El 10 de junio de 2014 quedará marcado en el calendario de la región latinoamericana y caribeña como la fecha en la que el inventario de direcciones IPv4 para la región llegó a su fin, sumándose a otras regiones del mundo que agotaron su respectivo inventario de IPv4 hace algunos meses.
Esto no significa que Internet vaya a dejar de funcionar, ni que los proveedores de conectividad vayan a dejar de prestar servicio, o incluso que, en el corto plazo, vayan a dejar de incrementar la cantidad de usuarios que día a día se conectan a la red. Hay procesos y técnicas por medio de las que es posible paliar la ausencia de direcciones IP públicas, utilizando unas pocas para dar paso y acceso a muchos usuarios, introduciendo retardos en el tráfico y otras desventajas de identificación y seguridad, pero logrando la conexión.
LACNIC, el Registro de Direcciones de Internet para América Latina y el Caribe, es la entidad responsable de la asignación de recursos para toda la región, confirmó que desde 2002 ha asignado más de 182 millones de direcciones IPv4 a 3,735 entidades en toda la región. A esta cantidad debe agregarse las muchas direcciones que fueron asignadas antes de la existencia de LACNIC y las entidades de Registro de Internet Regionales (RIR), conocidas como direcciones “legacy”, o de legado, ya que provienen de la delegación en forma directa de IANA a organizaciones e incluso personas, en los albores de Internet.
Como era de esperar, aun con todas esas direcciones, la demanda de conexiones a Internet sigue creciendo, tanto por que más personas se van conectando como por que más dispositivos con posibilidades de conectarse entran al mercado (Internet de las cosas), y porque cada persona tiene tres, cuatro o más puntos de conexión (celular, tablet, pc, laptop, etc.).
¿Qué pasa ahora?
Con la finalización de estos recursos, algunos podrían pensar que surgirán problemas, escasez, elevación de precios, dificultades para lograr nuevas conexiones y ventas paralelas de direcciones, tal como sucede en la economía tradicional ante la disminución del acceso a un recurso.
La situación no es para alarmarse. Por el lado de LACNIC, han entrado en vigor políticas muy restrictivas de entrega de recursos por su parte, reservándose incluso, de lo poco disponible, un espacio para futuros operadores. También se ha activado la posibilidad de transferir bloques IPv4 entre entidades de la región.
Debemos estar claros, no obstante, que la solución real y definitiva está lista desde hace muchos años. La versión 6 del protocolo IP, diseñada y desarrollada para resolver la terminación de las direcciones versión 4, ha estado disponible y ha sido promovida desde hace más de 10 años por entidades como LACNIC, ISOC y muchas más. Implantar esta nueva versión no cuesta más que lo que cuesta la renovación tecnológica que habitualmente hacen los proveedores de conectividad y los administradores de redes.
IPv6 es la única tecnología disponible que garantiza la continuidad del modelo de desarrollo de Internet. Si Internet no puede crecer, el acceso, la innovación y el empuje en la calidad de servicios a la población (velocidad de banda ancha), pueden verse sensiblemente afectadas, impactando directamente en el PBI del país.
En realidad es una oportunidad
Esta terminación, de naturaleza tecnológica, casi transparente para los usuarios finales, plantea interesantes retos y posibilidades para empresas y gobiernos, sobre todo aquéllos más involucrados e interesados en hacer que sus países continúen su desarrollo por medio del aprovechamiento de la conectividad y el despliegue del acceso generalizado en la mayoría de su población.
Para los gobiernos, la falta de direcciones IP puede tener impacto directo en la capacidad de crecimiento de Internet a nivel nacional. Algunos gobiernos ya están liderando el despliegue de IPv6 haciéndolo disponible en sus propios servicios.
Para las empresas, la implementación de IPv6 por parte de los proveedores de conectividad es indispensable para satisfacer la demanda básica de sus clientes y el crecimiento de nuevos usuarios y servicios. Este protocolo IP es la única solución que permite el crecimiento de la red sin restricciones.
Las grandes operadores internacionales, proveedores de contenido y de tránsito del mundo, ya han desplegando sus redes sobre IPv6, por lo que habilitar IPv6 a sus clientes significará ahorro de costos y al mismo tiempo, se estará garantizando su acceso a los nuevos servicios que están siendo desplegados.
Por el momento no experimentaremos dificultades ni baja del rendimiento o calidad de las conexiones, pero es imperioso para cualquiera que tiene autoridad y capacidad de decisión en las infraestructuras nacionales de acceso Internet iniciar o retomar los planes de transición hacia el “no tan nuevo” protocolo IPv6. Este es el camino hacia un mayor crecimiento y aprovechamiento de Internet en nuestros países.