Videos, blogs, fotografías, foros, marcadores sociales, notificaciones breves, etc. son seguidos día a día, sin importar la hora o el lugar. En algunos de estos casos, estas personas no habrían obtenido una oportunidad como la que se tomaron de la red, sin preguntar mucho. La notoriedad se ha debido a un uso perspicaz de las herramientas que están al alcance de todas las personas.

Algunas reflexiones

Ante esta cantidad abrumadora de tecnología y de información en todos los formatos, hemos debido disciplinarnos y discriminar con qué nos quedamos de cada oferta, tanto en el área de dispositivos, como en el campo de la información que nos inunda. Para este fin, algunas reflexiones que pueden ser útiles son las siguientes.

¿Qué sucede a mi alrededor?

Independientemente del área productiva en la que nos movamos, debemos mantenernos atentos al entorno local y mundial. Los consejos de conocidos, la lectura adecuada, la atención a las señales, tanto de nuestro campo de acción, como de la tecnología en general, nos puede ser de gran utilidad para tomar buenas decisiones en cuanto a qué dispositivo utilizar, qué sitios web visitar, a cuáles rede suscribirnos, etc.

Lo último no debería ser mi primero

Otro síntoma recurrente de nuestros tiempos es la “urgencia” de tener la última versión de un paquete de software, o de un aparato de telefonía celular, o de una computadora. En la mayoría de los casos, es más probable que no tengamos necesidad de esa versión más reciente, acabada de salir al mercado. Debemos definir para qué necesitamos cada tecnología, y en base a esa reflexión, podremos o no invertir en su adquisición.

¿Quién controla a quién?

Acompañando al “stress” moderno, se encuentra esa necesidad casi obsesiva de estar conectados todo el tiempo. Normalmente, muchos de los mensajes de correo o las llamadas al celular durante el fin de semana, las noches o la vacación, podrían esperar. Sin abrumarse por la cantidad que tenemos enfrente y a disposición, debemos buscar la dosis correcta de información.

No más, pero tampoco menos

Así como es importante no ir al extremo de contar con lo último, tampoco es conveniente ir al otro lado, e ignorar lo que el mercado presenta. Lo más conveniente es incorporar las tecnologías a nuestra actividad productiva, siguiendo el ritmo que nos siente bien. Si no es por otra razón, al menos por la competencia que tenemos afuera, es importante tomarnos el trabajo personal e individual de conocer y aprender a usar las herramientas tecnológicas que hay en nuestro campo de acción.

Me conecto, luego existo

Es de vital importancia contar hoy en día con presencia y personalidad en la web y en la web 2.0. Desde tener una o varias direcciones electrónicas, consultarlas y responderlas periódicamente, hasta contar con un mecanismo para tener presencia en la web: adquirir y registrar un nombre de dominio propio, diseñar o encargar un sitio web, crear cuentas en Facebook, Twitter y otras redes sociales, dependiendo de nuestros propios objetivos personales y profesionales.

¿Existe Santa Claus?

Como todo fenómeno nuevo, existen muchos mitos y realidades en trono a lo que se puede y no se puede hacer en Internet, en cuanto necesitamos o no ser profesionales de la informática, o hasta donde es posible hacer las cosas por nuestra propia cuenta. Para dilucidarlo, tendremos que investigar, analizar y aclarar lo que sea cierto y aquello que no lo sea.

¿Algo nuevo bajo el sol?

Si tenemos alguna idea para realizar un nuevo tipo de negocio, o iniciativa de algún tipo, no está demás consultar ávidamente la información que está en Internet. Hay bastantes probabilidades de que podamos encontrar material que, cuando menos, podrá servirnos de base para depurar nuestras primeras impresiones. Ante una nueva idea, revisemos la red como apoyo, intentando descubrir si lo que buscamos hacer ya fue realizado en otros países, y con qué nivel de éxito.

Éstas y otras ideas pueden servir para lograr extraer el provecho que, sin duda, reside en esas grandes cantidades de información y la amplia variedad de tecnologías a nuestra disposición. Nos ha tocado vivir la era de la Sociedad del Conocimiento, y lo menos que debemos hacer es investigar y tratar de ubicar nuestro rol dentro de ella.

Códigos de conducta en el país digital

Se dice que en algunas culturas, eructar después de concluir una comida es una indicación de aprecio y gusto por lo que acabamos de ingerir, por lo que los anfitriones lo esperan y lo agradecen. En nuestro país, no se nos ocurre ni pensar hacer algo similar en el almuerzo al que nos han invitado algunos amigos, si es que deseamos que se repita la invitación.

