LACNIC recibió a ICANN en la Casa de Internet de Latinoamérica y el Caribe

La semana del 18 al 22 de septiembre, LACNIC, el Registro de direcciones de América Latina y el Caribe, llevó a cabo su reunión LACNIC 28, en conjunto con la reunión de operadores de telecomunicaciones LACNOG. Como en la mayoría de estos eventos, además de las conferencias, discusiones sobre políticas relativas a la administración de las direcciones IP y Sistemas Autónomos, también tuvieron lugar algunas reuniones de trabajo entre actores del sector Internet de la región.

Adicionalmente, LACNIC celebró dentro del tradicional evento social en la semana su aniversario 15. Se considera el año de 2002 como la fecha oficial de creación de LACNIC, aunque por supuesto, como suele suceder, los esfuerzos y trabajos de cabildeo y preparación de documentos, justificaciones y negociaciones iniciaron mucho antes.

Desde hace 3 lustros, LACNIC administra algunos de los recursos fundamentales para desplegar Internet en la región de Latinoamérica y el Caribe. Lo hace entregando Direcciones IP y Números de Sistemas Autónomos a los proveedores de conectividad y de Internet que operan en la región bajo su cargo.

LACNIC es una entidad privada, sin fines de lucro, registrada legalmente en Uruguay y que, junto a otros 4 registros similares en el mundo, son las únicas entidades designadas para la gestión de estos recursos.

Una organización abierta y definida por sus miembros

Una gran ventaja de la forma en que se desarrolló la historia de Internet en el mundo es que fue construida y desarrollada en buena medida por la comunidad técnica, que visualizaba a esta tecnología como una herramienta de desarrollo nacional y regional, y no como un producto o servicio comercial.

Esto ha tenido implicaciones importantes en la situación actual en el mundo y nuestra región. Por ejemplo, los fondos que LACNIC obtiene por la gestión profesional y sistemática de los recursos que coordina en la región son utilizados para, además de cubrir los costos de la operación, en la promoción del desarrollo de Internet en nuestros países, desde distintas y variadas acciones.

Por otro lado, si bien LACNIC cuenta, como toda organización formal, con una estructura jerárquica de asamblea, miembros, directorio, funcionarios ejecutivos, grupos de trabajo, proveedores, y usuarios finales, también es verdad que acude a la comunidad para determinar la forma en que los recursos se administran, a través de su foro abierto de políticas públicas.

Así, además de elegir a los miembros del directorio y de las respectivas comisiones pertinentes, los miembros también discuten las políticas que rigen la forma en que se administran los recursos de Internet para la región, y LACNIC ejecuta estos lineamientos. Una empresa privada, una universidad o un equipo de gobierno, por lo general, no son tan abiertos a las opiniones de sus comunidades.

Un visitante especial

Con motivo de la realización de LACNIC 28 en Montevideo, la junta directiva de ICANN, la Corporación Internet para Nombres y Números Asignados, por sus siglas en inglés, decidió acompañar a la comunidad latinoamericana y caribeña en esta reunión, en forma parcial, y aprovechar para realizar su taller privado en esta ciudad y en fechas cercanas al evento.

Esto fue aprovechado para llevar a cabo reuniones, tanto formales como un poco más distendidas, en la Casa de Internet de Latinoamérica y el Caribe, sede de nueve organizaciones regionales relacionadas con el quehacer de Internet en nuestros países, encabezadas y hospedadas por LACNIC en unas funcionales y atractivas oficinas en Montevideo, con vista al Río de la Plata.

La vinculación y relación, formal y amistosa, entre ambas organizaciones, es un factor clave en la estabilidad, seguridad y resilencia de la red de redes en la región, pues la confianza mutua entre las personas que en última instancia administran y operan los recursos fundamentales es, por supuesto, de crucial importancia, tanto para la operación diaria como para el avance de Internet.

Las reuniones de esta semana hicieron posible la continuación del fortalecimiento de vínculos, la conexión de culturas organizacionales y personales, la valoración de los respectivos trabajos, y la construcción de confianza y conocimiento mutuo, todo lo que seguramente abona a los objetivos comunes de mantener una Internet abierta, cooperativa, estable y segura, desde esta parte del mundo.

 

El futuro de Internet y la brecha digital

Internet dejó de ser solamente un desarrollo tecnológico de la humanidad desde que los primeros usuarios compartieron información y documentos de variadas disciplinas y distintos niveles de conocimiento; desde que algunos innovadores dieron a conocer características de bienes y servicios, y cómo adquirirlos; desde que se pudieron transmitir en la red objetos y elementos activos que abrieron una serie de oportunidades y posibilidades a los más aventajados.

