Desde hace un tiempo se viene hablando, estudiando, analizando y especulando acerca de los distintos aspectos que la aparición y difusión del metaverso conllevará, sobre todo los que transformarán la forma en que los seres humanos interactuamos con la tecnología, las redes y la comunicación.
Si bien falta varios años para que podamos ver y experimentar el metaverso, ya existen algunas tecnologías, al menos en sus versiones tempranas, y otros elementos de análisis, reflexión y especulación, que nos permiten considerar si esta es la siguiente evolución de Internet.
Está claro que no se trata de una aplicación para el móvil, ni solamente una plataforma, como las que existen para tomar cursos, pagar en línea o ser parte de una red social. El metaverso, debidamente realizado, incluye elementos de hardware, tales como dispositivos de Realidad Virtual, Realidad Aumentada, sensores, y otros, así como mucho software desarrollado con este fin.
Características diferenciadoras
La visión de las empresas e ingenieros involucrados en el desarrollo del metaverso, en esta fase, puede ir desde concepciones comprensibles, hasta escenarios de mucha complejidad e interacción entre los participantes, los usuarios del mundo. Comparándolo con las redes sociales, que es algo de lo que ya experimentamos, se pueden mencionar tres aspectos que serán diferentes:
Efimeridad: en el mundo físico, la mayoría de nuestras comunicaciones diarias son efímeras: hablamos, la gente nos escucha y no existe un registro a largo plazo de lo que dijimos. Por el contrario, los correos electrónicos, los mensajes de texto y las publicaciones escritas en las redes sociales suelen ser persistentes, creando un registro que perdura en el tiempo y que se puede inspeccionar, revisar, modificar o eliminar.
Encarnación: En el metaverso podremos comunicarnos no solo escribiendo en un teclado o mirando una pantalla, sino a través de nuestra presencia y actuación física. Los avatares reflejarán nuestros movimientos corporales reales. Esto nos permitirá comunicarnos de manera más expresiva, usar nuestras manos para crear y manipular objetos digitales e interactuar con nuestro entorno virtual 3D.
Inmersión: En el metaverso nos comunicaremos de manera que nos haga sentir como si estuviéramos en un espacio específico con otras personas: entornos compartidos donde la interacción social se siente natural, como una conversación con amigos en una cafetería, restaurante o en hogar. Ninguna otra forma de comunicación hasta ahora ha sido capaz de lograr el tipo de fidelidad audiovisual necesaria para crear la sensación de estar en un espacio compartido que es posible en el metaverso.
Estos aspectos ya nos permiten anticipar diferencias importantes. Por ejemplo, no será fácil registrar lo actuado en una sesión o reunión en el metaverso; tampoco podremos disimular u ocultar nuestras verdaderas emociones pues nuestro lenguaje corporal y gestos será perceptibles para los demás; seremos más espontáneos y menos reflexivos, tal y como nuestra personalidad funciona en el mundo real.
El metaverso operará sobre los mismos estándares y protocolos de Internet, pero tendrá que crear otros adicionales. La gobernanza del metaverso, así como su ecosistema, están por definirse. Ojalá tomen la experiencia ganada en el desarrollo de Internet.