Las culturas son diferentes de país a país, de región a región y, con frecuencia, de familia a familia en un mismo poblado. ¿Cómo no iba a ser diferente la manera de comportarse en el entorno virtual, en línea, en las redes sociales, y al usar las herramientas tecnológicas digitales a nuestra disposición hoy en día?

No hay una disposición explícita, ni un código de ética o de comportamiento al que todas las personas que ocupamos el ciberespacio en algún momento debamos someternos. No hay nada que firmar como acuerdo previo, que nos obligue a respetar, a cumplir y a hacer cumplir algunas normas en el mundo digital. Esto significa que en el fondo se trata de convenciones voluntarias que se pueden o no seguir por cada uno de los cibernautas.

Algunas propuestas

Una lista que ya cuenta con algunos años es la “netiqueta” (normas de etiqueta en la red) básica, que sugiere pautas de comportamiento y convenciones a usar en el envío y recepción del correo electrónico, así como normas en el chat y la mensajería instantánea. Estas se pueden encontrar en sitios tales como www.netiqueta.org, y recuerdan convenciones básicas como aquélla de que ESCRIBIR EN MAYÚSCULAS es interpretado como que el que lo hace está GRITANDO, y por tanto no es bien visto.

En el libro Netiquette, de Virgina Shea, se proponen reglas para el comportamiento general en el entorno de Internet como las siguientes, ampliando su explicación y justificación con ejemplos y razonamientos. Hay una versión en español en el sitio de Eduteka, en la que se amplia el significado de estas 10 reglas:

1.- Recuerda que en Internet te relacionas con seres humanos

2.- Compórtate en la Red como lo harías en el mundo real

3.- Sé consciente de en que espacio de la Red estás

4.- Respeta el tiempo y ancho de banda de los demás

5.- Trata de caer bien

6.- Comparte el conocimiento

7.- Ayude a que las controversias se mantengan bajo control

8.- Respetar la privacidad de los usuarios

9.- No abuses de las ventajas que puedas tener

10.- Excusa los errores de otros, y comunícaselo

De igual modo, existen normas para el buen uso del correo electrónico:

Cuestiones técnicas y de formato:

1. Identifícate a través de su nombre o un apodo reconocible

2. Escribe siempre un asunto (subject) claro y explicativo

3. Usa indicadores de prioridad para destacar mensajes importantes, pero no abuses de ellos.

4. No pidas confirmación automática de recepción o lectura

5. Ten cuidado con los archivos adjuntos

6. Utiliza adecuadamente las opciones de envío del correo (Para, CC, CCO…)

Cuestiones de redacción y forma en el mensaje:

1. El mensaje debe ser corto, claro y sencillo

2. Utiliza formatos sencillos

3. No utilices smileys, dibujitos ni acrónimos

4. Controla el uso de mayúsculas y minúsculas

5. El saludo en un e-mail debe ser como en una carta normal

6. Firma al final del mensaje

Malos usos del e-mail:

1. No reenvíes cartas encadenadas

2. No hagas Spam

3. Debes ser agradecido y educado en los mensajes

4. Contesta los mensajes sin perder el hilo

5. No difundas rumores ni chismes

Especial para jóvenes y niños

Las recomendaciones anteriores son válidas en forma general. Sin embargo, dada la abundancia de elementos novedosos en la web y las redes sociales, y algunas experiencias, reales y míticas, sobre lo que puede suceder en ese nuevo país digital con nuestros adolescentes, niñas y niños, se han elaborado algunas líneas de conducta, sobre todo para esa población.

La difusión de este tipo de recomendaciones es una buena estrategia. Es prácticamente imposible, además de indeseable, impedir que nuestros niños y niñas accedan por su cuenta a Internet y a las redes sociales, con el argumento de que puede haber algún riesgo para ellos. Lo más recomendable, entonces, es conversar con los niños y niñas, hacerles conocer algunos comportamientos esperados y recomendados, de forma que contribuyamos a su formación integral dotándolos de criterios que puedan usar para integrarse al país digital.

En este sentido, una propuesta bastante completa es la llamada “Tus 10 comportamientos digitales”, surgida a partir de un trabajo interinstitucional en Colombia, y que cuenta con una serie de materiales de difusión que podrían ser utilizados en países como el nuestro con mínimas adaptaciones.

Su slogan es “Tu responsabilidad es igual de real en lo virtual”, y estos son los 10 comportamientos digitales recomendados.