Una vez comprendido el medio y sus alcances, la imaginación y creatividad de muchas personas alrededor del mundo comenzó a poblar la red con innumerables formas de compartir, publicar, y obtener provecho personal, organizacional, empresarial y nacional, de tal suerte que la economía, el comercio, la política y todas las actividades de la humanidad fueron transformadas, o al menos matizadas por el uso de la red.

Si bien la tecnología subyacente ha manifestado algunos cambios desde su concepción original, éstos son mínimos comparados con las modificaciones que se han dado en otras áreas circundantes, más relacionadas con la forma en que se usa la tecnología, lo que se hace en la red, y el acceso legítimo a bloques de información.

Sin embargo, si bien la tecnología habilitadora se puso a disposición del mundo casi de inmediato, desde la perspectiva de los derechos de autor y la propiedad intelectual, la implementación y el ulterior desarrollo de la conexión y cobertura geográfica, así como el aprovechamiento comercial, económico, social y cultural de las aplicaciones sobre la red, ha sido muy heterogénea en el mundo.

Brechas geográficas, culturales y generacionales

Las diferencias entre hemisferios, entre países, entre regiones dentro de un mismo país, crecen cada vez más, en una carrera difícil de igualar. Existen áreas de gran extensión que aun no cuentan con cobertura y conectividad adecuadas a Internet, principalmente porque no representan una fuente de ingresos para los proveedores, lo que a su vez está vinculado a los motores de economía, niveles de ingreso, capacidad de pago y a las actividades productivas de estas regiones.

La familiaridad y facilidad con que las personas de un país o región utilizan las aplicaciones y procesos que combinan equipos y programas digitales establece otra diferencia. Desde la propagación de la cultura digital mínima, que permite a los pobladores sentirse cómodos y productivos en la interacción con dispositivos, máquinas y aplicaciones digitales y electrónicas, hasta la posibilidad de lograr productividad y calidad usando computadores, sensores, móviles, la distancia se hace cada vez mayor.

Las generaciones más jóvenes han sido más temerarias y abiertas a la aceptación de la nueva cultura, pero en general aun no superan la fase de impresión y uso lúdico y banal. Es a un ritmo lento que nuestras poblaciones se asoman al aprovechamiento de las tecnologías para generar riqueza. Las necesidades financieras de los jóvenes que usan las tecnologías contemporáneas no siempre los orientan a buscar la productividad.

Estas son algunas de las diferencias en el nivel de desarrollo, aceptación y adecuación de las personas al uso de las tecnologías. A ellas se puede sumar los niveles de capacidad y competencia para desarrollar nuevos dispositivos y aplicaciones, darles mantenimiento, configurar y proteger las redes y servidores, y proveer un servicio de calidad.

¿Se pueden cerrar las brechas?

Una posible estrategia para lograr sacar provecho a la red en nuestros países menos desarrollados es apoyar y fomentar la especialización, en todo sentido.

Los economistas deben discutir sobre la economía basada en las TIC y el conocimiento y, sobre todo, deben aportar propuestas de cómo encaminar nuestros países en ese rumbo; los sociólogos y sicólogos investigar y generar formas de comportamiento humano colectivo e individual que faciliten la interacción digital. Cada científico, desde su campo de estudio, debe analizar el impacto del uso de estas tecnologías en su área del saber, tanto como una herramienta de observación y medición, como un mecanismo de transformación de sus elementos.

La conectividad y el acceso general son una condición necesaria, pero no suficiente. Algunas políticas públicas han evolucionado, reconociendo que el compromiso va más allá de elevar la tasa de penetración en un país. Más relevante, incluso, es posibilitar el dominio productivo y provechoso de las herramientas tecnológicas.

Las brechas de todos los tipos que existen y que crecen continuamente pueden y deben ser contrarrestadas, por medio de iniciativas creativas y dedicadas, no solamente de parte de los gobiernos, sino también de la sociedad civil, el sector privado, la academia y la comunidad técnica. Como al inicio de Internet, la generosidad, solidaridad y espíritu de colaboración pueden hacer que las diferencias se vayan reduciendo. Sin embargo, el tiempo que nos tome hacerlo nos aleja de ese objetivo.

 

STEM: Otro acrónimo que abre oportunidades

Aunque son disciplinas muy antiguas dentro de la clasificación y desarrollo del conocimiento de la humanidad, más recientemente se les ha concedido una atención especial dentro del ámbito educativo, en forma colectiva: la integración de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y la Matemática en el sistema educativo formal, conocida como STEM por sus siglas en inglés, trae retos y oportunidades para países en desarrollo. Algunos le llaman en español CTIM.

