Una charla especial con Leonard Kleinrock: uno de los científicos que crearon Internet

Como se ha dicho varias veces, Internet es una de las grandes creaciones de la humanidad que el siglo XX nos dejó. Dada la relativa juventud de esta tecnología, muchos de sus creadores aun permanecen activos, y continúan impartiendo charlas, clases, desarrollando tecnologías y orientando a las generaciones que vienen atrás.

Quien escribe ha tenido el privilegio de conocer, escuchar y conversar con algunos de estos ingenieros a lo largo de algunos años, conociendo de primera mano a los héroes originales que concibieron e hicieron posible la realización de la red de redes.

En un entorno privado, en las oficinas centrales de ICANN, Leonard Kleinrock, Profesor Distinguido de la Universidad de California en Los Ángeles, matemático de profesión, se dirigió a un pequeño grupo para relatar su participación y proximidad en la construcción de Internet, así como su apreciación de lo que sucede actualmente y lo que puede constituir el futuro.

Steve Crocker, Lito Ibarra y Leonard Kleinrock – ICANN Los Angeles, 1 de febrero de 2017

Además de algunos datos personales, el doctor Kleinrock compartió la historia de la concepción y desarrollo de la red ARPA Net, que un poco después sería llamada Internet. A continuación algunos extractos.

Estaba en el aire

Como muchas ideas de la humanidad, hay un momento en el que la secuencia de eventos precedentes, las circunstancias de las personas en el mundo y ese vínculo, visible o no, que nos une como humanidad, hace posible que similares ideas sean concebidas en distintas partes del planeta.

Así, Kleinrock comenta que, a partir de 1958, cuando se fundó la agencia ARPA en Estados Unidos, motivados por el hecho de que en 1957 los rusos lanzaran el Sputnik al espacio, lo que se consideró una derrota en el liderazgo tecnológico en el mundo, comenzaron, sin previo acuerdo, tres esfuerzos paralelos que incidieron en el desarrollo de la red: la teoría matemática de Kleinrock en MIT, el desarrollo de la infraestructura de Baran en RAND, y la ingeniería desarrollada por Davies, en NPL, en Inglaterra.

Fuente: Charla de Leonard Kleinrock en ICANN Los Angeles, 1/feb/2017

La motivación principal para desarrollar esta red no era la salvaguarda contra una guerra y eventual catástrofe nuclear, como se ha querido hacer ver, sino la incipiente pero creciente necesidad de los científicos e investigadores de compartir recursos computacionales, mucho más caros y escasos en ese entonces.

Kleinrock concluye rápidamente que, aunque no hubiera existido ninguna de estas personas, Internet se habría desarrollado de todos modos, y presenta la secuencia de eventos que sucedieron en esos años. El primer ancestro de los actuales enrutadores fue conectado el 2 de septiembre de 1969, y el primer mensaje fue enviado el 29 de octubre del mismo año.

Fuente: Charla de Leonard Kleinrock en ICANN Los Angeles, 1/feb/2017

Algunas anécdotas

Aunque en el mismo momento en que se realizan los eventos nadie es consciente de su trascendencia, al ver para atrás e intentar hacer memoria, se encuentran algunas curiosidades que vuelven más humano el relato.

Por ejemplo, Kleinrock señala que, al prepararse para enviar el primer paquete de datos de un punto a otro, entre los primeros dos nodos, los participantes usaron el teléfono para comunicarse y confirmar lo que estaban haciendo. La paradoja es que está tecnología que estaba siendo probada por primera vez eliminaría o reduciría drásticamente el uso del teléfono como herramienta de comunicación. De la conmutación de circuitos nos movíamos a la conmutación de paquetes.

Fuente: Charla de Leonard Kleinrock en ICANN Los Angeles, 1/feb/2017

Los primeros dos nodos de la red, como sabemos, fueron ubicados en la Universidad de California en Los Ángeles y en el laboratorio de investigación de Stanford. Los primeros caracteres enviados fueron L-O, y al tratar de enviar la tercera letra, una G, para continuar digitando la palabra “LOGIN” e ingresar al computador principal de Stanford en una forma remota, este computador tuvo una falla y truncó la comunicación, pero, curiosamente, la falla no fue de las comunicaciones sino del anfitrión al que intentaban entrar.

Todo eso es historia, y quizá muy poca gente esté realmente interesada en conocerla. La necesidad inmediata es que la red funcione, lo haga eficiente y velozmente, a precios accesibles, y nos siga permitiendo hacer todo lo que hoy hacemos en y gracias a ella.

Sin embargo, y aunque pudieron ser otras las personas que lograron este gran avance, lo cierto es que quienes estuvieron ahí supieron perseverar y lograr hacer trabajar lo que será, para siempre, la mayor creación humana para comunicar y vincular al mundo entero.

 

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