1. Utilizo las TIC respetando a los otros, respetándome y haciéndome respetar

2. Ejerzo mi derecho a la libertad y respeto la de los demás

3. Hago uso de mi identidad de manera segura en mi interacción con otros en los ambientes tecnológicos

4. Protejo mi integridad y seguridad personal y la de los demás

5. Soy responsable con mi intimidad y la de los demás

6. Utilizo las TIC para el libre desarrollo de mi personalidad y mi autonomía, y a través de ella reconozco y hago respetar mis creencias y pensamientos, y los de los demás

7. Utilizo las TIC para mejorar mi calidad de vida, asegurándome de procurar un ambiente sano y pacífico

8. Soy consciente de que los menores de edad requieren especial cuidado y acompañamiento en el uso de las TIC

9. No utilizo las TIC para promover, consultar, ver, comprar, compartir actividades relacionadas con explotación de menores, pornografía infantil, prostitución infantil, trata de personas, promoción de conductas autodestructivas, organizaciones y/o actividades al margen de la ley o cualquier otra conducta que atente contra los derechos humanos

10. Respeto los derechos de autor

La tercera pantalla: Programas para celulares y móviles

Seguramente en más de una ocasión, mientras hacíamos fila en el banco, o esperábamos a una persona, hemos jugado Solitario, revisado fotografías, o verificado nuestra agenda, todo en la palma de nuestra mano, a través de un teléfono celular o un dispositivo móvil.

No cabe duda que los teléfonos celulares se han convertido en un apéndice más de la mayoría de personas de todas las edades. Viajan en el cinturón de los caballeros, en la cartera de las señoras y señoritas y en las mochilas de los jóvenes. Se les escucha reclamando ser contestados en cualquier sitio, público o privado, o transmitiendo su vibración a la mesa en la que han sido depositados. Los hay de varios colores, tamaños y diseños, y el mercado de los servicios de telecomunicaciones, voz y datos, es uno de los de mayor crecimiento, en nuestro país y en el mundo entero.

Fuente: Boletín SIGET 2009

El boletín estadístico 2009 de la SIGET confirma el hecho de que circulan en El Salvador más teléfonos celulares que personas. Los dispositivos móviles (agendas, asistentes digitales, reproductores de archivos MP3, tabletas digitales, etc.) también gozan de popularidad entre los ciudadanos de éste y otros países.

Oportunidades para una industria

Esta impresionante cantidad de celulares y dispositivos móviles, sumado a los avances tecnológicos en el campo de la miniaturización y la capacidad de procesamiento de información, han abierto un nuevo mundo de oportunidades de trabajo y avance en un campo relativamente poco explorado en El Salvador: el desarrollo de programas y aplicaciones para celulares y dispositivos móviles.

Todas las funcionalidades que se pueden realizar utilizando un aparato no mayor que la palma de la mano requieren que una persona o un grupo de profesionales planifiquen, diseñen, escriban, prueben y empaquen código de programación, en forma muy semejante a como se le ordena a un computador que ejecute las tareas que se desea que éste lleve a cabo.

Aplicaciones para jugar, entretenerse, conectarse a Internet, leer el correo, escuchar música, escuchar audio libros, tomar y visualizar fotografías, filmar y/o ver vídeos, mantener la agenda de actividades al día, contar con bases de datos de contactos, tomar notas, conocer la hora en otras partes del mundo, determinar la posición georeferenciada, leer documentos y e-libros, entre otras miles, pueden ser diseñadas y desarrolladas por profesionales y técnicos de la programación de computadoras, con un poco de entrenamiento, que puede ser auto adquirido.

Cada marca y modelo de teléfono celular que se vende en el mundo, así como todas las variantes de dispositivos portátiles y de apoyo móvil que se diseñan, se construyen y distribuyen en el planeta, necesitan forzosamente contar con un buen número de programas y aplicaciones que se ejecuten en el aparato y lo hagan lucir cada vez más útil y necesario.

Está claro entonces que hay un mercado de alta tecnología en expansión, que tiene como clientes potenciales a los fabricantes de todas las marcas de teléfonos y móviles, así como a los millones de usuarios de esos pequeños aparatos. Los lectores de e-libros y las tabletas digitales, como la iPad, lanzada hace unas semanas, y las Tablet PC de HP, Lenovo, Fujitsu, Gateway, Toshiba, Samsung, y tantas otras también requieren que se desarrollen aplicaciones y herramientas que complementen lo que pueden hacer por nosotros.

La diferencia está en lo que puede hacer la tercera pantalla

De hecho, el verdadero potencial de los celulares y móviles, conocidos como la tercera pantalla, después del televisor y el computador, radica en la mayor cantidad de funciones y acciones que se pueden lograr con un mismo aparato.

Hemos sido testigos en los años recientes de la forma en que los celulares han reducido su precio y su tamaño, al mismo tiempo que han aumentado su funcionalidad, alcance y poder computacional. Si bien la mayoría de los consumidores buscan contar con un aparato que les permita comunicarse desde cualquier lugar en el momento en que lo deseen, es cada vez más creciente el número de personas que indagan también acerca de otras funciones.

Afortunadamente, los dispositivos son diseñados con minúsculos pero poderosos procesadores, y capacidades de almacenamiento adicional, lo que permite que, además de lo que ya viene “precargado” de fábrica, el teléfono o dispositivo móvil pueda aceptar y ejecutar más funciones, herramientas, acciones y apoyos a nuestro trabajo. Siendo así, solamente la creatividad y la capacidad de los diseñadores y programadores para crear programas eficientes marca el límite.

Por su parte, cada vez es más una práctica común y conocimiento difundido que el usuario final de un celular o dispositivo puede, de acuerdo a sus necesidades, adquirir, por medio de un pago o en forma gratuita, los agregados que requiera ejecutar en su mismo aparato.

La base tecnológica

Preparar estas aplicaciones no es una tarea fuera del alcance de profesionales y técnicos de países como el nuestro. Los fabricantes de los celulares y demás aparatos portátiles, consecuentes con la filosofía de la Wikinomía, no sólo han permitido que personas ajenas a las empresas desarrollen programas y participen de las ganancias de un mercado creciente, sino han creado y hecho disponibles en forma gratuita las herramientas que permiten concebir y llevar a la realidad los programas que se diseñen.

Fuente: Artincell

En El Salvador, una empresa pionera en este campo es Artincell (que significa “Arte en Software para Celulares”). Contando con varios años en la industria, y con la visión de servir a varios clientes y plataformas, cuentan en su haber algunas experiencias exitosas, tanto nacional como internacionalmente, y no han tenido reparo en apoyar a otros jóvenes con similares inquietudes para entrar en esta área.

Fuente: First Tuesday El Salvador (www.firsttuesday.org.sv)

Bajo el programa First Tuesday, fue llevado a cabo recientemente una Taller Técnico sobre aplicaciones para móviles. En el mismo, empresas como Artincell estuvieron instruyendo a los jóvenes que se mostraban interesados en los requisitos, secretos y consejos para crear sus propias aplicaciones para diversas plataformas.

Un concurso para móviles

Contando con el patrocinio de algunas empresas y organizaciones, First Tuesday de El Salvador ha lanzado el certamen de desarrollo de aplicaciones para móviles, denominado TIGO Mobil Challenge. De acuerdo a sus bases, este concurso admitirá para su consideración aquellas ideas que cumplan con:

– Factibilidad de aplicación en el negocio de las telecomunicaciones.

– Posibilidad de ser implementadas en un plazo máximo de un año.

– Beneficios significativos del proyecto.

– Alta posibilidad de crecimiento a corto plazo.

– Aquellas ideas que cumplan las condiciones precedentes podrán participar de un programa, que eventualmente les permitirá materializar dichas ideas en planes de negocios desarrolladas por empresas aptas para ofrecer sus productos y servicios a los usuarios y/o suscriptores de los socios.

Esperemos que muchos de nuestros jóvenes talentos decidan enfrentar el reto lanzado, y veamos próximamente no sólo buenas ideas, sino también más empresas salvadoreñas exitosas en el campo del desarrollo de aplicaciones para móviles.

Consulta pública sobre Agendas Nacionales del Conocimiento

Comenzó en 2003, a partir de la Cumbre sobre la Sociedad de la Información en Ginebra, y en 2005 se concretó el primer plan, llamado eLAC 2007, que contenía 70 actividades repartidas en 30 metas. Este plan fue revisado y ajustado, dando paso al plan eLAC 2010, con 83 metas. Este año se espera conocer y evaluar lo que se ha obtenido, y completar una versión revisada de este conjunto de metas, de forma que se actualice en un nuevo plan, denominado eLAC 2015.

¿De qué hablamos? “LAC” significa Latino América y Caribe, y la “e”, minúscula, como prefijo, significa “electrónico”. Es la misma “e” que se usa en e-Gobierno, e-Educación, e-Comercio y en tantos otros nuevos términos que hemos creado en los años recientes. Entonces, “eLAC” simboliza las agendas y planes de acción que se han desarrollado y que se están ejecutando, o no, en los países de la región latinoamericana y caribeña, para acercar a nuestros países a la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

A partir de la primera declaración conjunta de los gobiernos de la región, manifestando la intención de dar seguimiento y poner especial atención a estos temas, se le encomendó a la Comisión Económica Para América Latina, CEPAL, que actuara como Secretaría permanente de este esfuerzo, apoyando a los gobiernos. Desde entonces, CEPAL mantiene un trabajo de coordinación, registro y observación sobre las áreas de trabajo contempladas en las metas de los distintos planes eLAC.

