Ha pasado mucha agua bajo el puente desde que aquellos escolásticos de la edad media se pasaban muchas horas, días y semanas copiando, a mano, tanto el texto como las ilustraciones que componían los libros originales, previo a la invención de la imprenta.
Lo que hoy conocemos como educación superior era aun más escasa, restringida y cara de lo que es en la actualidad. Aunque todavía es un privilegio en la mayor parte del mundo, hay cada vez más personas que pueden acceder al conocimiento general y especializado que se transmite en las instituciones dedicadas a este tipo de educación.
Al mismo tiempo, siendo también parte de la sociedad contemporánea, las universidades y centros de estudio e investigación que imparten la educación, en todos los niveles, pero especialmente en el nivel superior, están siendo motivadas, invitadas y empujadas a buscar su transformación, en algunos casos a nivel de sus fundamentos, para intentar responder adecuadamente a lo que está sucediendo allá afuera.
Intentamos en este artículo un listado, seguramente incompleto, de algunas de las tendencias más relevantes que las instituciones de educación superior está experimentando, desde hace algunos años, modificando desde la infraestructura física hasta el plantel de profesores e investigadores, pasando por la gestión de los recursos y la interacción con sus pares, estudiantes, formadores, y miembros de los demás sectores de la sociedad.
Las megatendencias
Se listan a continuación, con una pequeña descripción, algunas corrientes y formas de desarrollar actividades en las instituciones de educación superior en el mundo. No se ha utilizado ningún orden particular.
BYOD (Traiga su propio dispositivo, por sus siglas en inglés):
Cada vez más estudiantes, docentes y funcionarios de los centros de estudio llevan sus computadoras portátiles, tablets y celulares, y cualquier comunicación electrónica debe adaptarse a todos.
Conectividad ubicua:
Se espera, y en muchos casos ya es realidad, que haya conectividad inalámbrica a Internet en todos los espacios de los campus y edificios.
Movilidad:
La comunicación móvil no puede suspenderse ni restringir en aulas, espacios públicos y laboratorios de las universidades y centros de investigación.
Educación en línea:
La mayoría de instituciones de educación superior tienen sus plataformas para servir la educación a distancia, combinando cursos semi-presenciales con los programas completamente en línea.
MOOC (Cursos Masivos Abiertos En línea, por sus siglas en inglés):
Algunas universidades en el mundo se han dedicado a ofrecer esta variante de la formación en línea, usando vídeos y material de apoyo, muchos de forma gratuita y sin necesidad de registrarse en la institución.
Blogs y otras publicaciones:
Los artículos y entradas en blogs y otras formas de publicación en Internet se usan como referencias bibliográficas, y por tanto se espera que algunos docentes e investigadores propios experimenten con estos medios de publicación.
Referencias automáticas:
Crece la cantidad de referencias a artículos y publicaciones en Internet que se relacionan y contabilizan de forma automática, lo que abona a la difusión de ideas y resultados de investigaciones.
Especializaciones en planes de estudio:
Dado el nivel de detalle con el que algunas profesiones y disciplinas evolucionan, es cada vez más necesario ofrecer planes de estudio con alta cantidad de contenidos especializados.
Edificios, aulas y laboratorios inteligentes:
Algunas de las nuevas edificaciones que se construyen en las instalaciones de las universidades son dotadas con los elementos para ahorrar energía, mantener un buen clima interno y otros elementos de operación semi-automático.
Oferta diversificada:
En la medida de lo posible, y considerando los costos en todo sentido, así como la posible demanda, las instituciones de educación superior ofrecen ahora programa de estudio de nivel técnico, diplomados, seminarios, talleres y otros cursos, incluso extra currículo.
Educación continua:
Los profesionales graduados también necesitan y, en muchos casos, deben, mantenerse actualizados. Para ello, una buena opción es volver al alma mater para recoger nuevos conocimientos.
Mayor relación con el sector privado:
La relación entre academia y empresa privada, anhelada por muchos años, se vuelve más una necesidad y una realidad. Se buscan mecanismos para sistematizar y dar sostenibilidad a la vinculación de docentes, investigadores y gerentes, empresarios y profesionales.