Somos conscientes de que la mayoría de avances relevantes que han hecho posibles los bienes y servicios que nos proveen un mejor nivel de vida, como humanidad, provienen de avances en la ciencia, que apoyada por la matemática, viabilizada por la tecnología y hecha realidad por la ingeniería, nos acercan importantes descubrimientos y formulaciones a la vida diaria.

Una definición de este término formal es “STEM es la integración intencional de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y sus prácticas asociadas para crear un ambiente de aprendizaje centrado en el estudiante en el cual los estudiantes investigan y diseñan soluciones a los problemas y construyen explicaciones basadas en evidencia de fenómenos del mundo real con un enfoque en las necesidades sociales, emocionales, físicas y académicas del estudiante a través de contribuciones compartidas de escuelas, familias y socios comunitarios”.

Las frases clave que encontramos en esta definición son “integración intencional”, “centrado en el estudiante”, “soluciones a los problemas”, “basadas en evidencia”, “enfoque en necesidades”, “contribuciones compartidas”. Son varios los requerimientos y con un nivel de exigencia que no hace sencillo un enfoque STEM.

Las habilidades necesarias

La formación de un joven por medio del proceso educativo busca generar y poder contar con una persona productiva por medio de la dotación de conocimiento y el desarrollo de habilidades, definiendo un perfil específico. Para el enfoque STEM hay características que son comunes con la mayoría de aspiraciones educativas.

Habilidades y competencias esperadas en STEM:

  • Habilidades analíticas para investigar un tema, desarrollar un proyecto y su línea de tiempo, y obtener conclusiones de resultados de investigaciones.
  • Habilidades científicas para desglosar un sistema científico complejo en partes más pequeñas, reconocer relaciones de causa y efecto, y sostener opiniones usando hechos.
  • Habilidades matemáticas para realizar cálculos y medidas.
  • Atención al detalle siguiendo direcciones técnicas, registrando datos en forma precisa, concluyendo sintéticamente.
  • Habilidades técnicas, análisis de fallas, reparación y uso de software y equipo moderno.
  • Comunicación y cooperación para escuchar necesidades de clientes o interactuar con socios de proyectos.
  • Trabajo en equipo para completar proyectos exitosamente.
  • Creatividad para resolver problemas y desarrollar nuevas ideas.
  • Liderazgo para dirigir proyectos o apoyar clientes y usuarios.
  • Habilidades organizativas para llevar registro de mucha información diversa.
  • Administración del tiempo para operar eficientemente.

Adicionalmente, son muy importantes las habilidades blandas, que ya hemos tratado en este espacio, definidas en una frase como las cualidades personales, hábitos, actitudes y conductas sociales que hacen a una persona un buen empleado:

  • Comunicación verbal y escrita
  • Liderazgo
  • Organización
  • Curiosidad e imaginación
  • Experiencia tecnológica
  • Trabajo en equipo
  • Administración del tiempo
  • Seguir direcciones
  • Deseo de aprender
  • Solución creativa de problemas

El desafío de nuestro sistema educativo

Si realmente queremos, como país, comprometernos con desarrollar un enfoque STEM en el proceso educativo desde educación básica, media y superior, tendremos que buscar las formas de estimular en los niños y jóvenes, muchachos y muchachas, el gusto y la motivación para comprender los fenómenos naturales, las posibilidades y alcance de la ciencia y la matemática, y la utilidad de la tecnología y la ingeniería.

Para ello, algunos aspectos pedagógicos y didácticos que deberán ser desarrollados por los docentes, directores de centros y formadores de formadores, son:

  • Aprendizaje por problemas y proyectos.
  • Banco de problemas / Árbol de problemas.
  • Fomento de asombro-interrogantes-solución-comunicación.
  • Comprensión de la ruta crítica: Dato-información-conocimiento.
  • Enfoques interdisciplinares y multidisciplinares.
  • Diseño de soluciones a problemas reales fuera del aula.
  • Intervención de tutores profesionales (coaching).

Obviamente, la necesidad de recursos educativos que permitan fomentar el enfoque STEM estará presente, pero lo principal es la comprensión y compromiso con el mismo, por parte de las autoridades educativas, públicas y privadas, de todo nivel. La correlación observada en los países con mejores niveles de vida y productividad, mejores ingresos per cápita y el desarrollo de los componentes de STEM debería ser suficiente argumento.