¿Un solo tamaño o hecho a la medida?

Lamentablemente, la realidad es que las metas establecidas en estos planes no han sido satisfechas por todos los países firmantes. Falta de recursos, falta de interés, falta de apoyo político, cambios de gobierno, cambios de personas, cambios de prioridades, sobreestimación de alcances, exceso en la variedad y cantidad de metas, rebalse de otros problemas locales, ausencia de liderazgos regionales y nacionales, duplicación de esfuerzos, traslape de funciones y responsabilidades, ineficacia o inexistencia de esfuerzos y actividades de cooperación entre países, o simple ignorancia acerca de la existencia de estos planes. Usted puede decidir cuál o cuáles de estas razones refleja mejor la realidad de los países involucrados y las causas del incumplimiento.

La metodología empleada en los primeros planes parece adecuada: dentro de un grupo de lineamientos generales, se definen un conjunto de metas concretas comunes para todos los países, con números o características que pueden ser comprendidas y comprobadas en cada caso.

Los lineamientos generales de eLAC 2007 fueron:

a) Acceso e inclusión digital

b) Creación de capacidades y conocimientos

c) Transparencia y eficiencia públicas

d) Instrumentos de política

e) Entorno habilitador

Los lineamientos de eLAC 2010 han sido los siguientes:

a) Educación, nuestra primera prioridad

b) Infraestructura y Acceso, nuestra segunda prioridad

c) Salud, nuestra tercera prioridad

d) Gestión pública

e) Sector productivo

f) Instrumentos de política y estrategias

En este segundo plan, para cada uno de éstos, se abordan metas específicas para 1) Entorno, 2) Acceso, 3) Capacidades, 4) Aplicaciones y Contenido. La estructura funcional para desarrollar este plan se muestra a continuación:

En ambos planes, la idea ha sido que los gobiernos y los equipos multisectoriales de trabajo de cada país, cuando existen, desarrollen proyectos concretos que busquen cumplir con las metas homogéneas que se han propuesto.

Es decir, se ha diseñado “una medida que le debe quedar a todos” (“one size fits all”). Sin duda, las propuestas de lineamientos, áreas de trabajo y metas reflejan un genuino esfuerzo y una muy buena abstracción y síntesis de lo que significa encaminar a nuestros países hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Sin embargo, es posible que una medida NO le queda a todos, y quizá debería reorientarse el trabajo de CEPAL hacia la búsqueda de la inclusión de los lineamientos y áreas incluidas en eLAC 2010 en las agendas nacionales de cada país, partiendo de la macro visión a la concreción particular en cada país.

Consultas para el plan 2015

Actualmente, y de aquí hasta la reunión de este año, presumiblemente en Perú, en octubre, la CEPAL está conduciendo una serie de acciones, reuniones, discusiones y documentación, con la finalidad de formular un mejor plan eLAC 2010.

Algunas lecciones se han aprendido. Por ejemplo, la cantidad tan grande de metas intimida a cualquiera, y aunque los planes contienen una gran cantidad de buenas ideas, muchos gobiernos y sus ciudadanos no cuentan con la infraestructura orgánica para darle seguimiento adecuado.

Otra mejora que se puede hacer es proponer las metas dentro los lineamientos generales que se acuerden por consenso, pero dejar en blanco, por unos días solamente, la cifra o el dato específico que cada país considera que se puede exigir, razonablemente, de aquí a 2015, para cumplirlo, de acuerdo a sus propias dinámicas, limitaciones y prioridades. Aun así, cada país debe establecer un compromiso responsable y confirmable.

Adicionalmente, es clave que la CEPAL juegue un papel de catalizador, creador de sinergias y facilitador de las actividades de cooperación que pueden darse entre los países de la región. Gracias a su Observatorio de la Sociedad de la Información de Latinoamérica y el Caribe, OSILAC, la CEPAL puede establecer, sin hacer un inconveniente “ranking” público, cuáles países han logrado avanzar más en cada tema, y están dispuestos a ofrecer su cooperación a otros menos aventajados.

En la consulta pública que CEPAL está realizando en estos días, cada uno de nosotros puede expresar su opinión respecto a estos temas. Si nos interesa de alguna forma esta línea de desarrollo, podemos y debemos participar en estos esfuerzos.