Provisión de servicios a privados y públicos:
Las habilidades y talentos, así como los recursos del conocimiento de las entidades de educación superior pueden ser usadas también en servicios de consultoría e investigación para entidades públicas y privadas.
Simuladores:
Los laboratorios y las configuraciones de aparatos para reproducir fenómenos naturales en circunstancias bajo control se pueden obtener más fácilmente usando los distintos tipos de equipos simuladores.
Sensores y actuadores:
Es posible conocer más e incidir de mejor forma en la naturaleza por medio de sensores y actuadores de los diversos parámetros e indicadores que se pueden medir y en algunos casos, controlar, para conducir experimentos y experiencias para evaluación académica.
Internet de las cosas:
La interacción entre objetos inanimados, ya sea con servidores y programas especiales, así como entre ellos, a través de la distancia, usando la red de redes, también estará invadiendo el ámbito universitario. El uso de drones y otros dispositivos de comando y acción remota se incluyen acá.
Bibliotecas, revistas y publicaciones:
Las colecciones y reservorios de documentos periódicos en formato digital, seriados o no, así como la facilidad de relación y búsqueda de contenido que sirva de base a nuevas hipótesis y experimentos se han vuelto un sitio común en la academia.
Uso de la nube:
El núcleo del negocio de las academias no son los centros de cómputo y los servicios informáticos. Este argumento, expandido según sea necesario, está motivando a las universidades a buscar opciones en la nube, al menos para aplicaciones que no requieren demasiada seguridad o ubicación en casa.
Visión global:
Las conferencias internacionales en torno al quehacer universitario, no solamente sobre las disciplinas científicas, sino sobre todo lo que atañe a la gestión administrativa académica, son cada vez más frecuentes y variadas, lo mismo que las asociaciones de instituciones de educación superior.
Mayor interés por la innovación y el emprendedurismo:
Las áreas de estudio que comprende y dan origen a la innovación y al emprendedurismo forman parte de los planes de estudio de muchas escuelas, no solamente las de administración de negocios, en muchas universidades alrededor del mundo.
Redes avanzadas:
La versión propia de Internet para las academias y centros de investigación de alto nivel en todo el mundo, llamada redes avanzadas o Internet2, mantiene su vigencia y utilidad, logrando que más instituciones de educación superior compartan recursos a través de esta vía, creada y mantenida exclusivamente para ellos.
Investigación colaborativa:
Prácticamente ya no hay investigaciones confinadas a cuatro paredes, salvo las militares muy confidenciales. Para todas las demás, lo que prevalece es la colaboración entre pares alrededor del mundo. Esto hace más eficientes los procesos de investigación.
Investigación aplicada:
El aprovechamiento casi inmediato de los resultados de una investigación en la industria, incluso con la posibilidad de generar réditos financieros es una clase de investigación promovida en conjunto con la empresa privada.
Equipos compartidos:
Dado el alto valor de adquisición, mantenimiento y reemplazo de equipos de observación, experimentación, medición, simulación, reporte y archivado, en muchas instancias es fácil conocer acerca de instalaciones compartidas entre varios centros de estudio.
Formación continua de docentes:
El ritmo con el que el conocimiento y práctica científica avanza y se modifica es tan alto y demandante en la mayoría de disciplinas del saber, que las universidades y centros de formación deben procurar que su personal mantenga un alto grado de actualización.
Tiempo de atención:
Las instituciones y su personal académico deben considerar que los estudiantes contemporáneos están sujetos todo el día a un continuo bombardeo de información y estímulos cognitivos, visuales y perceptivos, y por ende, su nivel y disponibilidad de atención es distinto al que tenían las generaciones anteriores.
Forma de interacción:
También la forma, rituales, protocolos y costumbres de comunicación entre estudiantes, profesores e investigadores ha cambiado en la academia, como resultado de los cambios sufridos por la sociedad, sobre todo con el advenimiento y uso masivo de la tecnología.
Seguramente podemos continuar agregando más tendencias, pero las enumeradas nos proporcionan una idea de lo mucho que las instituciones de educación superior han cambiado y continúan modificando su forma de operar, servir y, en última instancia, cumplir sus tradicionales funciones de docencia, investigación, proyección social e innovación.
Excelente síntesis, gracias por compartir.