En varios países se celebra el Día del Padre durante el mes de junio, y se aprovecha la ocasión no sólo para felicitar y dar regalos a los padres y abuelos, sino también para reflexionar sobre la paternidad responsable, la relación entre padres e hijos y las circunstancias que el ambiente propicia como favorables y adversas a la tarea de un papá que quiere formar a su descendencia como personas de bien para el futuro.
El entorno que rodea a los niños y adolescentes en la actualidad es radicalmente distinto al que nos tocó vivir a las generaciones precedentes. Por supuesto, toda la historia ha sido así, con ambientes diferentes para generaciones diferentes, en los que también inciden los aspectos de ubicación geográfica, costumbres, vecindarios, cultura, idioma, arte, ciencia, etc. que rodea a cada grupo de seres humanos.
Sin embargo, la época actual tiene algunas características relevantes: ubiquidad de la conectividad y posibilidades de comunicación, una cultura propia de Internet, más aspectos en común con niños y jóvenes de todo el mundo, maneras diferentes de ver e interactuar en la vida personal y profesional, etc.
A propósito de este tema tan relevante, el Foro Económico Mundial ha publicado un artículo del autor Yuhyun Park sobre las 8 habilidades digitales que los niños y adolescentes de hoy deben dominar para moverse adecuadamente en el entorno digital. A su vez, este autor hace referencia a la Inteligencia Digital, difundido por el Proyecto de Coeficiente de Inteligencia Digital DQ.
Las 8 habilidades del Coeficiente de Inteligencia Digital
La idea de un Coeficiente de Inteligencia Digital (DQ), como lo llaman sus promotores, puede o no ser aceptable a los estudiosos de estos temas, relacionados con la inteligencia, la psicología y la sociología. No obstante, independientemente de si estamos o no de acuerdo con la denominación, lo que expresa como necesidad de habilidades, competencias y capacidades que los niños y jóvenes deben desarrollar en la actualidad es un recuento válido.
La Inteligencia digital, o «DQ», es el conjunto de habilidades sociales, emocionales y cognitivas que permiten a los individuos hacer frente a los retos y adaptarse a las exigencias de la vida digital. Estas habilidades, en términos generales, se pueden dividir en ocho áreas interconectadas:
Identidad digital: La capacidad para crear y gestionar la propia identidad en línea y la reputación. Esto incluye una toma de conciencia de la propia identidad en línea y la gestión de los efectos a corto plazo y a largo plazo de la presencia en línea de cada uno.
Utilización digital: La capacidad de utilizar dispositivos y medios digitales, incluyendo el dominio y el control, a fin de lograr un equilibrio saludable entre la vida en línea y fuera de línea.
Sanidad digital: La capacidad para gestionar los riesgos en línea (por ejemplo, el ciberacoso, el acercamiento y acecho, la radicalización), así como contenido problemático (por ejemplo, la violencia y la obscenidad), y para evitar y limitar estos riesgos.
Seguridad digital: La capacidad de detectar las amenazas informáticas (por ejemplo, la piratería, estafas, software malicioso), para comprender las mejores prácticas y utilizar herramientas de seguridad adecuadas para la protección de datos.
Inteligencia emocional digital: La capacidad de ser empático y construir buenas relaciones con los demás en línea.
Comunicación digital: La capacidad de comunicarse y colaborar con otras personas que utilizan tecnologías y medios digitales.
Alfabetización digital: La capacidad de encontrar, evaluar, utilizar, compartir y crear contenido, así como la competencia en el pensamiento computacional.
Derechos digitales: La capacidad de comprender y respetar los derechos personales y legales, incluidos los derechos a la privacidad, la propiedad intelectual, la libertad de expresión y la protección de las expresiones de odio.
Algunos aspectos cubiertos
Cada una de estas áreas pueden ser, de por sí, muy amplias, y cada una supone retos muy grandes y demandantes, pero son elementos que los padres contemporáneos deben conocer y aprender a presentar a sus hijos, con el fin de que éstos puedan desenvolverse en forma adecuada y exitosa en lo que será pronto su vida productiva en el ambiente digital.
Algunos ejemplos son:
- Identidad digital: Ciudadano digital, co-creador digital, emprendedor digital
- Utilización digital: Tiempo frente a la pantalla, salud digital, participación en la comunidad
- Sanidad digital: Riesgos de comportamientos, riesgos de contacto, riesgos de contenido
- Seguridad digital: Protección de contraseñas, seguridad en Internet, seguridad en dispositivos móviles
- Inteligencia emocional digital: Conciencia social y emocional, conciencia vrs regulación emocional, empatía
- Comunicación digital: Comunicación en línea, colaboración en línea, huellas digitales
- Alfabetización digital: Pensamiento computacional, creación de contenido, pensamiento crítico
- Derechos digitales: Libertad de expresión, propiedad intelectual, privacidad
Hay mucho por definir, y aún no está claro cómo debemos enfrentar y lidiar con cada uno de estos temas. Sin embargo, eso no exime a los padres actuales de que sus hijos menores estén viviendo ya cada uno de estos temas. Por eso, lo menos que se puede hacer es enterarse sobre todas y cada una de estas ocho áreas y sus derivados.