 

Industria 4.0: otro vagón del tren que podemos abordar o dejar pasar

Para documentar algún fenómeno social, tecnológico, económico, científico o político, y poder referirnos al mismo de una forma abreviada, los humanos tenemos la tendencia de crear y acuñar nombres y acrónimos para los sucesos que nos parecen relevantes para la humanidad. Existen muchos ejemplos de estos términos, aplicados a épocas, regiones, sucesos y movimientos de diversa naturaleza.

Dentro del ámbito tecnológico social, se habla de las revoluciones agrícola, industrial, e informática, y se identifican algunas fechas en la historia, no necesariamente concordantes según los distintos autores, para establecer su inicio y final. En cualquier caso, es más definitorio la tecnología predominante y el nivel de difusión y popularización de la misma en todo el mundo.

Si bien es cierto que la denominación de estas tendencias y taxonomías puede ser calificada de arbitraria, y podemos optar por no seguir ni utilizar dichos nombres, la realidad es que los fenómenos, eventos y tendencias que se identifican con esos nombres, suelen ser reales y, más importante aún, revelan las posibilidades y reales que están ocurriendo sobre todo en países desarrollados, y que usualmente impactan la economía nacional e internacional.

Dada la gran proximidad de las relaciones de cada país con sus pares en cada parte del mundo que las comunicaciones actuales ha propiciado, el que una tendencia impacte en la economía de otros países y en el concierto mundial de las relaciones comerciales nos debiera motivar al menos a conocerla y, si es posible y adecuado, tratar de apropiarla localmente.

Revolución industrial 4.0

De acuerdo a Wikipedia en inglés, la Industria 4.0 es un nombre para la tendencia actual de la automatización y el intercambio de datos en las tecnologías de fabricación. Incluye sistemas ciberfísicos, Internet de las cosas, computación en la nube y computación cognitiva.

La Industria 4.0 crea lo que se ha llamado una «fábrica inteligente». Dentro de las fábricas inteligentes estructuradas modularmente, los sistemas ciberfísicos monitorean procesos físicos, crean una copia virtual del mundo físico y toman decisiones descentralizadas. A través de Internet de las cosas, los sistemas ciberfísicos se comunican y cooperan entre sí y con los seres humanos en tiempo real a través de la Internet de Servicios, en la que tanto los servicios internos como los organizativos son ofrecidos y utilizados por los participantes de la cadena de valor.

Se dice, adicionalmente, que es la integración de diversas tecnologías que ya se encuentran disponibles y que son cada vez más accesibles a nivel popular, para ser utilizadas en las fábricas y en los sistemas de producción y manufactura.

Internet de las cosas, impresión 3D, big data, minería de datos, analítica, robótica, hardware y software abiertos, corte en laser, diseño y construcción por computadora, prototipado, RFID, NFC, redes inalámbricas, etc., son algunas de las tecnologías que, aunque se conozcan por separado, deben poder ser combinadas y puestas en producción.

El recurso humano debe dirigirse ahí

Las acciones requieren que las personas tomen decisiones, acopien recursos y ejecuten planes adecuados y diseñados para conseguir propósitos específicos. En casos como el tratado, no sólo se necesita que se tomen decisiones críticas, sino también un país como el nuestro demanda que la fuerza laboral nacional también esté calificada en estas tecnologías especializadas y, con una comprensión adicional de cómo aplicarlas.

El Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP) desarrolló esta semana su IV Congreso de Formación Profesional, denominado “El Salvador y la Industria 4.0: desafíos y oportunidades para la formación profesional”, contando con la presencia de dos ponentes internacionales, y finalizando con un panel de cuatro profesionales salvadoreños de ámbitos diferentes, reflexionando sobre la aplicación a la realidad nacional lo discutido.

La capacitación del recurso humano para apoyar a la industria nacional es un tema estratégico de nación, considerando que dependiendo de la calidad de dicha formación, el país puede, o no, acompañar la posible decisión de los empresarios e industriales de enfocar los esfuerzos y recursos en orientar su cadena de producción para seguir las tendencias contemporáneas.

Es un tema también relacionado a la competencia mundial y al lugar que queremos, como país, tener en el mercado mundial. Si la producción y manufactura eficiente en el mundo se logra siguiendo las definiciones e intuiciones que la Industria 4.0 propone, es importante que para mantener la competitividad individual y colectiva, tomemos acciones concretas en ese sentido. Podemos decidir abordar o dejar pasar, una vez más, el tren de la tendencia tecnológica mundial, y eso definirá el futuro de nuestras generaciones por venir.