De clústers y gremiales: asociatividad en tecnología

El anglicismo “cluster”, que significa racimo, grupo o conjunto, se utiliza frecuentemente en español, como clúster, y se refiere a un grupo de equipos, organizaciones o cosas que se ensamblan juntas o se reúnen para realizar acciones o actividades en conjunto para lograr un propósito común.

La idea de constituir clústers en una industria específica no es nueva. Particularmente, en el caso de las tecnologías de información y comunicaciones en El Salvador, desde 1998, año en que se constituyeron los clústers en varias áreas de la economía (café, plantas ornamentales, pesca, miel, turismo, artesanías, etc.) también se creó el primer clúster de tecnologías de información.

Con el concurso de varias empresas y personas, se inició el trabajo colaborativo definiendo objetivos y estrategias comunes. La misión de ese clúster se expresaba como: “Promover y desarrollar el sector de las Tecnologías de la Información y su inserción exitosa en el mercado global para alcanzar la competitividad, mejores oportunidades de negocios y así contribuir al desarrollo sostenible del país, mediante la formación de alianzas estratégicas, la inversión en el capital humano, la integración de la tecnología y la promoción de un entorno propicio”.

Sin embargo, las condiciones no se dieron adecuadamente para que este clúster terminara de desarrollarse, y si bien se obtuvo el financiamiento del BID para desarrollar un diagnóstico de los posibles nichos de tecnología en los que nuestro país podría incursionar, no se logró hacer mucho más.

El concepto económico de clúster fue popularizado por el economista Michael Porter el año 1990, en su libro «La Ventaja Competitiva de las Naciones», y suponía la integración de los actores relevantes de un sector específico de la economía de un país. Esto es, no solamente las empresas productoras o comercializadoras del producto o servicio concreto, sino también universidades, centros de investigación, empresas de mercadeo, dependencias gubernamentales, y otras instancias que pueden aportar a los objetivos comunes.

Otras iniciativas y esfuerzos

Después de la disolución y desilusión de esta primera experiencia, se constituyó una segunda versión. Esta vez se concentró el enfoque en una rama específica de la industria TIC: el desarrollo de software. A partir de esta convocatoria, y después de algún tiempo de trabajo, se logró constituir el grupo asociativo Exsource Group El Salvador, reuniendo en su seno al menos a 13 empresas que desarrollan software en El Salvador.

Este grupo asociativo ha continuado su labor a favor del sector salvadoreño de desarrollo de software, logrando cooperaciones importantes con las organizaciones internacionales de apoyo y vinculándose con grupos similares en otros países.

Más recientemente, se ha constituido en El Salvador una gremial del sector amplio de las tecnologías de información y comunicación en el país, denominada Cámara Salvadoreña de Tecnologías de Información y Comunicaciones (CaSaTIC), asociando a más de 26 empresas y organizaciones que desarrollan sus actividades productivas y comerciales en el sector tecnológico.

Estos grupos asociativos salvadoreños se mantienen activos, realizando eventos, talleres y reuniones, preparando proyectos y documentos que fomenten las buenas prácticas, la capacitación profesional y el apoyo gubernamental para desarrollar el sector TIC salvadoreño.

Impulsando la asociatividad

Por ejemplo, con el apoyo de la cooperación alemana a través de GIZ, Exsource Group realizó recientemente un taller llamado «IT Cluster Development in El Salvador – Promoting Exports and Building Capacities», impartido por el consultor internacional Lucas von Zallinger.

Entre otros temas, el taller cubrió los temas críticos de la conformación de clústers en el sector de Tecnologías de Información y Comunicaciones:

  • Administración de clústers de TI
  • Estrategia del clúster
  • Estructura organizacional
  • Servicios del clúster
  • Mercadeo del clúster
  • Financiamiento del clúster
  • Administración de información y conocimiento
  • Lecciones aprendidas

El argumento principal para conformar clústers de cooperación es la evolución de la economía, tal como se refleja en la siguiente figura.

Elaboración propia, basada en presentación de Lucas von Zallinger

Las lecciones aprendidas por iniciativas similares en otros países establecen que no es fácil lograr resultados con estos clústers y asociaciones gremiales. Las empresas deben comprender las posibilidades y oportunidades que se pueden obtener al trabajar en grupo, pero también deben estar dispuestas a contribuir con sus aportes financieros y parte de su tiempo, por una parte, y a ser pacientes para trabajar por los resultados, por otra.

Una buena noticia es que CasaTIC y ExSource Group han acordado mediante un convenio de trabajo mutuo, fomentar los lazos y formas de cooperación entre ambos grupos, sus miembros y sus alianzas nacionales e internacionales, extendiendo esta red de cooperación a otras organizaciones, tales como la Asociación Salvadoreña de Profesionales en Computación (ASPROC) y el Club de Transferencia e Intercambio de Conocimiento (Club TIC).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *