¿Hasta que suceda algo realmente serio?

Como hemos conversado en otras ocasiones, Internet ha evolucionado y revolucionado todo a su paso. Nadie podía concebir lo que sucedería unos pocos años antes del 50º aniversario de esta tecnología, como lo que se está desarrollando en la actualidad en torno o debido a esta tecnología.

Hay muchas cosas buenas alrededor de esta forma instantánea de comunicación, siendo quizá una de las más relevantes su alcance mundial. Esto se vuelve más evidente y, sobre todo útil, cuando las personas se trasladan de un lugar a otro en el planeta, y aun así, pueden realizar sus actividades laborales, familiares y personales con relativamente poca interrupción, y con admirable eficiencia, considerando los miles de kilómetros de distancia y la cantidad de horas de desfase horario.

Sin embargo, así como la naturaleza humana es dual, complementaria y contradictoria, también ocurren incidentes y actividades contra el bien particular y general de una forma más rápida, eficiente y, en muchos casos, impune. Desde robos de activos e identidades, hasta intromisiones y alteraciones de datos e información de forma no autorizada.

Las personas, organizaciones y gobiernos observan, conocen y a veces son afectados por estos eventos, y pueden, o no, tomar medidas para prevenirlos, evitarlos o perseguirlos, pero no siempre logran resultados contundentes. Las consecuencias pueden ser graves en algunos casos, ya sea sobre recursos físicos, humanos, financieros o fundamentales.

La jurisdicción internacional

Uno de los temas más acuciosos que impiden la efectividad de algunas de las medidas que se pueden tomar como prevención o reacción a los delitos y faltas cometidas a través de la red, o destinadas a los activos y recursos que son parte de la red, es la jurisdicción sobre la que aplican tales disposiciones.

Al ser Internet una red que comunica y permite intercambiar datos e información en varios formatos y de diversas maneras entre los habitantes y organizaciones de todo el mundo, el grave problema que impone es el de los territorios físicos y geográficos sobre los que tienen efecto las leyes, reglamentos y penalizaciones que se definen por las autoridades y las sociedades para buscar una convivencia armónica.

La ubicación de los equipos y servidores donde reside la información, así como la situación geográfica de las personas que programan, operan y mantienen los computadores que pueden ser usados para cometer actos contra la integridad de personas y activos, facilita o, en la mayoría de casos, obstaculiza, la ejecución y refuerzo de la ley, por muy adecuada que sea ésta.

El problema, con sus muchas aristas y condicionantes, es conocido por juristas alrededor del mundo, pero si antes, y aun ahora, ha sido difícil ponerse de acuerdo en reglas comunes que administren y permitan supervisar el comercio y las transacciones de todo tipo en el mundo real, este objetivo es aun más difícil en el virtual.

Hasta que suceda una catástrofe

Si vemos la historia del mundo, la mayor parte del tiempo de existencia de la humanidad la hemos desarrollado en forma aislada unos de otros. Si ya es difícil ponerse de acuerdo en una colonia, una ciudad o un país, ha sido más problemático conciliar las posiciones a nivel de federaciones de estados, conjuntos regionales de países, y todavía más a nivel mundial.

Ha sido necesario que ocurran sucesos trágicos que afectan a millones de seres humanos, como las grandes guerras mundiales, hecatombes de proporciones globales y fenómenos que potencialmente pueden causar la muerte o el deterioro de la vida humana, para que las naciones intenten tomar medidas paliativas.

Un ejemplo de este comportamiento es el surgimiento de la Organización de Naciones Unidas y otras regionales, como la Organización de Estados Americanos o la Unión Europea, como una forma de prevenir las guerras de alcance mundial, mejorar las condiciones de vida, y en algunos casos, tratar de promover el desarrollo económico y social.

Con temas como la ciberseguridad, la privacidad, la protección de datos personales y la defensa de derechos a la libre expresión y otros, está pasando algo similar. Aun no es suficiente lo que los estados están haciendo en forma coordinada para prevenirlos y combatirlos de la mejor forma. ¿Será necesario que ocurra un evento catastrófico de proporciones mundiales dentro de la red de redes para que tomemos entre todos las medidas adecuadas de prevención, mitigación y coordinación mundial? Ojalá que no sea así.

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